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(CNNMoney) – La resaca del Brexit podría crear dolores de cabeza para la economía estadounidense.

Un puñado de economistas ya están degradando su perspectiva para el crecimiento estadounidense de este año después de que los británicos votaron por salir de la Unión Europea. La votación provocó una grave volatilidad en los mercados bursátiles y una fuerte alza en el dólar. Para Estados Unidos, eso es un doble golpe.

Los expertos de Goldman Sachs, Barclays y Bank of America redujeron su pronóstico para el crecimiento económico de Estados Unidos. Otros economistas dijeron a CNNMoney que prevén reducir sus perspectivas esta semana, pero pidieron no ser identificados ya que las previsiones no eran públicas todavía.

Las reducciones son menores por ahora. Sin embargo, las enormes incertidumbres desatadas por el voto, junto con la ola de ventas del mercado de valores, son los principales motivos de que se espere una reducción en el crecimiento de Estados Unidos.

“Esperamos solo un pequeño lastre neto sobre el crecimiento estadounidense a causa del voto Brexit, con la advertencia de que el panorama podría cambiar significativamente si los mercados accionarios siguen cayendo”, dijo Jim O’Sullivan, economista de High Frequency Economics, una firma de investigación que también rebajó ligeramente su pronóstico.

Lo último que Estados Unidos necesita es otro viento en contra. El crecimiento ha sido anémico en lo que va del año: la economía estadounidense creció solo 1,1% entre enero y marzo a tasa anual, informó el Departamento de Comercio este martes. Eso es mayor a la estimación inicial de 0,5%, pero sigue siendo muy bajo.

Más allá de un débil crecimiento económico, la creación de empleo ha comenzado a ralentizarse esta primavera y los empleadores estadounidenses son muy tibios a la hora de invertir en sus propios negocios. El mejor crecimiento ya era una batalla cuesta arriba, antes del Brexit.

El comercio estadounidense con el Reino Unido representa menos del 1% de la actividad económica estadounidense. Estados Unidos tampoco se verá directamente afectado si la economía británica se hunde en una recesión como resultado de salir de la Unión Europea.

Sin embargo, el Brexit podría afectar a la economía estadounidense en dos principales formas: los mercados de valores volátiles y un dólar fuerte.

Cuando las acciones rebotan mucho —solo en los últimos dos días, el Dow Jones perdió cerca de 900 puntos—, los estadounidenses tienden a frenar el gasto. Y los consumidores estadounidenses representan alrededor del 70% de la actividad económica en Estados Unidos. Cuando no gastan, la economía no crece. Su sentimiento acerca del gasto suele estar relacionado con la forma en cuán bueno o malo es el desempeño de las acciones estadounidenses.

En segundo lugar, un dólar fuerte hace que las exportaciones estadounidenses sean más caras y menos atractivas para los compradores extranjeros. Un dólar más fuerte por lo general perjudica a las exportaciones estadounidenses y al comercio; un tema que se desarrolló el año pasado y que afectó en especial a los fabricantes estadounidenses.

El Brexit “es uno más en una larga serie de golpes a la confianza, que afectan a una ya vulnerable economía estadounidense y global”, dice Ethan Harris, economista global de Bank of America, que recortó su estimación de crecimiento hasta en 0.2 puntos porcentuales.

No todo el mundo está reduciendo sus perspectivas.

El economista de UBS Samuel Coffin se mantiene firme en su previsión económica de Estados Unidos, aunque añade que “la decisión de Reino Unido añade un poco de riesgo a la baja a las previsiones de crecimiento”.

Así que, no presiones el botón de pánico económico en Estados Unidos todavía, no parece que el Brexit vaya a provocar una recesión en Estados Unidos este año. Pero la histórica votación significa que se ciernen mayores incertidumbres a ambos lados del Atlántico.