Combatientes de las fuerzas Democráticas de Siria, en el funeral de uno de los luchadores que murió en Manbij (DELIL SOULEIMAN/AFP/Getty Images).

(CNN) – Un civil estadounidense que luchaba junto a las tropas kurdas murió en Siria murió en el combate contra ISIS, según un comunicado de la página web oficial de las Unidades de Protección Popular, o YPG.

El YPG dijeron que Jonathan Levi Shirley, un voluntario también conocido como Agir Servan, murió el 14 de julio en Manbij, una ciudad controlada por ISIS en el norte de Siria.

Shirley viajó por primera vez a Siria en febrero de 2015, para unirse al YPG en el Kurdistán sirio. Después de un corto viaje de regreso a Estados Unidos, regresó a Siria en enero de este año.

El YPG, un grupo kurdo de unos 30.000 combatientes, es el socio principal de las Fuerzas Democráticas de Siria, que también incluye algunos grupos árabes y cristianos más pequeños.

Quería unirse a la Marina

Su madre, Susan Shirley, dijo que su hijo siempre quiso unirse a la Infantería de Marina de Estados Unidos, pero su vista no era lo suficientemente buena.

“Nació con muy mala vista”, dijo el jueves. “Fue operado cuando era adolescente. Aun así, no fue suficiente para unirse a la Marina”.

El último contacto que Shirley tuvo con su familia fue en abril, con su hermana.

La familia fue notificada de su muerte por el consulado de Estados Unidos en Turquía, dijo su madre. Llamaron unos cinco días después de la muerte de su hijo porque “se tomó un tiempo para verificar que era él”, dijo Susan Shirley.

Estados Unidos no ha confirmado públicamente la muerte de Shirley.

Combatientes estadounidenses en Siria

Decenas de estadounidenses y otros occidentales están luchando en Siria, principalmente con grupos kurdos.

“Es mejor levantarse y hacer algo si crees que puedes ayudar a quedarte sentado a ver porque ‘oye, está en el otro lado del mundo y no es mi problema”, dijo a CNN el combatiente Randy Roberts el año pasado.

El mes pasado, American Keith Broomfield murió luchando junto a las tropas kurdas en Kobani, según el Departamento de Estado.