Las autoridades dicen que Lee Kaplan vivía en esta casa con 12 niñas.

FEASTERVILLE, Pensilvania (CNN) – La policía tocó en la puerta azul de la casa de Lee Kaplan en Feasterville, Pensilvania. Cuando los detectives entraron, las niñas se escabulleron. Algunas se escondieron en un gallinero en la parte de atrás de la casa.

En total, 11 niñas y una joven de 18 años vivían dentro de la casa de estilo Cape Cod.

Para el detective no era extraño el lugar, con el césped crecido y hierbas que cubrían el patio de enfrente. Él había estado ahí hace dos años para investigar un incendio. En ese entonces, Kaplan dijo que las niñas estaban en ese lugar mientras su casa era renovada.

Pero dos años después, todavía seguían ahí, lo que para el detective levantó sospechas. Entones comenzó a hacer preguntas.

Savilla Stoltzfus, una residente de la casa de Kaplan, dijo que ella es la madre de 10 de las 12 menores. Stoltzfus y su esposo Daniel “regalaron” a una de sus hijas a Kaplan cuando ella tenía solo 14 años. La pareja, que es exintegrante de la comunidad Amish, enfrentaba dificultades financieras en ese entonces e “investigaron la legalidad (del acuerdo) en Internet”, de acuerdo con la acusación de la policía.

Ahora, la hija de 18 años de Stoltzfus tiene dos hijos con Kaplan, de 51 años.

Cuando les contaron su historia al detective, Stoltzfus y Kaplan parecían creer que nada estaba mal, dijo David Heckler, fiscal del distrito del condado de Bucks.

Pero sus comentarios fueron suficientes para que Kaplan, Daniel y Savilla Stoltzfus fueran arrestados. La policía ahora está trabajando para unir los puntos y saber qué ocurrió dentro de la casa.

En tanto, los vecinos revelaron que ellos sabían que algo estaba mal desde hace años.

Algo ‘se sentía mal’

Fue una llamada de la vecina Jen Betz a una línea de ayuda lo que llevó a la policía a tocar la puerta de la casa de Kaplan ese día, de acuerdo con el fiscal de distrito.

Betz dijo que las cosas “se miraban algo raras” cuando ella pasaba manejando por enfrente de la casa.

Pero no era la fachada descuidada lo que le molestaba. Ella miró a las niñas afuera, recogiendo cosas de árboles.Vio a un hombre mayor, pero nunca a alguien que pareciera su esposa, o a una mamá de las niñas.

Ella comenzó a colectar notas mentales mientras cosas extrañas comenzaban a acumularse, como una luz azul brillando en la parte trasera de la casa. Su color coincidía con el de la puerta principal, la moldura alrededor de las ventanas y eventualmente, con el de los vestidos que tenían varias de las niñas.

Betz creyó que se miraban Amish, con su largo cabello y sus largos vestidos, pero esa comunidad no vive típicamente en esa área.

Hace dos años en Halloween, ella intentó ver dentro de la casa con sus propios ojos.

“Si podía lograr que abriera la puerta, lo vería con mis propios ojos. Creo que estaba pensando si podría llamar a los policías en esos precisos momentos”, dice Betz. “Quería acercarme lo suficiente para tener algún otro tipo de prueba”.

Aunque se escuchaba música de dentro de la casa, Kaplan nunca abrió la puerta. La ventana siguió cubierta con largas cortinas, y la luz azul seguía brillando a través de ella.

“Mi instinto me decía que confirmara lo que estaba pensando”, dijo Betz a CNN. “No había razón para que este significativamente viejo hombre, cualquier hombre sin importar cómo se mirara, tuviera esta cantidad de niñas, todas en vestidos azules, nunca afuera de la casa de forma regular, luciendo asustadas”.

Finalmente, Betz hizo la llamada. Cuando los oficiales en la otra línea preguntaron si se necesitaría la policía, ella dijo “absolutamente”.

“No dejen que esos policías se vayan antes de que vean a esas niñas”, les dijo.

Cómo vivían

La policía eventualmente encontraría detrás de esa puerta indicios para saber cómo vivían las niñas. Había colchones inflables, una planta de aguacate creciendo bajo las lámparas, instrumentos musicales, material educativo y un libro en hebreo, de acuerdo con Robert Hoopes, director de seguridad pública de  Lower Southampton Township.

