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NUEVA YORK (CNNMoney) – La agencia Associated Press está luchando contra las afirmaciones de que cooperó con los nazis y que incluso cedió el control editorial al régimen de Hitler a cambio de acceso.

Esas afirmaciones explosivas fueron detalladas en la revista académica “Studies in Contemporary History” por el historiador Harriet Scharnberg. Fueron ampliadas en un artículo publicado el miércoles por The Guardian.

Paul Colford, un vocero de la AP, rechazó la noción de que el servicio de noticias actuó como colaborador de los nazis. El artículo de Scharnberg, dijo Colford, “describe tanto a individuos y a sus actividades antes y durante la guerra de los que la AP no tenía conocimiento”.

“Una caracterización precisa es que la AP y otras organizaciones de noticias extranjeras fueron sujetas a una intensa presión por parte del régimen nazi desde el año de la llegada de Hitler al poder en 1932 hasta la expulsión de la AP de Alemania en 1941”, añadió Colford.

Mientras que otros medios de noticias occidentales tuvieron que salir de Alemania luego del ascenso de los nazis al poder, la AP permaneció ahí después de acordar que no publicaría material desfavorable para el Tercer Reich. Scharnberg dijo que ahí fue cuando el servicio de noticias entró a un periodo de cooperación indecorosa con el régimen de Hitler.

De acuerdo con el historiador, la AP suprimió evidencia de la brutalidad nazi y permitió que sus fotos fueran utilizadas en la propaganda antisemita del partido.

En un ejemplo particularmente escalofriante, mencionado por Scharnberg, la AP acató las órdenes personales de Hitler en 1941 a fin de solo darle a la prensa estadounidense fotos que mostraban a las víctimas de las tropas soviéticas en la ciudad ucraniana de Lviv. La AP no proporcionó fotos de las persecuciones en contra de los judíos en Lviv luego de que los nazis invadieran la ciudad, según Scharnberg.

“En lugar de imprimir imágenes de las persecuciones de varios días de duración en Lviv con sus miles de víctimas judías, la prensa estadounidense solo recibió fotografías que mostraban a las víctimas de la policía soviética y a los ‘brutos’ criminales de guerra del Ejército Rojo”, le dijo Scharnberg a The Guardian.

“Al grado de que es justo decir que estas imágenes desempeñaron su papel en ocultar el verdadero carácter de la guerra llevada a cabo por los alemanes”, dijo el historiador. “Qué eventos fueron hechos visibles y cuáles permanecieron invisibles en la provisión de fotografías de la AP dependía de los intereses alemanes y de la narrativa de los alemanes sobre la guerra”.

En una declaración publicada en el sitio web de la AP, Colford dijo que la investigación de Scharnberg “se ocupa de una agencia de fotografías alemana que era filial de AP en Gran Bretaña y fue creada en 1931”, la cual “se convirtió en objeto de la ley de control de prensa de los nazis, pero siguió recopilando imágenes dentro de Alemania y más adelante dentro de países ocupados por Alemania.

La filial, según Colford, etiquetaba las fotos que eran controladas o censuradas por el régimen nazi cuando eran enviadas a miembros y clientes de la AP con sede en Estados Unidos.

El artículo de The Guardian, escrito por el jefe de la oficina en Berlín, Philip Oltermann, puso la investigación de Scharnberg en el contexto de la relación de la AP con regímenes “contemporáneos y totalitarios”, específicamente en Corea del Norte, donde la AP abrió una oficina en 2012, algo que ocurrió por primera vez para una agencia occidental de noticias.

Oltermann escribió que la oficina de la AP en Pyongyang ignoró varias historias sobre Corea del Norte a las que se les dio mucha cobertura en otros sitios, e hizo hincapié en un acuerdo preliminar filtrado que mostraba que la AP estaba abierta a dejar que la Agencia Central de Noticias coreana eligiera a un par de miembros de su “unidad de agitación y propaganda” para que trabajaran en la oficina.

La AP le restó importancia a la trascendencia del borrador.

“Es desafortunado que The Guardian haga afirmaciones engañosas acerca de las operaciones de la AP en Corea del Norte, entre ellas el darle crédito a un ‘acuerdo preliminar’ que según le aseguramos al reportero ayer, no tenía importancia”, dijo Colford. “La AP no se somete a la censura. No le presentamos nuestras notas a la Agencia Central de Noticias coreana o a ningún funcionario del gobierno antes de publicarlas. Al mismo tiempo, los funcionarios son libres de conceder o negar el acceso o las entrevistas”.