(CNN) – Lijjon DeSilva tenía un secreto.
Lo mantenía de noche, cuando podría ver las estrellas en el cielo mientras se iba a dormir en un estacionamiento. Lo mantuvo durante el día mientras iba a clases en la Preparatoria Lee de Houston.
DeSilva en un principio no les dijo a los directivos y maestros que desde hace tres años dormía en la calle -desde que tenía 15 años- luego de que anduvo de casa en casa de familiares. Su mamá murió cuando tenía cinco años y creció en la pobreza.
Pero cuando una trabajadora social de la escuela comenzó a romper el hielo, la vida de DeSilva dió un giro. El estudiante, que dormía en autobuses y parques, había estado luchando para permanecer en la escuela y no pudo mostrar documentos de residencia.
“No le creí la primera vez. Pensé que ella estaba con la escuela intentando preguntar porque no tenía ciertos documentos, pero ella siguió tras de mí intentando averiguar qué pasaba y cómo podía ayudar. Una vez que me abrí con ella, las cosas empezaron a cambiar para bien”, dice DeSilva.
Muy bien, de hecho.
El estudiante, ahora de 20 años, floreció y se graduó a finales de mayo con los de mejores calificaciones de su clase. Él ganó una beca completa en el Carleton College en Northfield, Minnesota. Las clases comienzan a mediados de septiembre.
Jessica Smith, que trabaja como jefa de proyecto con la organización no gubernamental Communities in School, que previene que estudiantes dejen la escuela, presionó para que a DeSilva se le permitiera quedarse en la escuela y obtener su diploma. Ella obtuvo el apoyo de otros maestros y del director Jonathan Trinh.
“Cuando nos conocimos, supe que él era un niño extraordinario y brillante con rumbo a la universidad”, dijo Smith a CNN. “Veo este tipo de cosas todos los días y todo lo que se requiere es una persona que ayude a esos niños a que tengan un mejor futuro. Sabía que debía hacerlo por él”, dice Smith.
Trinh sacó de sus bolsillos para pagar la estancia de DeSilva en un hotel por 30 días y Smith se volcó a las redes sociales para pedir a amigos que levantaran al estudiante mientras completaba sus estudios.
“Todos necesitan ayuda. Todos necesitan amor”, DeSilva dijo al Distrito Escolar Independiente de Houston en un video sobre sus logros.
La historia del graduado comenzó en el noveno distrito de Nueva Orleans, donde creció en la pobreza. Él vivió en varios lugares con parientes. A la edad de 14, dice, fue enviado brevemente a África porque su padre no quería cuidar de él.
Una vez que su visa expiró, se mudó a Houston a vivir con sus primos. Él dijo que ellos hicieron que dejara la escuela y se pusiera a trabajar. “Cuando comencé a cuestionarlos sobre a dónde iba a dar mi dinero, ellos se enojaron, me dijeron que era un irrespetuoso y me corrieron. Solo necesitaba el dinero para nueva ropa y comida. Todo lo que tenía era viejo y estaba roto”, dice DeSilva.
A los 15 años se encontró solo. Pero DeSilva creía que dicha experiencia lo estaba preparando para algo más grande.
“Quería poder vivir como un niño normal. Pero dormía en parques. Me gustaba dormir en estacionamientos porque podía ver las estrellas”, dijo DeSilva a CNN.
En la preparatoria Lee, lentamente comenzó a creer en gente que intentó ayudarlo. Ahora DeSilva considera a Smith a Trinh como figuras materna y paterna.
Luego de que se graduó el 27 de mayo, la Fundación Posse le dio una beca completa para la universidad, dijo Eric Sieger, director de relaciones con los medios del Carleton College, una pequeña escuela privada de artes liberales.
Smith comenzó una recaudación para que el graduado pueda cubrir sus costos de transporte a la universidad, comprar una computadora portátil y amueblar su dormitorio, así como usar algo de ropa cálida para el frío invierno de Minnesota. Hasta ahora se han reunido 23.000 dólares.
DeSilva se siente bendecido.
“Con mi tipo de vida, creí que iba a morir”, dice. “Pero no iba a dejar que mi situación me detuviera. Siempre quise un propósito y siento que encontré uno. Una vez que gané la beca realmente me di cuenta de que lo podía hacer. Mi imposible se convirtió en un ‘soy posible’”.