(CNN) – Turquía ha arrestado a 13 periodistas, en medio de las continuas medidas represivas tras el intento de golpe en julio.
La mañana de este lunes, la policía turca detuvo a Murat Sabuncu, editor en jefe del periódico Cumhurriyet, junto con una docena de reporteros, según la agencia oficial de noticias Anadolu.
El gobierno turco ha acusado a los periodistas de la publicación de historias para “legitimar el golpe de Estado” justo antes del intento de golpe, el 15 de julio. Los periodistas son acusados de crímenes en nombre de los enemigos del Estado.
Las detenciones se produjeron tras un fin de semana durante el cual más de 10.000 servidores públicos fueron despedidos y más de una docena de compañías de medios de comunicación fueron cerradas.
Represión contra periodistas críticos
Cumhuriyet, un periódico de la oposición secular casi centenario, se mantuvo crítico con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y su partido AKP.
El año pasado el exeditor en jefe del periódico, Can Dundar, fue detenido por un artículo en el que se acusaba a los servicios de inteligencia turcis de enviar armas a la oposición siria.
El fiscal general de Estambul dijo que los periodistas detenidos el lunes no solo estaban acusados de “ser miembros de organizaciones terroristas del PKK y FETO, sino por la comisión de delitos en el nombre de esas organizaciones terroristas”.
FETO es el nombre del movimiento afiliado al clérigo estadounidense Fethullah Gülen. Turquía culpa a FETO y al PKK, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán, de ser organizaciones terroristas implicadas en el fallido golpe de julio.
A principios de este mes, se produjo otra incursión en la sede en Estambul de la televisora IMC, un canal prokurdo, cuando la estación estaba informando sobre el cierre de otro canal de televisión. Autoridades turcas cortaron la transmisión de IMC en el medio de la emisión.
10.000 funcionarios despedidos
En virtud de un decreto legislativo publicado el sábado, las autoridades turcas despidieron a más de 10.000 servidores públicos por presuntos vínculos con el movimiento afiliado al clérigo exiliado Gülen, y cerraron 15 empresas de medios de comunicación kurdas por supuestos vínculos con grupos militantes, informó Anadolu.
El nuevo decreto “hizo más fácil el despido de los funcionarios públicos, al parecer miembros de organizaciones terroristas o grupos que participan en actividades contra la seguridad nacional del país”, informó Anadolu.
Los 10.131 empleados públicos fueron despedidos por presuntamente tener vínculos con Gülen, un clérigo turco exiliado en Estados Unidos, y con su movimiento, al que Turquía culpa del fallido golpe y considera una organización terrorista.
El decreto también otorga al presidente Recep Tayyip Erdogan el poder de nombrar a todos los dirigentes de las universidades de Turquía mediante la supresión de un sistema en el que los académicos elegían a los mejores candidatos a rectores.