Aaron Stoltzfus, un amigo de la familia, dijo a CNN que en 2001 Kaplan vivió con Daniel y Savilla Stoltzfus en su casa en una comunidad Amish en el condado de Lancaster, algo que “no es tolerado” y que es muy inusual, subrayó.

Stoltzfus, quien no ha visto a la pareja por años, dijo que Kaplan no se involucraba con nadie y “parecía estar aislado de la sociedad”.

Era raro cuando Kaplan era visto en el pueblo con las niñas, dicen residentes. Pero a veces las llevó a Lenny’s Hot Dogs, un restaurante a alrededor de dos kilómetros de la casa.

El dueño Wayne Knapp dijo que Kaplan era “espiritual” y “un hombre muy religioso” que a veces citaba pasajes de la biblia. Kaplan le dijo que estaba educando a las niñas en casa y que quería mantenerlas lejos de “los demonios de la sociedad”.

De izquierda a derecha, Daniel Stoltzfus, Lee Kaplan y Savilla Stoltzfus.

Kaplan es “el hombre más inteligente que he conocido”, dijo Knapp a CNN. Aunque resaltó que él no condona los presuntos actos de Kaplan.

Sin embargo, los locales tenían sospechas de Kaplan. Aunque algunos nunca dijeron nada, otros dicen que sus preocupaciones no fueron tomadas de forma seria.

Una empleada de Dollar Tree dijo que Kaplan siempre vestía limpio y bien arreglado cuando iba a la tienda, pero que las niñas se miraban descuidadas, con el cabello despeinado y el calzado roto. Nunca hablaron ni hicieron contacto visual y generalmente permanecían al lado de Kaplan cuando compraban. La empleada, que habló bajo la condición del anonimato, dijo que ella y otros que trabajaron en el lugar tenían sospechas, pero nada que pudieran probar.

El vecino Kevin Rihl dijo que Kaplan era “un fastidio” como vecino ya que siempre quemaba basura. Pero él se dio cuenta que las niñas nunca tomaban el autobús escolar o reaccionaban de forma extraña cuando veían a alguien.

“Bajaban la cabeza y se escurrían hacia dentro de la casa”, dijo Rihl a CNN.

Rihl dijo que él detalló todo lo que había visto y escuchado cuando se reunió con dos detectives y uno de sus superiores en abril pasado. Cuando le preguntaron si había visto abuso, Rihl dijo que “no tenía evidencia concreta pero su comportamiento gritaba el abuso”.

De acuerdo con Rihl, la policía luego habló con Kaplan, quien dejó de quemar basura. También dijo que los agentes le dijeron que las niñas estudiaban en casa y que Kaplan “era de alguna especie de religión Amish”.

Ahora Rihl dice que está enojado porque nadie tomó sus quejas en serio. Sin embargo, la policía del lugar dijo a CNN que no hay ningún registro de alguna queja o reporte hecho por Rihl.

Lo que pasó después

Las niñas, que ahora están en una casa segura bajo el cuidado de trabajadores sociales, fueron entrevistadas a principios de semana, de acuerdo con Hoopes. Aunque no se han compartido detalles sobre esas conversaciones, Hoopes dijo que las niñas solo pidieron una cosa: querían sus instrumentos musicales.

Kaplan fue acusado de violación estatutaria, corrupción de menores, indecencia agravada, indecencia y contacto ilegal con una menor. Daniel y Savilla Stoltzfus fueron acusados de poner en peligro el bienestar de un niño. Daniel Stoltzfus también enfrenta los cargos de conspiración criminal y violación estatutaria.

Los tres están detenidos en la correccional del condado de Bucks, y se les impuso una fianza de un millón de dólares.

En un comunicado enviado a CNN, los abogados que representan a Savilla Stoltzfus dijeron que ella “se presume inocente de cualquier cosa” y agregaron que todo se trata de “acusaciones sin confirmar”.

“Cualquiera puede ser arrestado -tus amigos, tus vecinos, tu familia, inclusive tu mismo- pero eso no significa que seas culpable”, dijeron  Cary Hall y Alexander Tuttle.

Lorenzo Ferrigno, David Shortell y Sarah Jorgensen contribuyeron con este reporte.