No te pierdas el especial Fuerza en Movimiento, El Salvador: las oportunidades del tejido el martes 18 de octubre a las 8:30pm ET por CNN en Español.
(CNN) – La industria textil en El Salvador emplea a más de 70.000 personas, representa aproximadamente el 45% de las exportaciones del país, y tiene como principal mercado a Estados Unidos, hacia donde se han enviado unos 1.000 millones de dólares anuales en los últimos años.
Gabriela Frías y empresarios del sector discutieron las oportunidades y retos para la industria textil en El Salvador a la luz de los tratado comerciales en la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN) de El Salvador el pasado jueves 22 de septiembre en una charla sobre las perspectivas de la industria, un evento con el apoyo de Avianca.
Johana Hill, asesora de CAMTEX, la Cámara de la Industria Textil, Confección y Zonas Francas de El Salvador señaló que El Salvador es el noveno proveedor de ropa de EE.UU. La clave en este papel destacado del sector textil salvadoreño es la calidad de las telas que se producen en El Salvador para clientes en el país y en el extranjero, dijo según Orsy Cornejo, gerente administrativo financiero de Pettenati Centroamérica.
Rodrigo Bolaños, de League C.A., por su parte, destacó la capacidad de trabajo de los salvadoreños en el sector textil como un valor clave en el desarrollo de la industria. “El salvadoreño es un grupo especial de gente muy trabajadora, emprendedora y leal”. El caso de League C.A. —que fabrica sudaderas de las universidades más prestigiosas en EE.UU.— es particular por su manera distinta de hacer negocios, pues con un enfoque social logra cambiar la vida de jóvenes salvadoreños. Bolaños lo describe como un “campus universitario”: los empleados trabajan y estudian y el objetivo de la compañía es que sus trabajadores crezcan como profesionales y salgan de la empresa para construir país.
“El Salvador necesita el área textil para despegar”, dijo Bolaños.
Finalmente, el profesor Manuel Sánchez Masferrer, investigador de la ESEN en las áreas de Economía, Métodos Cuantitativos y Política Pública, explicó cómo desde la ESEN abordan la capacitación de estudiantes para el progreso del sector. La idea, dijo, es desarrollar en los estudiantes las habilidades, motivarlos a descubrir la industria y emprender: “Lo que estamos viendo en El Salvador es el movimiento de la industria del ensamble, de la maquila, con poco valor agregado, a un modelo de más complejo que requiere mayor conocimiento” en la que está involucrada la concepción, el diseño, la producción y la comercialización.
Juan Carlos Zighelboim, cofundador y presidente de TexOps, Textiles Opico, señaló que para los estudiantes y futuros emprendedores la clave del éxito no está en una fórmula, pero sí en la pasión: “Si va a ser un emprendedor tiene que tener pasión por lo que hace” y tener persistencia. “Es una serie de eventos, de accidentes, de pasos hacia atrás y hacia adelante, para llegar a un nivel en el que se puede decir que el avión despegó, pero toma tiempo”.
El TPP puede verse como un estímulo
Actualmente, el país tiene gran poderío en el sector de hilos y telas sintéticas. Es más, es el país centroamericano con el único “clúster sintético”: lo que significa que hacen de todo, desde hacer el hilo como tal hasta confeccionar prendas terminadas con valor agregado.
Pero la industria se ve amenazada por el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica que involucra no sólo a EE.UU. sino a Japón, Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei, Singapur, Vietnam, Canadá, México, Perú y Chile. Esto podría hacer que la industria textil en El Salvador pierda su poderío y pierda empresas hacia esos nuevos lugares. Aún así, su cercanía a EE.UU. es de mucho beneficio.
¿Cómo afrontar, entonces, el desafío del Tratado TransPacífico? Para Zighelboim, el TPP también puede ser un estímulo para El Salvador.
Una estrategia de El Salvador es aumentar sus exportaciones hacia Canadá para aliviar el impacto de perder terreno en EE.UU. Francesco Pilenga, director ejecutivo de Pettenati Centroamérica, le dijo a Frías en el especial de Fuerza en Movimiento que tras el acuerdo comercial “la industria tiene que cambiar y diferenciarse para hacer frente al hecho de que Asia va a tener más competitividad a nivel arancelario”.