Nota del editor: Sally Kohn es activista, columnista y comentarista de televisión. Síguela en twitter: @sallykohn. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente las de ella.
(CNN) – Jeff Zeleny de CNN informa que después de una serie de derrotas en las primarias frente a Bernie Sanders, “la campaña de Clinton va a incrementar dramáticamente su ofensiva contra Sanders en los próximos días”. Esto podría ser un error gigantesco.
En adelante, el Partido Demócrata –incluyendo sus dos candidatos presidenciales primarios– deberá equilibrar dos prioridades. Primero, debe participar en el animado debate small-d sobre los problemas y perspectivas que conciernen a los votantes de centro-izquierda e interpretar cómo esas perspectivas se verán reflejadas en las políticas demócratas en el futuro. Este puede y debe ser un debate animado pero respetuoso, y realmente creo que así ha sido en gran parte de la campaña .
Sí, a veces Sanders ha golpeado a Hillary Clinton por los honorarios que ha recibido de parte de los grandes bancos por sus discursos y Clinton ha criticado a Sanders por ser poco realista, pero en la mayor parte, tanto los debates demócratas como la contienda en general han sido sustanciales y respetuosos, sin ser estropeados por ninguno de los comportamientos infantiles y callejeros y la bajeza personal que ha caracterizado al lado republicano.
Entretanto, ambos, Clinton y Sanders han mejorado en el proceso, en términos del fortalecimiento de sus habilidades de campaña y en obtener una mayor cobertura mediática que cualquiera tendría sin un rival, pero también fortaleciendo sus posiciones para reflejar la voluntad de los electores.
Clinton ha abrazado más propuestas económicas populistas, tales como oponerse al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, y Sanders ha reestructurado sus posiciones sobre el control de armas para alinearse mejor con la base demócrata.
A diferencia de la primaria republicana, en la que los candidatos han competido para tomar posiciones más y más extremistas y aislarse a sí mismos de diversas facciones de su partido y sin duda del público estadounidense, la lucha principal de los demócratas ha sido en gran parte un modelo de democracia vibrante y demuestra por qué el partido tiene el derecho de usar ese nombre.
Al mismo tiempo, la otra prioridad de Clinton y Sanders debe ser unir a sus seguidores a la espera de una elección general contra Donald Trump o Ted Cruz o a quienquiera que los republicanos elijan postular. Una victoria del Partido Republicano en noviembre sin duda presagiará un desastre para la nación en su conjunto y en especial para cualquier votante que se preocupa por la igualdad, la equidad y los derechos humanos básicos.
Subestimar la amenaza planteada por un Presidente Trump o Cruz para los valores esenciales y el funcionamiento del proyecto estadounidense es tener la cabeza firmemente plantada en la arena. Se trata de una elección en la que una parte sustancial del electorado estadounidense quiere prohibir a los musulmanes, reunir y deportar a los inmigrantes y revocar las leyes básicas de igualdad de protección para las personas homosexuales, lesbianas, bisexuales y transgénero. Esta elección es importante.
Y cualesquiera que sean nuestros desacuerdos políticos importantes, puedo tener la esperanza de que tanto los partidarios de Sanders como los partidarios de Clinton pueden estar de acuerdo en que cualquiera, ya sea Clinton o Sanders, sería un presidente infinitamente mejor que Trump o Cruz, o cualquier otra persona en este sentido. Ambos, Hillary Clinton y Bernie Sanders, deben recordarles esto a sus partidarios, de forma clara y estrepitosa, tan a menudo como sea posible.
Ahora entiendo el impulso de la campaña de Clinton para comenzar a martillar a Sanders. Pero si ella se convierte en la candidata –y por favor Estados Unidos, ten en cuenta que Hillary Clinton NO es la nominada demócrata hasta este momento– Clinton realmente necesitará de los partidarios de Sanders para ganar la elección general, no solamente por sus votos sino porque los votantes más jóvenes que Sanders ha logrado involucrar tienden a compensar las filas de entusiastas soldados de infantería que hacen el trabajo duro de las campañas políticas sobre el terreno.
Clinton no quiere alejar a estos votantes. Si ella es la nominada, ella necesita cortejarlos. Así que es mejor comenzar ahora.
Algunos argumentan que Clinton debería atacar a Sanders porque Sanders ha atacado a Clinton. Aparte de la mezquina razón “ellos empezaron” que refleja la petulancia del lado del Partido Republicano, no creo que esto sea cierto. Sanders ha criticado las posiciones de Clinton pero lo ha hecho dentro del juego justo de una primaria respetuosa y él se ha negado activamente a participar en la clase de ataques personales y difamaciones que la derecha sigue tratando llevar a cuestas y con los que quiere tentarlo (tales como la investigación del FBI del arreglo de los correos electrónicos de Clinton como Secretaria de Estado).
Cuando Sanders parece disparar respecto a las posiciones de Clinton, esto no le resulta bien. Francamente, a pesar de que me inclino hacia Sanders, creo que él se muestra como alguien condescendiente y grosero en esos puntos… los cuales se las arregla para manejar y salirse con la suya porque él es un viejo blanco cascarrabias, pero Clinton no conseguirá el mismo pase.
Eso no quiere decir que Clinton dejará pasar a Sanders, sino que ella podría desafiar a Sanders sin atacarlo y alejar a sus partidarios. La manera de hacer eso es no insultar las opiniones de Sanders –y, por lo tanto, las opiniones de sus partidarios– sino que en lugar de eso, decir: “Sí, senador Sanders, y no estoy de acuerdo en algunos temas pero estamos de acuerdo en la mayoría de ellos y comparto absolutamente su idealismo. Sin embargo, todos hemos visto lo increíblemente hostil que es el ambiente político aún cuando el presidente Obama presenta la más modesta de las reformas. Sé que los demócratas quieren un presidente que comparta su idealismo, que luchará por su idealismo, y que tenga las habilidades técnicas y la experiencia para que en realidad logre que las cosas se hagan. No te limites a votar por tu idealismo. Vota para convertir tu idealismo en resultados”.