El presidente Barack Obama fue catapultado a la Oficina Oval hace ocho años por lo que, en ese tiempo, fue el electorado más diverso de la historia. El electorado que se dirige este martes a las urnas para elegir al sucesor de Obama es aún más diverso que el de entonces.
El 31% de votantes elegibles son minorías raciales o étnicas, frente al 29% de 2012, según una investigación del Pew Research Center. Y la proporción de votantes elegibles blancos no hispanos será la más baja de la historia, la continuación de una disminución constante de los votantes blancos en las últimas tres décadas.
Es un recordatorio del cambio demográfico del país: la Oficina del Censo proyecta que no habrá un grupo racial que sea mayoría en el país para el año 2044. Republicanos y demócratas buscan un futuro electoral mientras que la población de personas de distintas razas sigue creciendo y los más jóvenes prestarán atención a estos cambios.
Los electores blancos votan por los republicanos
El nominado presidencial republicano se ha llevado el voto blanco en cada elección presidencial desde 1968 con márgenes cambiantes.
En la elección presidencial de 1980 los votantes blancos conformaban el 88% del electorado. Ese año, Ronald Reagan ganó el 56% de los votos de los blancos no hispanos y capturó la elección presidencial con un triunfo aplastante. Cuatro años después, contra Walter Mondale, Reagan ganó con 30 puntos de diferencia el voto blanco (66% contra 34%).
Sin embargo, desde la época de Reagan, la porción del electorado blanco ha disminuido unos pocos puntos electorales cada año presidencial.
Adelantémonos al 2012. Mitt Romney ganó una cuota ligeramente mayor de los votantes blancos no hispanos (59%) respecto a lo que Reagan ganó en su primera elección, pero perdió la elección presidencial. ¿Por qué? La proporción del voto blanco era más pequeña (72%) y Obama aplastó a Romney con el voto de los electores no blancos.
Si se mantienen las tendencias, la proporción del voto blanco de 2016 alcanzará un nivel mínimo histórico.
La mayoría de los estimados sugieren que el voto blanco de este año estará en alrededor del 69%, un nivel históricamente bajo y 3% menos que hace cuatro años. La diferencia es más pronunciada en varios estados a los que ambos candidatos están apuntando, incluido Pensilvania, Ohio, Florida y Carolina del Norte. Todos tienen poblaciones elegibles que son un poco menos blancas que hace cuatro años.
¿Por qué cae el voto blanco?
Una razón es porque sobre todo, la población blanca en Estados Unidos se está volviendo vieja y las nuevas generaciones de estadounidenses se están volviendo más diversas, impulsadas en gran medida por el crecimiento de la población latina en Estados Unidos.
Según un análisis del Pew Research Center los blancos no hispanos representan el 76% de todos los votantes elegibles que murieron entre 2012 y 2016. Las minorías raciales y étnicas representan el 43% de los nuevos votantes elegibles que nacieron en Estados Unidos y cumplieron 18 años.
¿Acudirán a las urnas los votantes blancos este año?
Hasta 1996 los votantes blancos tenían una tasa más alta de participación que cualquier grupo racial o étnico. Pero en 2012, la tasa de participación de votantes negros superó la de los votantes blancos pasando del 66,2% al 64,1%.
Pero no todos los grupos étnicos alcanzaron esos niveles. Mientras que los votantes blancos disminuyeron, los latinos y asiáticos han quedado atrás históricamente tanto de los votantes negros como de los blancos. En 2012, el 48% de los latinos y asiáticos elegibles para votar, emitieron su voto.