LOS ANGELES (CNNMoney) – Aunque Pixar ha sido juicioso sobre sucumbir ante el canto de la sirena de las secuelas, ‘Buscando a Dory’ representa un indicador de que la casa de animación está siendo arrastrada por la marea, para bien o para mal.
Separada por 13 años desde ‘Buscando a Nemo’, probablemente ‘Dory’ será desorientante al principio para cualquiera que no haya visto la película original últimamente.
‘Dory’ consigue momentos de emoción genuina y una verdaderamente hábil interpretación vocal de Ellen DeGeneres en el rol principal. Pero todo el ejercicio no ayuda y se siente más elaborado y menos divertida.
El principal desafío, desde el punto de vista de la narrativa, es que ‘Dory’ es dolorosamente vulnerable, agobiada porque tiene un defecto de memoria a corto plazo. Lo que resultó entrañable y triunfante en un rol secundario, a veces, se siente un poco como un ‘Memento’ animado.
La película comienza con un flashback: los padres de ‘Dory’ (con las voces de Diane Keaton y Eugene Levy) buscan protegerla, preocupados por que la condición de ‘Dory’ la lleven a perderse. En una dolorosa secuencia, eso ocurre, y el tiempo pasa antes de los eventos que se narran en ‘Nemo’, que ocurren alrededor de un año después.
Ahora como feliz integrante de una nueva especie de familia con el pez payaso ‘Marlin’ (Albert Brooks) y su hijo ‘Nemo’ (Hayden Rolence), ‘Dory’ experimenta lapsus mentales sobre su familia y está determinada a usar esos tenues recuerdo para encontrarla.
Eso la lleva a un instituto marino en Morro Bay, California, y a una serie de alocados momentos, con ‘Dory’ tras sus imágenes inconsistentes y ‘Marlin’ en persecución.
La trama da a conocer a varios nuevos personajes, de forma más prominente a un tosco pulpo llamado ‘Hank’, que es adepto a camuflarse y asustarse de ser liberado nuevamente en el océano. (‘Hank’ es interpretado por Ed O’Neill, a quien se une en el reparto por Ty Burell, coestrella de ‘Modern Family’ de ABC.
Los filmes de Pixar son invariablemente inteligentes y juegan en varios niveles, y ese no es la excepción. Hay algo profundamente conmovedor sobre el peregrinar de ‘Dory’. La película tiene un perfectamente respetable, y familiar, mensaje resaltando de que la familia es más que esos con quienes compartes ADN.
Además, la calidad de la animación se vuelve mejor y mejor. Eso es especialmente cierto en el último corto de Pixar que precedió a la película, ‘Piper’, cuya técnicamente asombrosa reproducción de olas y arena luce casi completamente real.
Sin embargo, la historia a veces se vuelve demasiado frenética con una casi absurda cantidad de acción ocurriendo fuera del agua.
Pixar ha cultivado y se ha ganado una reputación de tener una creatividad audaz. Sin embargo esos prístinos cimientos no pueden resistir las actuales tendencias de la industria cinematográfica, con secuelas de ‘Los Increíbles’, una tercera cinta de ‘Cars’ y una cuarta parte de ‘Toy Story’, las que se espera que engorden las ganancias de taquilla de la compañía matriz Disney.
En términos de lograr su trabajo, ‘Dory’ debe cumplir. Sin embargo a diferencia de lo mejor de Pixar en lo que ha sido una brillante serie de éxitos con la crítica y en la taquilla, está última historia de peces no es particularmente memorable.
‘Buscando a Dory’ llegará a las pantallas el 17 de junio en Estados Unidos y Canadá.