(CNN) – Algunos de los medicamentos más comúnmente utilizados para el tratamiento de las personas con presión arterial alta también podrían estar afectando su estado de ánimo - sobre todo su riesgo de sufrir depresión - según un nuevo estudio.
La investigación publicada en la revista Hypertension encontró que las personas que toman una de dos clases de fármacos conocidos como antagonistas beta o beta bloqueadores tenían el doble de riesgo de ser admitidas en el hospital con un trastorno de estado de ánimo, como depresión severa.
Sin embargo, las personas que toman una clase de fármacos conocidos como bloqueadores del receptor de la angiotensina (BRA) tenían un menor riesgo de desarrollar trastornos severos del humor, incluso en comparación con los grupos de control sanos sin antecedentes de hipertensión o depresión.
“Las dos conclusiones son muy importantes”, dijo el Dr. Sandosh Padmanabhan, profesor de terapia genética y cardiovascular de la Universidad de Glasgow y autor principal del estudio. “Y ambos eran inesperados”.
En cuanto a los pacientes que toman una cuarta clase de fármacos conocidos como diuréticos, se encontró que tenían el mismo riesgo de desarrollar trastornos del estado de ánimo como aquellos que no tomaban ningún tipo de tratamiento.
“Hay una gran cantidad de datos que muestran que la depresión y las enfermedades cardiovasculares se relacionan … pero las prácticas actuales para tratar a los hipertensos no tienen en cuenta la depresión”, dijo Padmanabhan. “Esto valida los hallazgos anteriores (…), pero también significa que las pastillas para la presión arterial podrían ser reutilizadas para las condiciones de salud mental”.
Se estima que la presión arterial alta causa 7,5 millones de muertes en el mundo cada año, según la Organización Mundial de la Salud. Casi mil millones de personas en todo el mundo vivían con hipertensión no controlada -presión arterial alta- en 2008, y se espera que ese número aumente a más de 1.500 millones en 2025. A medida que más personas desarrollan hipertensión, se espera que más se tomen estos medicamentos para bajar la presión arterial.
La medicación y la mente
Estudios previos han demostrado vínculos entre los fármacos para la hipertensión y la salud mental. Un pequeño estudio en los Estados Unidos encontró que los bloqueadores de los canales de calcio ayudaron a mejorar los síntomas del trastorno bipolar, mientras que los medicamentos como los beta bloqueadores se han ligado a la depresión desde hace algún tiempo.
“Sabemos que algunos fármacos para la hipertensión causan síntomas depresivos”, dijo Padmanabhan, citando los bloqueadores beta y otra clase conocida como metildopa. Estas dos clases de fármacos se prescriben con más frecuencia durante el embarazo, ya que no son perjudiciales para el feto, pero los investigadores ahora quisieran investigar si podrían jugar un papel en la depresión posparto.
“Nadie ha estudiado este aspecto”, dijo Padmanabhan.
Mostrando la relación
Los investigadores recogieron información de una base de datos de más de 520.000 pacientes en dos hospitales en Escocia. A partir de esto, se seleccionaron 144.066 pacientes que no fueron diagnosticados con depresión, pero estaban siendo tratados por hipertensión exclusivamente con una de las cuatro clases de fármacos elegidos para ser incluidos en el estudio: los bloqueadores beta, antagonistas del calcio, bloqueadores de la angiotensina o diuréticos.
Estas personas fueron comparadas con más de 111.000 que no estaban recibiendo ningún tipo de tratamiento para la hipertensión o la depresión, durante un período de cinco años. Se monitorearon los ingresos a hospitales para los trastornos del estado de ánimo graves, como la depresión del trastorno bipolar.
“Como era de esperar, los bloqueadores beta tenían una mayor tasa de admisión para la depresión”, dijo Padmanabhan. Lo mismo puede decirse de los bloqueadores del canal de calcio. “(Pero) el grupo de angiotensina tenía tasas más bajas que el grupo control. Eso fue sorprendente”.
Los investigadores dicen que el estudio tiene muchas advertencias, en particular el hecho de que los resultados son puramente de observación y controlado sólo por los principales trastornos del estado de ánimo, por lo que los cambios de menor importancia o episodios depresivos menores deben ser investigadas a través de estudios futuros.
Pero Padmanabhan cree que su equipo está recogiendo suficiente evidencia sobre la importancia de las consideraciones sobre salud mental para los médicos que tratan a los pacientes del corazón.
“Podría haber algunas personas que están predispuestas a la depresión a quienes no se les deberían dar estos medicamentos”, dijo.
Por el contrario, algunas personas con depresión podrían beneficiarse de estos fármacos.
“Si los bloqueadores de la angiotensina son de protección, entonces hay un potencial para cambiar su uso”, dijo Padmanabhan.
“Esto no va a cambiar la práctica clínica de inmediato”, dijo Padmanabhan.
Sin embargo, destacó que como el medicamento para la presión arterial se prescribe como una medida preventiva contra los accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardíacas, la mayoría de personas los toma por períodos prolongados de tiempo, durante el cual podría estar aumentando -o disminuyendo- el riesgo de depresión, según el cual se deberían prescribir determinados medicamentos.