Perell fue elegida como la Empresaria del año de Ernst & Young's en 2013.

(CNNMoney) – Desde niña Kim Perell ha trabajado duro por todo lo que tiene.

Ella recuerda ir de puerta en puerta recolectando latas y canjearlas por cinco centavos cada una para tener dinero para sus cosas. Cuando quiso aprender equitación limpiaba los establos. Cuando quiso un coche a los 16 años, trabajó haciendo pizzas y vendiendo trajes.

Entre los 20 y los 30 años fue a la escuela y trabajó en un banco de inversión, una firma de marketing directo y una empresa emergente de tecnología. Al cabo del tiempo, inició dos empresas propias.

Hoy, con 39 años, es la presidenta de Amobee, una firma de marketing digital de varios millones de dólares en San Diego. Perell dice que debe su tenacidad e iniciativa a sus padres.

Aprender la resiliencia o capacidad de recuperación de su experiencia como emprendedora fue la salvación de Perell tras la desaparición inesperada y devastadora de Xdrive, la empresa de tecnología en la que trabajaba después de graduarse.

Como directora de marketing, Perell ayudó a XDrive a recaudar dinero mostrando a los inversionistas que el negocio de ventas publicitarias de la compañía aumentaba las ventas. Pero la actividad principal de la empresa, el almacenamiento de datos, no estaba generando ingresos. Por tanto, cuando la burbuja tecnológica reventó el grifo de los inversionistas se cerró y la fiesta se terminó.

“Cuando XDrive quebró, fue el peor momento de mi vida”, admitió Perell.

Pero en lugar de acobardarse, Perell decidió saltar de nuevo. Tres meses después de la bancarrota de XDrive, Perell ideaba un plan en la mesa de cocina de sus suegros para lanzar su propia empresa de marketing digital, Frontline Direct. Arrancó la empresa en 2002, autofinanciándola con 10.000 dólares que tenía en el banco y muchas deudas de tarjetas de crédito.

Con el tiempo FrontlineDirect llegó a reportar 100 millones de dólares en ingresos anuales y Perell la fusionó en un acuerdo de 30 millones de dólares con una empresa europea de marketing, para formar AdconionDirect. Esa compañía fue comprada en 2014 por Amobee, una unidad del gigante asiático de las telecomunicaciones SingTel.

Ahora Perell quiere devolver la oportunidad que ella tuvo invirtiendo en otras startups. Como inversionista ángel, tiene más de 60 inversiones activas en prometedoras empresas. Ha vendido más de una docena de las startups en las que ha invertido por 500 millones de dólares, dice.

“Estoy segura, cuando miro al futuro, de que apenas estoy empezando”, señala.

Kim Parell es la presidenta de Amobee, una compañía de marketing digital.

Esta es historia de éxito de Perell:

¿Cómo fue la vida mientras crecías?

Mi padre abrió un taller de autoservicio para reparación de coches en Portland que quebró. Luego entró al negocio de los techos, cuando no pudo costear las tejas creó una máquina en nuestra cochera para hacer tejas de hormigón.

Cuando el mercado inmobiliario tocó fondo en la década de los 80 cerró su compañía. Con el tiempo, se metió en la construcción de asilos para ancianos. En el camino abrió un restaurante y fracasó. Empezó con un bar y también se fue a la quiebra.

Puedo ver paralelismos entre los dos. Él creó sus propias tejas, yo creé mi propio mercado.

Cuando comencé una compañía de publicidad digital no había suficientes anunciantes digitales, por lo que busqué productos que pudiera comprar directamente de los fabricantes para venderlos luego a los consumidores en línea. Desde juguetes a blanqueador dental.

Mi madre también era empresaria, pero su trabajo giraba en torno a los valores de la compañía, ayudaba a las empresas a priorizar a las personas antes que el producto.

Ella era más consistente y deseaba que mi padre tuviera un “trabajo real”. Esa presión financiera fue la causa de su separación.

¿Cuál ha sido el mayor obstáculo que has enfrentado y cómo lo venciste?

Xdrive fue quizás el mejor trabajo que he tenido jamás. Tenía 22 años, íbamos al hotel Four Seasons en Hawái, al programa de Howard Stern y gastábamos el dinero como si nos quemara las manos. Fue muy divertido.

Pero cuando se fue a la quiebra en 2001, fue el peor momento de mi vida.

Todos los amigos a los que les había conseguido trabajo fueron despedidos. Las personas dependían de mí.

Eso es difícil de superar. Yo tenía 10.000 dólares en el banco y pensé: “¿Qué voy a hacer ahora?” Mi esposo dijo que sus padres nos dejarían vivir en su condominio en Hawai, así que un sitio que no nos costaría dinero.

También pude ver la oportunidad. Pude ver que podía crear algo de la nada, desde una perspectiva de la publicidad digital. La gente quería publicitarse en línea y no se necesitaba una gran infraestructura. Todo lo que necesitabas era una computadora, una mesa, una cuenta de GoDaddy y buenas relaciones para lanzar una empresa como la mía.

El peor de los momentos se convirtió en el mejor de los momentos.

¿Sientes que tuviste menos oportunidades para salir adelante que otras personas exitosas?

Viendo ahora a mis hijos, y pensando en mis conexiones, ellos tienen más oportunidades. Pero en Oregon no teníamos eso, así que tuve que crearlas.

¿Cuál fue tu gran oportunidad?

La venta de mi primera empresa, FrontlineDirect, al holding europeo de medios digitales Adconion Media Group por 30 mdd, esa fue mi gran oportunidad.

Fusionamos las dos empresas como AdconionDirect y seguimos construyéndola y creciéndola en una compañía de 350 mdd. Buscamos un comprador estratégico que pudiera ayudarnos a escalar hasta convertirnos en un negocio de mil millones de dólares.

Amobee fue el comprador perfecto. Era propiedad de SingTel, una empresa de telecomunicaciones de 50.000 mdd. AdconionDirect vendió sus activos de Estados Unidos y Asia Pacífico a SingTel (Amobee) en 2014 por 235 millones de dólares.

Hoy en día tenemos 20 oficinas diferentes por todo el mundo y yo superviso a 550 empleados.

¿Hay algo que hagas todos los días que te ayude a alcanzar tus objetivos?

Escribo todas mis metas y las veo con regularidad.

Cuando fui CEO de mi última empresa escribí un gran objetivo en una nota de post-it: vender mi empresa antes de junio de 2014, y lo hicimos.

Escribir las metas reduce las excusas y te focaliza en lo que tienes que hacer.

¿Cómo defines el éxito, crees que lo has alcanzado?

Yo defino el éxito como el número de vidas que puedo influir positivamente. Creo que puedo influir más, así que no creo haberlo alcanzado. Creo que nunca se puede lograr por completo.

Desde un punto de vista muy práctico es: “Quiero crear tantos millonarios como sea posible, que luego puedan devolver esa oportunidad”.

Creo que cualquiera puede ir de ordinario a extraordinario, la oportunidad está ahí.