Oscar Menjivar Herrera, quien se cree que huyó a El Salvador, violó a dos jóvenes de 14 años y a una niña de 12 años con la ayuda de un niño de 12 años.

(CNN) – La policía dice que un fugitivo que es buscado por violar a tres jovencitas sedujo a sus víctimas con la ayuda de un niño.

Oscar Menjivar Herrera, de 32 años, violó a dos niñas de 14 años y a una niña de 12 años con la ayuda de un niño de 12 años, quien presuntamente ayudó a retener a una de las víctimas durante uno de los ataques, de acuerdo con la policía de Nebraska.

Menjivar Herrera fue arrestado en Florida en julio de 2012, pocos meses después de que una de sus víctimas denunciara el hecho. Él escapó de una camioneta para transportar prisioneros en Dakota del Sur mientras se dirigía a Nebraska para ser juzgado y desde entonces ha estado prófugo.

La policía supo que Menjivar Herrera regresó a El Salvador, de donde se cree que es originario, y las autoridades creen que todavía se encuentra en dicho país. “También creo, dado el tiempo que ha pasado, que podría intentar regresar a Estados Unidos con una nueva identidad e intentar comenzar una nueva vida”, dijo el alguacil adjunto Shane Knopp, en declaraciones al programa de CNN  ‘The Hunt with John Walsh’.

Aunque la atención sigue en capturar a Menjivar Herrera, la policía se conmocionó cuando se dio cuenta de que un niño estuvo involucrado.

“En todos mis años (de servicio) nunca había visto un caso donde un hombre adulto usó a otro niño para que le ayudara a seducir a sus víctimas”, dijo Derek Bees, del departamento de policía de Bellevue, Nebraska.

‘Fue manipulado’

La policía dice que Menjivar Herrera se hizo amigo de sus víctimas en redes sociales, donde les dijo que tenía 18 años. Entonces acordaría una reunión y les diría que llevaría a un niño de 12 años con él. Él hizo que las niñas le prometieran que si un adulto los miraba juntos, que dijeran que con quien realmente iban a reunirse era con el niño de 12 años.

“Oscar usó a este niño de 12 años como una especie de alcahuete para reunirse con jovencitas, niñas de 12 a 14 años”, dice Bees.

La policía dice que identificó al niño y lo arrestó por cargos de asalto sexual en primer grado de la tercera víctima de Menjivar Herrera. “Desafortunadamente no tuvimos todo lo que necesitábamos para continuar con el proceso en la corte”, dijo la detective Sarah Spizzirri, del Departamento de Policía de Omaha.

Como resultado, el niño nunca fue acusado ni enjuiciado.

“Este niño de 12 años es inteligente”, dice. “Sabe hablar. Ha andado por ahí y ha estado involucrado en otras cosas. Aunque fue manipulado por Oscar, sabía lo que estaba haciendo”.

El comportamiento del niño era como si el crimen “era algo normal que ocurrió y no era la gran cosa”, dijo Bees. “No creo que él entendiese inclusive si estaba mal”.

Los niños y el “efecto del espectador”

¿Debería de ser tan impresionante que la policía diga que un niño de 12 años tenía una total falta de empatía?

Como humanos, todos nacemos con algo de empatía, según los psicólogos. Estudios muestran que los infantes recién nacidos responden empáticamente al llanto de otros recién nacidos. Y este comportamiento continúa mientras los bebés se desarrollan. Un estudio de bebés de 18 meses muestra que ellos demostraron empatía de forma espontánea ayudando a adultos a levantar cosas que tiraron.

Pero mientras los bebés creen para convertirse en niños, la empatía compite con otras fuerzas de la naturaleza humana, como el llamado “efecto del espectador”.

Dicha frase fue acuñada en la década de 1960 luego de que gente vio o escuchó a un asesino serial atacar a una mujer en dos ataques por separado en un vecindario de Queens, en Nueva York.

Esta mentalidad desconectada puede ser especialmente penetrante entre los jóvenes, que son demasiado jóvenes para comprender lo que significa la victimización, dijo Salvatore Didato, un psicólogo organizacional, en declaraciones a CNN en 2009. Cuando un joven o cualquier persona no tiene un vínculo personal con la víctima, es menor propenso a ayudar,

Los expertos dicen que a veces los espectadores ven a la víctima menos importante que la persona que está cometiendo el crimen, que parece tener poder. “La víctima para ellos no es una persona”, dice Didato.

Las escuelas han iniciado programas antiespectador para animar a los niños a intervenir cuando vean acoso escolar. Estos enseñan a los niños sobre cómo informar de casos de acoso u otras actividades donde los niños puedan resultar heridos.