Los captores de Maida la utilizaron como portavoz obligada en un nuevo video que muestra a unas 50 de las chicas secuestradas en Chibok.

(CNN) – Esther Yakubu mira fíjamente una gastada fotografía de su hija mientras canta una de sus canciones favoritas mientras piensa en ella.

Pero dos años después de que Maida y más de 200 de sus compañeras de clase fueran secuestradas por Boko Haram, otra imagen es la que ahora ocupa su mente: la de su hija adolescente rogando por su libertad mientras le apunta un arma.

“Ver a mi bebé junto a un terrorista con munición alrededor de su cuello no es algo sencillo para una madre”, dijo Esther. “Pero también le doy gracias a Dios todopoderoso. Dicen que la mayoría de las niñas han muerto, pero la mía está viva”.

Los captores de Maida la utilizaron como portavoz obligada en un nuevo video que muestra a unas 50 de las chicas originarias de Chibok -en medio de escenas gráficas de cuerpos sin vida de jóvenes mujeres, tomadas luego de un supuesto bombardeo nigeriano, según el grupo terrorista.

Vestida con una abaya negra y un pañuelo decorado en la cabeza, la joven de 18 años mira hacia un militante camuflado y armado quien le instruye qué decir.

A diferencia de la imagen de pantalla en el celular de Esther, que muestra a una Maida de 16 años en su mejor vestido, con la vida emanando de ella, en las nuevas imágenes no hay destellos de felicidad, y el futuro de Maida es sin duda poco claro.

Agitada, ella explica quién es, de dónde es, antes de emitir una súplica por su libertad. Detrás de ella, otras rehenes con túnicas hasta el piso observan, con la cara petrificada, mientras ella urge a sus padres a presionar al gobierno nigeriano para liberar a combatientes terroristas como intercambio para su puesta en libertad.

Ruego de libertad

Para Esther y su marido Yakubu Kabu, el video, publicado el domingo por Boko Haram, es la primera prueba de que Maida está viva desde que fue secuestrada en su escuela en abril de 2014.

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“Cuando vi ese video, estaba muy triste porque se trata de mi bebé ahí de pie mientras alguien le apunta con un arma”, dijo Yakubu. “Todos empezamos a llorar”.

“Le doy gracias a Dios de que ella está viva. El video nos da esperanza de que nuestra hija pueda ser rescatada”

El último trauma de una familia

Esther Yakubu está furiosa por lo que considera es una falta de acción por parte de sucesivos gobiernos nigerianos para asegurar la liberación de su hija y el resto de las niñas secuestradas.

“El gobierno no ha hecho nada”, dijo. “Cuando atacaron Chibok, las chicas que escaparon lo hicieron por ellas mismas, lanzándose desde el camión, incluso algunas se quebraron las piernas”.

“No recibieron ayuda del gobierno, ni apoyo. Nada. Amina Ali, quien escapó (en mayo de 2016), lo logró por ella misma. No es justo”.

El gobierno de Nigeria ha dicho que continúa “en contacto” con Boko Haram y que trabaja por la liberación de las niñas, según señaló el Ministro de Información y Cultura en su página oficial de Facebook.

Esther Yakubu dice que el trauma por el secuestro de Maida ha afectado su salud: “Mi presión sanguínea es alta y no baja”.

Al menos 16 padres de las niñas secuestradas han muerto durante el tiempo que sus hijas han permanecido cautivas. Pero la familia dice que su inquebrantable fe cristiana los ha ayudado a seguir adelante en estos tiempos oscuros.

Ellos oran todas las mañanas y a medianoche por que su hija vuelva a casa. El video, aunque perturbador, les ha dado nuevas esperanzas de que Maida pronto pueda ser liberada.

“Estoy feliz, muy feliz”, dijo Yakubu después de ver el video. “Porque mientras ella siga viva, la volveremos a ver algún día”.