(CNN) – Las prisiones no son precisamente los lugares a los que las personas van en búsqueda de inspiración para el diseño. La mayor parte de ellas son brutalistas, bloques utilitarios construidos para albergar fila tras fila de celdas de prisión que ofrecen, en conjunto, condiciones deprimentes para vivir.
Pero unas pocas penitenciarías en desuso han desbloqueado su potencial convirtiéndose en urbanizaciones, y en esa segunda oportunidad de vida algunas cárceles se han transformado en todo, desde hoteles de lujo hasta colegios, complejos de compras, o estudios de cine.
Una cárcel del siglo XVIII en Louviers, Francia, reencarnó como una elegante academia musical. Su diseño ganador de premios presenta una moderna sala de orquesta de cristal yuxtapuesta encima de su fachada clásica de piedra.
Entre tanto, las instalaciones de la correccional Arthur Kill en Staten Island en Nueva York está en proceso de volverse un estudio de televisión y una productora de cine, esperando que celebridades, en vez de convictos, pisen su suelo un día.
Más y más antiguas prisiones están siendo abiertas a la reurbanización en Estados Unidos, gracias a la decisión del gobierno de alejarse de polémicas cárceles con fines de lucro. El anuncio que se hizo en agosto de que el gobierno federal de Estados Unidos podría dejar de usar operadores privados obligaría a muchas instalaciones privadas a cerrar.
A pesar de un pasado oscuro, las personas parecen más felices de empezar a ir a estas antiguas cárceles, quizás porque en muchas oportunidades podrían no tener tan mala compañía.
Los visitantes de la Reading Prison de Inglaterra, que fue abierta al público por primera este mes de septiembre como un espacio de exhibición, pueden ver el lugar donde alguna vez estuvo Oscar Wilde. El escritor y dramaturgo pagó una sentencia de dos años por “conducta obscena” por su relación con otro hombre.
La Pentridge Prison en Australia retuvo a algunos de los más notorios criminales de la nación, incluyendo el legendario criminal conocido como el ‘bandolero’ Ned Kelly, pero ahora está siendo remodelada como un vibrante centro residencial y comercial en Melbourne.
En la capital turca de Estambul, la prisión de Sultanahmet —que ahora es un lujoso hotel Four Seasons— tiene su quinta sección reservada a personajes famosos como el poeta Nazim Hikmet y el humorista Aziz Nesin. Algo que fue un presagio de su destino final como hotel es que esta prisión era llamada irónicamente “El Hilton”.
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