(CNN) – Air Link, un nuevo concepto creado por el laboratorio indio Graviky Labs, usa aire contaminado para crear pintura y tinta.
La primera línea de productos de Air Ink incluye lapiceros, pinturas a base de aceite y pintura en aerosol. Cada producto contiene pigmentos de hollín de carbón.
La tinta es idea del fundador de Graviky Labs, Anirudh Sharma, quien se describe como un inventor crónico. Sharma creó previamente LeChal, un zapato inteligente equipado con sensores que ayudan a personas ciegas a caminar a través de vibraciones suaves.
En una reciente asociación con Tiger Beer, Graviky Labs probó su producto a base de hollín en Hong Kong –que es conocida por su alta contaminación– y lo puso en las manos de artistas locales.
9 artistas fueron invitados a pintar murales con la tinta en el distrito de Sheung Wan de la ciudad.
Así se agarra hollín de carbón
La inspiración de Sharma para crear Air Ink llegó luego de una conversación con un amigo en India en la que se quejaron en como la contaminación dejaba manchas en sus ropas.
El inventor experimentó con la idea mientras se desempeñaba como investigador en el MIT media lab y luego fundó Graiky Labs en la India, en el que desarrolló aún más su concepto.
“Pensé, los artistas pueden crear sus obras a través manchas, marcas, tinta y pintura. ¿Cómo podemos tratar este problema de contaminación del aire de una manera creativa, como lo haría un artista? ¿Qué pasa si se utiliza el arte como una forma de reutilizar el hollín de carbón?”.
Es por ello, que por los últimos tres años, el equipo de Sharma en Graviky Labs han investigado como capturar, purificar y reutilizar el hollín de carbón y convertirlo en pintura.
Pintar con la contaminación
Las emisiones de automóviles son uno de los mayores factores que contribuyen a los graves problemas de contaminación en la India.
El aire en Nueva Delhi, por ejemplo, fue calificado por la OMS en 2014 como el aire más contaminado del mundo (con la mayor concentración de partículas menores de 2,5 micrómetros).
“Por esto, queríamos crear tecnología que pudiese capturar las emisiones de carbón de vehículos sin comprometer el rendimiento del mismo”.
El hollín de carbón es primeramente capturado usando un dispositivo cilíndrico que se coloca sobre el tubo de escape de un carro.
A continuación, cuenta Sharma, el hollín se somete a un proceso de purificación que elimina los metales pesados y cancerígenos.
El hollín de carbón purificado se mezcla entonces con otros materiales para convertirlo en una pintura duradera.
“El hollín se mezcla con aceites para crear la pintura al óleo, la pintura en aerosol se envasa con gas comprimido… los resultados finales son materiales que funcionan como cualquier otra pintura”.
Según Sharma, un lapicero de Air Ink contiene entre 30 a 40 minutos de emisiones de carbón de un solo carro.
“En este momento estamos experimentando sobre cómo podemos utilizar este carbón purificado. Tal vez un día, incluso a crear esculturas”.
¿Es esta la manera más creativa para salvar el planeta?
El producto está todavía en desarrollo y Sharma no se atreve a describir –por los momentos– el Air Ink como algo que pudiese salvar al planeta.
Sin embargo, explica que el propósito general de Air Ink es reducir la cantidad de partículas en el aire.
“La tinta atraparía las partículas (encontradas) en las emisiones (de carbón), que de otra manera hubiese ido a nuestros pulmones”.
“Lo que estamos haciendo es reutilizar un contaminante que enferma a las personas, que está destruyendo nuestro ambiente y que está en nuestro aire”.
Sharma dice que el trabajo del laboratorio con la tinta está lejos de finalizar.
En la actualidad, su equipo está trabajando en producir un producto a gran escala, de la manera más eficiente y ambientalmente segura posible.
Cath Love, una artista que participó en la iniciativa de Air Ink en Hong Kong, cree que la idea –aunque en su etapa inicial– es una “genialidad y merece una oportunidad”.
“No soy una científica, no puedo decir si esto dejará una huella en nuestro ambiente. Pero el concepto –hacer uso de lo que ya tenemos en nuestro aire, en vez de sacarlo de un nuevo material– es en realidad un enfoque positivo para la creación de arte sostenible”.