(CNN) – Desde su cama junto a la ventana, Jadon aprieta el dedo de su padre con toda su fuerza, incluso estando bajo sedación profunda. Anias descansa en una cama cerca de la puerta de la habitación, un testimonio de fuerza y resistencia.
Solo el hecho ver a los niños en camas separadas fue una sorpresa para sus padres.
“Es algo sorprendentemente nuevo”, dijo su madre, Nicole McDonald. Los niños habían compartido cama desde su nacimiento.
Nacieron unidos por la cabeza. Ahora, a los 13 meses de edad, los gemelos —unos pequeños “guerreros”, como sus padres los llaman— pasaron el fin de semana recuperándose de una cirugía de 27 horas para separarlos.
“No puedo esperar para ponerlos uno al lado del otro y que se vean”, dijo Christian, el padre. “Para ser honesto, estoy muy excitado y ansioso por ver ese momento. Eso va a ser un gran día”.
72 horas críticas
La cirugía —que comenzó el jueves y terminó poco antes de 1 p.m. del viernes— fue realizada en el Hospital Infantil del Centro Médico Montefiore en el Bronx. Fue dirigida por el neurocirujano Dr. James Goodrich, considerado el experto más importante en lo que se conoce como cirugía de craneópagos.
Las primeras 72 horas de recuperación fueron las más críticas para la supervivencia a largo plazo, les dijeron los médicos a los padres. Christian dijo que los muchachos estaban estables y recuperándose bien después de un fin de semana de desafíos.
Anias sufrió ataques epilépticos el sábado, incluyendo uno que duró 45 minutos, dijo Christian. Las convulsiones ya se han controlado la medicina Ativan, dijo.
Jadon aún no mueve su lado izquierdo. Aunque esto es preocupante, Christian sigue siendo optimista. “Eso no es algo que realmente preocupe al Dr. Goodrich en este momento”, dijo el padre. “Él dice que no es fuera de lo común. Con suerte, con el tiempo, va a empezar a mover ese lado.”
Ambos niños han abierto sus ojos, a pesar de que están fuertemente sedados y conectados a una gran variedad de equipos médicos. Son demasiado frágiles para quue sus padres los carguen por el momento.
“Jadon te aprieta los dedos y no te deja ir, en su lado derecho”, dijo Christian. “Realmente van bastante bien, considerando la cirugía a la que fueron sometidos”.
Los padres están ahora en un periodo de espera para saber cuándo Jadon y Anias estarán completamente alertas.
Goodrich y el cirujano plástico principal, el Dr. Oren Tepper, dijeron en un comunicado conjunto el lunes por la tarde que “hasta ahora, el curso de la recuperación ha ido como se esperaba”.
“Estamos con la esperanza de poder retirarle la intubación a Jadon en los próximos días, y esperamos que a Anias le tome más tiempo a medida que trabajamos para controlar sus problemas de presión arterial”, dijeron los médicos.
Agregaron que ambos niños probablemente tendrían que someterse a otra cirugía de reconstrucción: “Esperamos que las partes de las incisiones en ambas cabezas de los niños necesitarán alguna revisión”.
Larga recuperación por delante
La cirugía de separación fue el cuarto procedimiento al que los niños fueron sometidos, y el más complicado. Los gemelos despertaron de las dos primeras cirugías después de una semana; después de la tercera cirugía, les tomó cerca de un mes “para que volvieran de nuevo a ser sí mismos”, dijo Christian.
Se espera una recuperación similar esta vez. “Cuanto más difícil la cirugía”, dijo, “es más larga la recuperación”.
El papá pasó una buena cantidad de tiempo de este fin de semana con el hijo de 3 años de edad de la pareja, Aza, mientras la mamá acampaba en la habitación de los gemelos, disfrutando cada segundo de ese encuentro.
Uno de los momentos más conmovedores ocurrió el viernes por la tarde, cuando los padres esperaban a Anias al salir de la cirugía. Jadon había salido de la sala de operaciones cerca de las 7 de la mañana y llevado hasta la unidad de cuidados intensivos pediátricos, o UCIP, pero la operación Anias estaba tomando mucho más tiempo.
Christian se sentó en el suelo de la UCIP. Nicole se arrodilló, en agonía. Les habían dicho que Anias saldría en cualquier momento, pero la espera de 20 minutos se convirtió en una de una hora.
“Vamos, pequeño Anias”, dijo el papá. “No puedo esperar a verte, amigo”.
De repente, alrededor de 1 p.m. el personal médico con bolsas de cansancio bajo los ojos salió del ascensor. Nicole se puso de pie con las manos juntas en oración, con Christian a su lado. Se limpió una lágrima de su ojo derecho y puso su brazo alrededor de su esposa, con la que lleva cuatro años de matrimonio.
Habían esperado ese momento desde que los niños nacieron a las 11:11 p.m. del 9 de septiembre de 2015, e incluso antes de eso, cuando se enteraron por primera vez en mayo de 2015 de que los niños eran siameses.
Sus rostros se iluminaron cuando Anias fue trasladado. Pasaron de la agonía a la alegría y la emoción en estado puro. Nicole inmediatamente besó Anias en la mejilla izquierda, con las lágrimas fluyendo por su cara.
“Oye, amigo, te ves hermoso”, dijo Christian, inclinándose para darle un beso y soplar en su frente. “Te amo, calabaza. Te ves igual que tu hermano”.
Anias fue llevado cuidadosamente por el pasillo hasta la misma habitación de Jadon.