(CNN Español) – Sacar, como sea, a la gente de entre los escombros, es la prioridad número uno en Ecuador, un país en el que sigue temblando: más de 300 réplicas se han registrado hasta el momento tras el sismo de magnitud 7,8 el sábado en la noche.
Este lunes en la tarde el gobierno confirmó que hasta ahora se reportan al menos 413 personas muertas y más de 2.000 heridos. Diez mil militares y 4.600 policías intentan poner orden en el caos.
En Pedernales, como lo ha señalado el presidente Correa, se vive quizá la peor parte de la tragedia. Hay 147 muertos declarados en la ciudad hasta ahora. Las autoridades dicen que les quedan aproximadamente dos días para encontrar sobrevivientes.
Muchos la consideran la zona cero del temblor. La mayoría de sus edificios de este enclave turístico quedaron totalmente destruidos por el terremoto. Los equipos de rescate escarban entre montañas de escombros en la carrera por encontrar sobrevivientes. Muchos de los residentes de la ciudad están abatidos: la madre naturaleza les ha arrebatado todo.
Correa dice que “la tragedia es muy grande” y que “hay todavía muchísimos cadáveres entre los escombros”.
Casi nadie duerme en las casas que aún quedan en pie. La gente duerme en los autos y en las aceras de las calles y los parques, en cualquier sitio donde no haya un techo que pueda derrumbarse.
La humedad en esa región costera ha provocado que el olor de los cadáveres se sienta en el aire.
Tras el sismo, montículos de tierra han taponado vías a la ciudad: hay un gran derrumbe y el alumbrado público no funciona en ciertos tramos, reporta Andes.
“Debemos ser mucho más rigurosos en las normas de construcción”, dijo Rafael Correa, quien indicó que además de Pedernales, poblaciones como Jama y Canoa que también registran gran destrucción, reporta Andes.
En Santo Domingo, a unos 120 km de Pedernales, han establecido un centro de distribución de suministros y ayuda.
Según reporta la agencia oficial Andes, reporta que además de las instituciones nacionales, delegaciones de gobiernos de la región como Venezuela, Cuba y México, junto con la Cruz Roja, trabajan para encontrar sobrevivientes entre los escombros.
Con información de Gustavo Valdés