NUEVA YORK (CNNMoney) – Los días de una Colombia con narcotraficantes, drogas y una persistente guerra están acabando, inclusive si cierta serie en Netflix está ganando popularidad.
En la que fue una vez la zona de batalla de Pablo Escobar y su guerra de drogas, Colombia está lavando su imagen de la capital de la cocaína, contrarrestando con una economía que está creciendo, fortaleciendo los cercanos vínculos con Estados Unidos y tomando medidas para terminar su guerra civil.
Esta semana, Colombia es anfitriona del Foro Económico Mundial para América Latina de 2016.
“La contribución de Colombia al progreso económico de América Latina será el fin del conflicto armado doméstico”, dijo el jueves el presidente Juan Manuel Santos en el foro en Medellín.
Santos, un egresado de Harvard y experiodista, es cercano al presidente Barack Obama. Los dos se reunieron en febrero y Obama prometió 450 millones de dólares en ayuda al proceso de paz en Colombia, que terminaría con una sangrienta guerra civil que ya ha durado 50 años.
Y no se trata solo de política: Silicon Valley, compañías automotrices y aerolíneas están apostando a Bogotá. Mark Zuckerberg tuvo su primera reunión internacional como director general de Facebook en la capital colombiana en enero de 2015. Ford y General Motors tienen operaciones allí mientras que JetBlue, American, Spirit y Delta han incrementado sus vuelos a Colombia en años recientes.
Mientras vecinos clave en América Latina sufren de recesión, la economía de Colombia está creciendo, a pesar de que ese crecimiento ha sido más lento últimamente en concordancia con la caída de los precios de materias primas. El Fondo Monetario Internacional predice que el crecimiento de Colombia comenzará a despegar nuevamente el próximo año mientras los detalles finales del acuerdo de paz son firmados.
En comparación, el vecino de al lado, Venezuela, está en medio de una severa crisis económica y humanitaria, mientras que Brasil pasa por su peor recesión en décadas, debido a una crisis política. También se espera que las economías de Argentina y Ecuador se contraigan este año.
Una clave en la fuerza del crecimiento económico de Colombia ha sido su esfuerzo amplificado para cortar con el tráfico de drogas. Tan solo en mayo, la policía de Colombia realizó el decomiso de drogas más grande de su historia.
Su notoria alta tasa de asesinatos está desplomándose rápido también. Esta semana, el presidente Santos anunció que las tasas de homicidios están en su punto más bajo en 40 años.
Y el mes pasado, funcionarios colombianos lograron avances en el proceso de paz con la guerrilla de las FARC.
La paz tendrá “un efecto positivo en la inversión nacional e internacional, la cual acelerará el crecimiento”, dijo Miguel Urrutia, un economista de la Universidad de los Andes en Bogotá.
Urrutia hizo notar que no implementar el proceso de paz sería costoso. Millones de colombianos viven en territorios controlados por la FARC. Integrar a los guerrilleros a la vida civil representa un gran desafío. Pero la paz en general ayudará a Colombia a prosperar en términos económicos a largo plazo.
Colombia no está libre de problemas económicos. La inflación ha estado elevado recientemente y su moneda ha perdido el 25% del valor frente al dolar con respecto al tipo de cambio que tenía el año pasado.
Sin embargo, todavía es elogiada por los líderes mundiales: esta semana el Fondo Monetario Internacional le dio a Colombia un crédito de emergencia de 11.000 millones de dólares. El país no pretende usar el dinero extra, pero ese compromiso refleja cuanta confianza ha ganado el gobierno desde los días de los capos de la droga.