CNNE 293328 - epilepsia

La epilepsia es una enfermedad cerebral crónica que se caracteriza por convulsiones. Por lo general, tienen carácter benigno, transitorio y reversible: un 70% de ellas, aproximadamente, se controlan o curan con fármacos.

En los casos en los que estas crisis son más resistentes existe posibilidad de tratamiento quirúrgico. Las causas pueden ser muy variadas: genéticas, traumatismos, tumores o enfermedades vasculares, entre otras. Se trata de una patología muy frecuente y afecta a personas de todas las edades, aunque es mayor la incidencia en los primeros años de la vida y en la tercera edad.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en todo el mundo, unos 50 millones de personas padecen epilepsia, lo que convierte a esta enfermedad en la causa neurológica de defunción más común.

De hecho, hay que estar muy atento para avisar al servicio de urgencias si es la primera crisis que ha tenido en su vida, si dura más de cinco minutos, si se ha hecho heridas, se ha golpeado la cabeza o si se trata de una mujer embarazada, diabética o hipertensa.

Por otro lado, es muy importante observar las características de las crisis para poder explicárselas con detalle al médico: qué hora del día era, qué estaba haciendo antes de la crisis, cuáles fueron los sucesos que condujeron a la crisis, si existieron síntomas iniciales, cuánto tiempo duró y qué hizo después de la crisis.

Por ello, los especialistas del Departamento de Neurología de la Clínica Universidad de Navarra dan una serie de consejos para evitar sufrir una crisis epiléptica:

  • Si padece otra enfermedad, debe comunicarle al médico el tratamiento que está tomando.
  • Es conveniente llevar siempre un calendario de crisis así como una lista de los medicamentos con las dosis prescritas.
  • Debe acudir de forma periódica a su médico para controles hemáticos y niveles plasmáticos de medicación y, si quiere modificar el tratamiento, debe siempre consultar a su especialista.
  • Hacer deporte es siempre recomendable, preferiblemente en grupo, pero nunca deben ser bruscos o de riesgo (submarinismo, alpinismo…).
  • No llegar al agotamiento. Por eso, cuando practique deporte no debe cansarse demasiado. La fatiga, junto con el centelleo de luces, puede provocar crisis.
  • Si quiere jugar a un videojuego, debe hacerlo en una habitación con luz y no más de una hora (evitarlo también si se le nota cansado). Hay que tener en cuenta que es recomendable sentarse, como mínimo, a un metro (videojuego) o tres metros de la televisión.
  • No se debe dejar el tratamiento antiepiléptico por su cuenta.

¿Cómo hay que actuar si sufre una crisis?

  • En primer lugar es muy importante mantener la calma y tranquilizar al entorno.
  • Si se reconocen los signos, se puede ayudar al paciente a sentarse o ir a la cama, antes de que empiece la crisis.
  • Importante: tender al paciente y girarlo hacia un lado. Así se evita la aspiración de vómitos o saliva.
  • Si el paciente conserva cierto nivel de conciencia (crisis parcial compleja), mantenerlo en un entorno seguro.
  • Hay que saber que la persona que sufre el ataque no suele tener conciencia de lo que está sucediendo.
  • Aflojar la ropa y eliminar objetos duros o puntiagudos con los que pueda hacerse daño.
  • No introducir los dedos ni objetos metálicos entre los dientes. Sólo un pañuelo o paño enrollado, para evitar que se muerda la lengua.
  • Controlar, pero permitir, todo tipo de movimiento convulsivo.
  • No intentar la reanimación del enfermo, salvo en casos excepcionales que así lo aconsejen.