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(CNN) – Los debates presidenciales son sobre ideas, preguntas difíciles… y errores.

El impacto de los buenos momentos puede desvanecerse, pero los errores pueden perdurar, alterar la contienda y cambiar las tendencias.

Los errores ocurren en casi todos los debates. Y mientras Hillary Clinton y Donald Trump se enfrentan por primera vez este lunes, 56 años después de aquel famoso enfrentamiento entre Richard Nixon y John F. Kennedy, los televidentes estarán en alerta por cualquier error que pueda sellar el destino de alguno de los candidatos.

Aquí están ocho grandes errores de las casi seis décadas de debates presidenciales.

Nixon contra Kennedy, 1960

El primer debate televisado presentó a un candidato que entendió el poder de la televisión y otro que no lo hizo. John F. Kennedy, alto, joven y confiado, miró a la cámara y se dirigió a 80 millones de televidentes.

Richard Nixon, pálido y recuperándose de una gripe, volteó los ojos, se miraba perdido mientras respondía a quienes hacían preguntas, en vez de a los televidentes. Nixon también sudaba y no se había rasurado. La gente que escuchó el debate en la radio creyó que Nixon ganó. La gente que miró el debate, creyó que Kennedy ganó. La portada del Daily News de Chicago del día siguiente resaltó la importancia de lo visual: “¿Fue Nixon saboteado por los artistas del maquillaje de la televisión?”.

Le fue tan mal a Nixon que, por los siguientes 16 años, los candidatos en elecciones generales evitaron los debates televisados.

Ford contra Carter, 1976

Fue tan memorable el error del presidente Gerald Ford que inclusive terminó en su obituario. Cuando le preguntaron sobre la expansión del poder de Rusia en el este de Europa, Ford lo negó tajantemente.

“No hay dominación soviética en el este de Europa, y nunca la habrá durante una administración Ford”, dijo.

Impactado, el moderador le dio a Ford la oportunidad de modificar su respuesta. Pero Ford se mantuvo en su respuesta a través del debate, insistiendo que Polonia, Yugoslavia y Rumania eran “independientes y autónomos”.

La respuesta de quien se le consideró “el presidente por accidente”, solo resaltó el sentido entre algunos de que él no estaba preparado para el trabajo.

Dukakis contra Bush, 1988

La pregunta no era difícil.

“Gobernador”, preguntó Bernard Shaw, de CNN, “si Kitty Dukakis fuera violada y asesinada, ¿estaría a favor de una irrevocable pena de muerte para el asesino?”.

No fue un momento más fácil u oportuno para que Michael Dukakis, el gobernador demócrata de Massachusetts, sonara muy humano. Pero él abanicó y discutió su dura oposición a la pena de muerte. Habló sobre cómo Massachusetts tenía la tasa de asesinatos más baja del país, y criticó al entonces vicepresidente George H.W. Bush por sus políticas sobre la guerra contra las drogas.

Lo que ni hizo durante su respuesta de dos minutos es hablar sobre su esposa, Kitty. El siguiente día, Kitty Dukakis dijo que la pregunta era perturbadora e inapropiada. Dukakis luego admitió que fue un error el responder esa pregunta tan cruda de una forma tan cínica.

Bush, Clinton y Perot, 1992

Justo cuando un miembro de la audiencia se paró para preguntar al presidente George H.W. Bush sobre cómo la deuda nacional le afectaba personalmente, Bush miró su reloj. En ese momento, él le dio a Bill Clinton una oportunidad.

Él también dio la impresión durante el primer foro presidencial que no le importaba el asunto y que tenía mejores cosas que hacer con su tiempo. El gobernador de Arkansas golpeó, mostrando su raro don de conectar con los votantes al acercarse a la persona que preguntaba y pintar una imagen de una economía en desastre donde sus amigos y vecinos habían perdido trabajos.

El debate hizo eco de un titular del New York Times meses antes en que se sugería que él estaba desconectado de los votantes promedio: “Bush se encuentra en el supermercado, sorprendido”. Bush después dijo que en ese momento él estaba pensando: “Odio esos debates. Estoy tan aliviado de que ya casi se acaban”.

Bush contra Gore, 2000

El vicepresidente Al Gore simplemente no pudo ocultar su exasperación. Especialmente no después de que los operadores republicanos publicaron un video de él suspirando y suspirando y una vez más suspirando durante el primer debate presidencial contra George W. Bush. Luego de que el video circuló, la narrativa entera del primer debate cambió.

La discusión tras el debate hizo que la victoria se convirtiera en derrota para Gore en los días posteriores. Los columnistas se burlaron de él. Y los comentaristas tenían un punto de cual discutir. En el programa Today de la cadena NBC, Katie Couric le preguntó sobre si suspirar era un “comportamiento presidencial”.

En 2007, Gore recordó y dijo: “Los suspiros, los suspiros, los suspiros. En menos de 18 años, ellos hicieron girar la percepción hacia que todo era sobre mi suspirando. Y eso da miedo. Eso da miedo”.

Rick Perry contra su memoria, 2011

“Oops” no es una palabra que anuncie algo bueno.

Para el entonces gobernador de Texas, Rick Perry, anunció el comienzo del fin de su carrera por la nominación republicana en 2012. En ese momento, él comenzó muy fuerte y específico.

“Te diré. Son tres agencias del gobierno que cuando llegue desaparecerán”, dijo, mientras miraba al congresista Ron Paul, que estaba de pie junto a él. “Comercio, Educación y… ¿cuál es la tercera?”.

Finalmente se dio por rendido luego de que el moderador lo apuró.

“Veamos, no puedo, la tercera… lo siento”, dijo: “oops”.

(Él después recordó que era el Departamento de Energía). La crítica a Perry fue que no estaba listo para ser candidato y que el momento “oops” lo subrayaba.

Barack Obama contra Mitt Romney, 2012

En sus comentarios de cierre durante uno de los debates más vistos en la historia de la televisión, el presidente Barack Obama dijo que “fue un debate estupendo”.

Él estaba en lo correcto, pero para Mitt Romney.

Unos 70 millones de televidentes vieron como letárgico Obama fue golpeado por un muy bien preparado y agresivo Mitt Romney. Obama habló en oraciones corridas. Romney habló punto a punto.

Una encuesta instantánea de CNN de votantes registrados mostró que el 67% creyó que Romney había ganado, y solo el 25% fue para Obama. Inclusive Stephanie Cutter, integrante de la campaña de Obama, concedió a CNN que Romney “logró algunos puntos de estilo”.

El Comité Nacional Republicano dio conocer un video llamado “sonrisa”, que mostró una pantalla dividida en dos con Romney destrozando cómodamente a Obama, mientras el presidente sonreía y asentía.

El pobre desempeño de Obama estremeció la contienda, lo que le dio a Romney cierto momento, al menos hasta el segundo debate.

Marco Rubio, 2016

Cuatro.

Esas son el número de veces que el senador Marco Rubio realizó el mismo ataque contra el presidente Barack Obama. Cuatro veces en cinco minutos.

Perseguido por las críticas sobre que era un senador de primer término sin experiencia que podía dar un discurso, pero no mucho más, Rubio les dio a sus críticos la evidencia que necesitaban. También muy seguramente destruyó cualquier oportunidad de tener un buen desempeñó en la primaria de Nueva Hampshire. Él después hizo algo que raras veces hacen los candidatos presidenciales: admitir un error.

“No lo hice muy bien el sábado por la noche, así que escuchen esto”, dijo a una muchedumbre luego de terminar en quinto lugar. “Eso nunca pasará otra vez”.

Pero el daño estaba hecho y su campaña nunca se recuperó.