(CNNMoney) – Dirigir el naciente programa espacial de Nigeria es un trabajo muy duro.
No existe un presupuesto de miles de millones de dólares. Los laboratorios y equipos están lejos de la innovación. El museo de la agencia se encuentra vacío.
Los nuevos retos acechan en cada esquina. Sin embargo, S.O. Mohammed, director general de la Agencia Espacial Nacional Nigeriana de Investigación y Desarrollo (NASRDA, por sus siglas en inglés), está decidido a obtener logros científicos a partir de su presupuesto reducido.
“Siempre hemos dicho… que el programa espacial nigeriano no es solo por el ego”, dijo Mohammed a CNNMoney.
“Nosotros no somos parte de la carrera por la Luna, no somos parte de la carrera por Marte”, continuó. “Lo que debemos tener en cuenta es el uso del programa espacial para ver cómo podemos crear soluciones típicas nigerianas para la mayoría de nuestros problemas”.
Las metas de Mohammed incluyen la capacidad para diseñar y construir un satélite a nivel local en 2018. En 2030, espera lanzar un satélite desde el territorio nigeriano. ¿Y después de esto? Quiere poner un hombre a la Luna.
Sin embargo, Mohammed se enfrenta a un intenso escrutinio. Los críticos quieren saber por qué Nigeria está gastando dinero en un programa espacial cuando el 70% de sus ciudadanos vive por debajo del umbral de la pobreza y en momentos en que la economía del país se enfrenta a una inminente recesión.
Más aún, ¿cuál es el punto de una misión a la Luna que sería lanzada más de 60 años después del Apolo 11?
Mohammed señala a los tres satélites existentes en el país como prueba de lo que puede obtenerse de un programa espacial nacional. Ya han ayudado a documentar los patrones regionales de cambio climático y a actualizar los obsoletos mapas del país.
También han sido útiles para realizar un seguimiento de los movimientos del grupo terrorista Boko Haram en zonas remotas del país.
La siguiente prioridad de Mohammed es lanzar un satélite de Radar de Apertura Sintética (SAR por sus siglas en inglés) capaz de penetrar la cobertura de las nubes. Las imágenes que produce deberían ayudar a hacer un seguimiento de la actividad en el Golfo de Guinea, que recientemente ha registrado un aumento de la actividad de piratas.