(CNN Español) – La instalación de los diálogos de paz entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla del ELN, la segunda guerrilla más grande del país después de las FARC, sigue congelada. Después de varios tropiezos y pasados 10 días de la fecha inicial pactada para empezar la fase pública de negociaciones, las tensiones entre ambas partes se mantienen.
En el centro del problema está el cautiverio del político colombiano Odín Sánchez, quien desde abril pasado está retenido por el grupo insurgente y cuya liberación fue una de las condiciones inamovibles de la delegación del gobierno para sentarse en la mesa de conversaciones.
Este lunes, el comandante del ELN, Nicolás Rodríguez Bautista, alias ‘Gabino’, aseguró que Odín Sánchez sólo será liberado si el Gobierno cumple “lo pactado” de “dar el indulto a dos guerrilleros del ELN hoy detenidos”. Pero aclaró que “todo está listo para ejecutarse” y que la liberación sería “dentro de los protocolos de seguridad”. Las palabras de Gabino aparecieron en una entrevista publicada como editorial de la revista Insurrección, uno de los medios de comunicación oficiales de la guerrilla, y fue realizada por el Sistema de Información Nacional Patria Libre SINPAL, que también divulga información grupo insurgente.
Según Gabino, la guerrilla ha cumplido con todas las condiciones acordadas y reiteró que fue el Gobierno el que incumplió “argumentando doble interpretación respecto a la puesta en libertad de Odín Sánchez”. En este sentido, explicó que entre lo pactado para instalar las conversaciones en Quito, el ELN debía liberar a dos de “los secuestrados/retenidos” antes del 27 de octubre. Lo que en efecto sucedió con Fabio León Ardila, exalcalde de Charalá (Santander) y Alejandro Alarcón.
El problema, al parecer, radica en que dentro de los acuerdos no se especificó quiénes serían exactamente las personas que la guerrilla debía entregar. Ahora, el jefe del ELN mostró reticencia a creer que se tratara de un malentendido, pues considera que los acuerdos “son perfectamente claros y sin margen para las dudas, confusiones o dobles interpretaciones”.
‘Gabino’ añadió que otro de los acuerdos era que el ELN liberaría a “un secuestrado/retenido en el transcurso de la primera ronda de conversaciones” y que “una vez instalada la Mesa se procederá a desarrollar el trámite correspondiente para conceder dos indultos en un plazo de 30 días”. Estos puntos siguen en pausa hasta tanto el proceso de paz no empiece formalmente. Para Víctor De Currea Lugo, profesor de la Universidad Nacional y editor del libro ¿Por qué negociar con el ELN?, las palabras de ‘Gabino’ “no son otra cosa de lo que ya había planteado la guerrilla en comunicaciones anteriores y esto es un problema de discursos, de cómo el Gobierno ha presentado la cosa en términos mediáticos”.
Justamente, De Currea Lugo explicó que, según la postura del ELN, en lo pactado para instalar la mesa pública de conversaciones nunca hubo nombres propios. Es decir, el ELN se comprometió a liberar a dos secuestrados antes del 27 de octubre, fecha en la que empezarían los diálogos, pero nunca aseguró que uno de ellos era Odín Sánchez. Y, añadió el profesor, el Gobierno asumió que uno de los liberados era el excongresista chocoano.
En repetidas ocasiones, el gobierno de Juan Manuel Santos ha insistido que no dará su brazo a torcer sobre la liberación de Sánchez para instalar la fase pública de negociaciones. De hecho, el mismo 27 de octubre el presidente anunció que el viaje del equipo negociador y la instalación formal de la mesa quedaban suspendidos. Se fijó entonces la fecha del 3 de noviembre para empezar las conversaciones y la condición tampoco se cumplió.
Ahora, sobre el indulto al que se refiere alias ‘Gabino’, De Currea Lugo aclaró que los gestos humanitarios eran bilaterales y “no basta con que el ELN hubiese liberado a dos secuestrados y anuncie la liberación de un tercero” si el Gobierno también tenía compromisos. Entre ellos adelantar los trámites para que los guerrilleros Juan Carlos Cuéllar y Eduardo Martínez, que están en la cárcel de Bellavista, puedan salir y asumir como gestores de paz.
“Estas dos personas han estado facilitando desde la cárcel el proceso de paz y se han reunido muchas veces con delegados del Gobierno, senadores, voceros de la sociedad civil. Ellos son importantes y necesarios para el punto 1 de la agenda de negociaciones (participación de la sociedad) porque conocen bastante la dinámica social y política”, sostuvo Víctor De Currea Lugo.
Pese al tire y afloje entre las dos partes, este profesor es bastante optimista con los tiempos de las conversaciones y con lo que se avecina. “Está tenso como cualquier proceso de negociación, pero los contactos entre el Gobierno y el ELN se mantienen, están abiertos, el diálogo y la comunicación directa entre las dos delegaciones se mantiene, eso es un punto positivo”, sostuvo. Y aseguró que “si se cumple lo establecido la instalación se daría la semana entrante, la comunidad internacional ha estado concentrada en buscar términos intermedios para darles salida a estas diferencias”. E insistió que en un proceso como el del ELN no se puede perder de vista que en los procesos de paz “siempre hay un lenguaje en los micrófonos y otro en la mesa”.
Diálogos con el ELN
A finales de marzo de 2016 el gobierno de Colombia anunció el inicio de las negociaciones con la guerrilla del ELN, que cuenta con al menos 1.600 combatientes, según un censo de 2015.
El grupo guerrillero fue el responsable del secuestro de la periodista de origen español Salud Hernández-Mora y otros tres comunicadores el pasado 23 de mayo. Cinco días después fueron liberados.
En octubre, las delegaciones acordaron en Caracas estos seis puntos para la agenda de negociación:
1. Participación de la sociedad
2. Democracia para la paz
3. Transformaciones para la paz
4. Víctimas
5. Fin del conflicto
6. Implementación de lo acordado