(CNN) – Para una generación de atletas en la familia Swarts, parecía como si el sueño olímpico nunca fuera a suceder.
Odessa Swarts, una atleta de pista y campo que compitió a nivel provincial en Sudáfrica, no pudo clasificarse para el equipo nacional, por no hablar de los Juegos Olímpicos de verano, debido a su origen étnico, mientras que el país estaba bajo el apartheid.
Ella nunca tuvo la oportunidad. Pero su hijo está compensándolo.
El hijo de Swarts, Wayde van Niekerk, ganó el oro en el sprint de 400 metros este domingo en Río con un récord mundial de 43,03 segundos. El registro histórico en el evento había estado en manos del atleta de EE.UU. Michael Johnson desde hace más de 15 años.
“Yo estaba totalmente ciego en el carril exterior. Recuerdo alcanzar la marca de 200 y todavía sentir que no había mucha gente a mi alrededor, y llegué a los últimos 100 metros y me dijo ‘todavía no siento a nadie cerca de mí’”, le dijo van Niekerk a CNN en una entrevista.
Fue un momento tan impresionante que el hombre más rápido del mundo, Usain Bolt de Jamaica, subió las gradas del estadio y lo abrazó.
Pero hace 24 años la trayectoria van Niekerk en los Juegos Olímpicos, e incluso su capacidad de tener una vida normal, estaban en duda.
“Él nació (antes de tiempo) a las 29 semanas. Empecé el parto a las 28 semanas y no había nada que lo detuviera”, dijo su madre a CNN.
“Era muy flaco … no era más que carne y hueso. Nos dijeron que si lograba sobrevivir las primeras 24 horas, tendría una discapacidad”, dijo Swarts. “Hoy en día está de pie en el escenario mundial. ¿Quién lo habría pensado?”.
Van Niekerk ha dado una de las actuaciones más destacadas de estos Juegos de Río. Sin embargo, para su madre no se trata de las oportunidades que ella perdió.
“Si hubiera tenido todas esas oportunidades, mi hijo no estaría aquí hoy. Esa época no era para mí. Estaba destinada para la generación que viene ahora”, dijo. “Nunca tuvimos la oportunidad de estar en el escenario mundial, como nuestros atletas lo están haciendo ahora. Dios tenía un plan para esta época”.
Para van Niekerk, su prueba con récord es mucho más que un orgullo de la familia - es un momento simbólico para la era post apartheid en Sudáfrica.
“Cuando llegué a la meta final, me sentí como un sudafricano orgulloso, no como un orgulloso hombre de color de Sudáfrica”, dijo. “Estoy feliz y orgulloso de ser un embajador de mi país”.