NUEVA YORK (CNNMoney) – Donald Trump tiene una gran promesa para la economía de Estados Unidos: un crecimiento del 4%.
Sin embargo, eso no es posible, de acuerdo con 11 economistas entrevistados por CNNMoney, algo en lo que concuerda el Banco de San Francisco de la Reserva Federal.
“No, los cerdos no vuelan”, dijo Robert Brusca, economista senior en FAO Economics, una firma de investigación. “Donald Trump está soñando”.
El aspirante presidencial republicano hizo esa promesa en un discurso en Nueva York en septiembre. “Creo que es tiempo de establecer un objetivo nacional de alcanzar un crecimiento económico del 4%”, dijo.
Luego de la Gran Recesión, el crecimiento ha sido en promedio del 2%. Brusca y otros economistas dicen que un crecimiento del 4% es imposible, o al menos muy poco probable. La razón: el desempleo ya está en niveles bajos, muchos de los Baby Boomers se están retirando y hay mucho menos trabajos en la industria de la manufactura ahora que en décadas pasadas.
El equipo de Trump dice que logrará un crecimiento del 4% recortando impuestos, logrando mejores acuerdos comerciales y más trabajos en la industria de la manufactura.
¿Qué es lo realista? La Fed de San Francisco estima que el crecimiento normal en términos anuales será de entre 1,5% y 1,75%. Eso es mucho menos que lo registrado entre la Segunda Guerra y 2004, cuando el crecimiento fue de entre el 3% y el 4%.
Una razón para un menor crecimiento es una productividad menor, como por ejemplo la cantidad de artículos que un trabajador de la línea de ensamble puede producir en una hora.
Otro problema es que el ejemplo del trabajador de la línea de ensamble se está volviendo cada vez más obsoleto. Estados Unidos ha eliminado 5,6 millones de trabajos en la industria manufacturera desde el 2000, en su mayoría por la innovación y en parte por el comercio, según estudios.
Los trabajos de la industria manufacturera suelen tener mayor productividad y salarios que los trabajos en las industrias de los servicios, como en la minorista, la educativa y la del cuidado de la salud, la cual ha agregado muchos trabajos de baja productividad, mientras los de la manufactura desaparecen.
Interesantemente, las empresas manufactureras estadounidenses están produciendo más que antes, en términos de dólar. Pero mientras la tecnología reemplaza empleos en la línea de ensamble, más productos pueden ser producidos utilizando menos trabajadores.
Encima de todo eso, los economistas consideran que el desempleo ya no puede bajar más.
La tasa de desempleo se encuentra en 5% y alcanzó inclusive el 4,7% a principios de este año. No puede reducirse más porque siempre habrá personas dejando empleos o buscándolos.
Si el mercado laboral ya se encuentra casi a su máxima capacidad, la economía no se puede expandir más, dicen los economistas.
El desempleo sí estuvo en niveles más bajos en el 2000 -tan bajo como el 3,8%- y la economía estaba creciendo a un 4%. Pero la Fed de San Francisco atribuye esos buenos tiempos a la revolución del internet de finales de la década de 1990.
Sin embargo, si hay soluciones para aumentar el crecimiento, según la Fed.
Muchos economistas están pidiendo más gasto en construcción de nuevas carreteras, puentes y autopistas, tal como lo han propuesto Trump y Hillary Clinton.
Luego de la Segunda Guerra Mundial, la creación del Sistema Interestatal de Autopistas fue un gran impulsor de la productividad y el crecimiento. Ahora puedes ir más rápido del punto A al punto B.
Otras soluciones son menos probables.
Muchos expertos dicen que una reforma inmigratoria integral -con una vía para obtener la ciudadanía- podría resultar en más trabajadores documentados. Históricamente, los trabajadores documentados suelen lograr una mayor productividad que los indocumentados porque generalmente tienen mejores habilidades y pueden tomar trabajos que resultan en productos más valiosos. La productividad no tiene nada que ver con la ética laboral.
Aparte de una reforma inmigratoria y un gasto en infraestructura, la Reserva Federal dice que Estados Unidos necesita reinventarse, tal como lo fue la innovación de la industria tecnológica en la década de 1990. La nueva tecnología de países con alto crecimiento como China e India puede ayudar.
“Otra ola de revolución tecnológica, desde aprendizaje autómata a los robots, puede fomentar el crecimiento de la productividad”, dijo John Fernald, asesor investigador senior de la Fed.