Nota del editor: Esta historia es parte de Pixel, una nueva serie que cuenta la historia de los fotógrafos más inspiradores alrededor del mundo.
(CNN) – Ami Vitale superó al presidente Obama.
En China, donde la fotógrafa está documentando las actividades de los pandas, su trabajo está siendo tan bien recibido que el director del programa de rescate de pandas del Wolong Nature Reserve, Zhang Hemin, la dejó abrazar a dos pandas bebés. (El líder del mundo libre solo abrazó a uno).
Pero esta no fue la primera pasión de Vitale. Originalmente era fotógrafa de guerra, cubriendo algunas de las zonas más conflictivas del mundo.
Su pasión por la fotografía de la naturaleza llegó luego de tomarse unas vacaciones de seis meses: “estuve cubriendo estos eventos por un tiempo, estaba quemada y sufrí de estrés postraumático. Me dije que iba a tomarme unas vacaciones de 6 meses. Necesitaba sanar”.
Una organización sin fines de lucro llamada ‘The Nature Conservancy’ le dio la oportunidad de “ver la belleza y la magia que existe en todas partes”, como lo describe la propia fotógrafa. Vitale suspendió sus vacaciones y aprovechó la oportunidad.
Participó en una serie llamada ‘Kenya’s Last Rhinos’ (Los últimos rinocerontes de Kenya), sobre los guardaparques que cuidan a los pocos rinocerontes blancos que existen en el mundo.
“He estado en esta misión de ir y contar estas historias sobre las personas que arriesgan sus vidas”, explica Vitale. “(Los guardaparques) cuidan a estos animales durante todo el día, luchan contra leones, contra cazadores furtivos y los cuidan como si fuesen sus propios hijos”.
Desafortunadamente, a pesar de sus esfuerzos y de la documentación de Vitale, la fotógrafa dice que el rinoceronte blanco está “funcionalmente extinto”.
Sin embargo, en otra parte del mundo, Vitale ha podido documentar una historia de éxito: recientemente se anunció que el panda gigante ya no está en peligro de extinción.
‘Un pequeño milagro’
La serie ‘Pandas Gone Wild’ muestra lo que Vitale llama un ‘pequeño milagro’: un programa de la organización ‘Wolong Nature Reserve’ en la que liberan a pandas nacidos en cautiverio.
“Resulta que luego de una generación en cautiverio, los pandas se olvidaron cómo vivir en su hábitat natural y hay que entrenarlos”, explica.
Vitale, que trabajó codo a codo en el programa, tuvo que usar un disfraz de panda con la esencia del animal, para así no poner nerviosos a los animales.
Vitale encuentra muchos puntos en común entre los animales y sus cuidadores.
“Creo que todos nosotros, cada criatura, es un gran misterio”, dice la fotógrafa.
Ella sugiere que la clave es darle el tiempo suficiente al sujeto para que muestre quién es. Vitale lo sabe, de ser una niña “increíblemente tímida, introvertida y torpe”, a ser fotógrafa.
“La primera vez que sostuve una cámara se convirtió en una herramienta increíble para salir y relacionarme con el mundo”, recuerda. “De repente, me di cuenta de que no tengo que temerle a la gente. Así que la fotografía se convirtió en mi pasaporte para salir y sentirme empoderada”.
Más información sobre el trabajo de Vitale estará disponible en la edición de agosto 2016 de la revista de National Geographic, así como en esta página web: http://www.nationalgeographic.com/magazine/2016/08/giant-pandas-wild-animals-national-parks/