(CNN Español) – Tan solo seis meses después de las anteriores elecciones generales en España, los partidos políticos iniciaron una nueva campaña electoral, tras el fracaso de las negociaciones para formar un gobierno.
Las nuevas elecciones tendrán lugar el próximo 26 de junio.
A la medianoche de este viernes, los líderes de los principales partidos dieron con la tradicional pegada de carteles inicio a la nueva campaña, que los llevará por toda la geografía española pidiendo el voto.
Repiten los mismos candidatos: Mariano Rajoy por el Partido Popular, Pedro Sánchez por el Partido Socialista, Pablo Iglesias por Unidos Podemos (coalición de Podemos e Izquierda Unida, única novedad con respecto a diciembre), y Albert Rivera por Ciudadanos.
La falta de acuerdos entre los principales partidos para lograr un nuevo gobierno tras las elecciones del 20 de diciembre, obligó al jefe de Estado, el rey Felipe VI, a convocar unos nuevos comicios, algo inédito en España.
La nueva campaña inicia un día después de que se diera a conocer la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que deja un escenario similar a lo ocurrido el 20 de diciembre: un parlamento muy fragmentado en el que los partidos tendrán que pactar.
Sin embargo hay una novedad con respecto a las anteriores elecciones: el partido Podemos va en coalición con Izquierda Unida, formando la coalición Unidos Podemos, que según el CIS, superaría al Partido Socialista como segunda fuerza en el parlamento (25,6% de los votos frente al 21,2% de los socialistas). El CIS da como ganador de las elecciones, como ocurrió en diciembre y con un resultado muy similar, al conservador Partido Popular (29,2% de los votos).
¿Cómo llegamos hasta aquí?
Desde el pasado 20 de diciembre, la vida política española vivió una serie de acontecimientos sin precedentes. En primer lugar, las elecciones de entonces dejaron un parlamento muy fragmentado, con la irrupción de los nuevos partidos: Podemos, de izquierda, y Ciudadanos, liberal, de centro.
Pese a que el conservador Partido Popular ganó las elecciones con 123 escaños -muy lejos de los 176 para obtener mayoría, su líder y actual presidente del gobierno en funciones, Mariano Rajoy, declinó someterse al debate de investidura por no tener los apoyos suficientes. Una posible alianza para el PP planteada antes de los comicios era con Ciudadanos, pero los 40 escaños que obtuvo este hacían insuficiente la suma de ambos.
Se dio entonces otra situación inédita en España: sería el líder de la segunda fuerza más votada, el PSOE -90 escaños- quien se sometería a la investidura. Pero Sánchez no logró los votos suficientes para formar gobierno, ni en primera ni en segunda votación.
Se requiere mayoría absoluta -176 escaños- para ganar en primera votación y mayoría simple -más votos favorables que negativos- en la segunda. De nuevo llegamos a una situación inédita en España: no se lograba formar gobierno en el primer debate de investidura.
Sánchez solo obtuvo los votos favorables de Ciudadanos, con el que firmó un pacto, pero la suma de ambos -los 90 escaños del PSOE y los 40 de Ciudadanos- fue insuficiente para contrarrestar el voto en contra de PP y Podemos -123 y 69 escaños respectivamente-.
Iglesias emplazó al líder socialista a abandonar ese pacto y girar hacia su izquierda, para lograr un acuerdo con la formación que él representa (y marcas regionales afines a la misma, En Comú Podem, En Marea y Compromís) y con Unidad Popular (Izquierda Unida). Pero las negociaciones entre Podemos y PSOE, que se negó a abandonar su pacto con Ciudadanos, no dio frutos, haciendo irrevocable la convocatoria de las nuevas elecciones.
Uno de los puntos clave de la campaña tendrá lugar el próximo lunes 13, con el debate de los cuatro principales candidatos al gobierno: Rajoy, Sánchez, Iglesias, y Rivera.