CNNE 280842 - foto-salitre-magico-discriminacion-down-sindrome-nina-polemicca-cnnespanol

(CNN Español) – Una madre denunció en redes sociales que su hija Sara, que tiene síndrome de Down, había sido discriminada por su discapacidad el sábado 23 de abril en el parque de atracciones Salitre Mágico ubicado en Bogotá, Colombia. La publicación se hizo viral y llegó a los medios de comunicación. La historia ha causado indignación en el país.

María Elena Rabelo llevó a su hija de 8 años a este parque de diversiones para celebrarle su cumpleaños. Cuando la niña quiso subir a una atracción infantil, el operario le dijo que no podía hacerlo sin un certificado médico.

Rabelo sintió que habían discriminado a su hija que la miró desconcertada porque la sacaron de la fila. Le expresó su malestar al encargado que se trataba de un procedimiento estándar por seguridad de la menor.

La madre publicó lo que le había sucedido en un grupo privado de mujeres en Facebook, y según contó después en su propia página en la red social “la respuesta fue inmediata, al punto que fui buscada dentro del parque por el gerente”.

Sergio Tarazona, vocero de Salitre Mágico, le dijo a CNN en Español que el gerente se disculpó con Rabelo por el malestar que pudo haber causado la situación y le dio a ella y a su familia unos boletos premium del parque para que pudieran disfrutar mejor de su día sin hacer filas.

Sara fue examinada por un doctor en el parque quien certificó que estaba en condición de subir a las atracciones según su estatura.

“El operario actuó según el protocolo. Una persona con discapacidad debería tener autorización médica y para eso está el doctor del parque que comprueba si la persona está en condición de usar las atracciones. Esto se hace para no poner en riesgo la vida de las personas”, explica Tarazona.

Además, según el comunicado de Salitre Mágico publicado este martes, el parque “se comprometió a tener listo en un tiempo no mayor a dos meses un plan, orientado al personal y a los visitantes, para mejorar el proceso de información sobre el acceso a las atracciones de las personas con algún tipo de discapacidad”.

“En ningún momento queríamos saltarnos el procedimiento, pero en ninguna parte de la atracción indicaban que las personas con síndrome de Down deben someterse a una revisión médica”, le dijo Rabelo a CNN en Español. “Es una atracción infantil que sólo tiene dos restricciones: altura y peso, nada más”.

Para Rabelo, la discriminación consiste en que estos certificados médicos no se los piden a nadie más. “A Sara sí por tener los ojos rasgados, no fue por la seguridad de la niña. Dejaron subir a niños más pequeños que ella, muchos pueden tener discapacidades y no se les notan. Si es por la seguridad deberían hacerlo con todos los niños. Además Sara iba con dos adultos responsables que cuidaban de su bienestar”.

El protocolo del parque obedece a una ley que, según explica el comunicado oficial, dice que es responsabilidad de las personas abstenerse de usar atracciones que “representen riesgo para su integridad personal o la de las personas a su cargo, en especial, por sus condiciones de tamaño, salud, edad, embarazo, mentales, sicológicas o físicas, respetando en todo caso las instrucciones y restricciones que se suministren para el acceso a las mismas”.

Tarazona dice que “el parque pide a los usuarios que tengan certificación médica siempre y cuando tengan una condición especial. Como en este caso. La seguridad está primero y no hay áreas grises en esto por temas de evitar riesgos”. Explica que cada atracción tiene unas indicaciones afuera de límite de estatura. Si los niños cumplen con eso pueden subir. Además, en las atracciones que lo requieren hay una información que dice que si tiene problemas de columna, corazón, etcétera, debe abstenerse de subir.

Añade que hay un parágrafo en la ley 1225 de 2008 que regula el funcionamiento de parques de diversiones y atracciones que estipula situaciones en las que los operarios deben negar la entrada a las personas.

“El operario que controla el acceso a las Atracciones o Dispositivos de Entretenimiento deberá negar el ingreso a estas cuando advierta riesgos en la integridad física de quien pretenda su uso, o riesgos para la seguridad de otros usuarios, de los Operadores o de otras Atracciones o Dispositivos de Entretenimiento”, dice el apartado que cita Tarazona.

“Siento que hace falta información y comunicación. Es un prejuicio, falta de tolerancia, eso es lo que yo veo, pues el parque tiene la obligación por ley de decir si la atracción es segura. Y si es segura para los otros niños es segura para Sara que no tiene nada, sólo un cromosoma de más”, afirma la madre.

Rabelo añade que no es la primera vez que esto lo pasa en Salitre Mágico. Hace tres años, afirma, fue con su niña y también le pidieron que fuera al médico antes de que pudiera entrar a cualquier atracción. “En ese entonces dejé una queja escrita, pero no hicieron nada”.

El parque reconoció en el comunicado que deben mejorar el protocolo de información “sobre el acceso a las atracciones de la personas con algún tipo de discapacidad”, pero aclararon que “en ningún momento se presentó, por parte del parque, maltrato a la menor o sus acompañantes”.

“Me parece excelente. Debe haber más inclusión, en todas las esferas del parque, como en el personal que contratan, por ejemplo. Inclusión para los niños con condiciones especiales sería que les dieran un trato preferencial, que sean los reyes de los sitios, que no hagan filas, que no los discriminen a mal sino a bien, que las familias entren con sus hijos y se sientan orgullosos y que tengan condiciones especiales porque estos niños son supremamente especiales”.

“No son casos fáciles de manejar. Mal hubiera hecho el operario si deja seguir a la niña y tiene algún problema. Lo que recomendamos siempre ante cualquier duda es consultar al médico y el médico va a dar el parte de tranquilidad”, concluye Tarazona, vocero de Salitre Mágico.