(CNNMoney) – Millones de personas leyeron algo sobre la absurda teoría de la conspiración conocida como ‘Pizzagate’. Muchas de esas personas, de hecho, creen en lo que dice a pesar de ser falsa.
El fin de semana en Washington DC un hombre armado entró en una pizzería y después de ser detenido por las autoridades, Edgar Madison Welchn, confesó que había viajado desde Carolina del Norte para corroborar una red de abusos sexual de menores en esa pizzería y que había sido parte de noticias falsas que se difundieron en los días previos a las elecciones.
Esa falsa historia decía que Hillary Clinton y su jefe de campaña John Podesta lideraban una red de abuso sexual de menores en una pizzería en el centro de Washington, lo que ha sido negado vehementemente por su propietario…
Testigos dicen que Welch entró al restauante el domingo y apuntó un rifle contra un empleado, que pudo escapar y notificar a la policía. Welch está acusado de asalto con arma peligrosa.
“Preocupante”
Nadie resultó herido en el Comet Ping Pong, un restaurante de Washington, el pasado domingo en la tarde, pero la confrontación armada que se produjo porque un solo hombre veía al lugar como centro de una teoría de la conspiración muy comentada en internet, muestras las consecuencias que en la vida real tienen las mentiras que se propagan en la web.
El lunes en la tarde, el secretario de Prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest, calificó el episodio como “profundamente preocupante”.
“Creo que no se puede negar el efecto corrosivo que algunas de esas noticias falsas han tenido en nuestro debate político y eso es preocupante en este contexto político”, dijo Earnest. “Es profundamente preocupante que algunos de esos falsos reportes inciten a la violencia”.
Teorías de la conspiración
Las teorías de la conspiración no son nada nuevo, pero la caja de resonancia de internet hace que las mentiras sean más poderosas y perjudiciales. La web provee fácil acceso a la verdad, pero con la misma facilidad permite que se obvien los hechos reales y se construyan ficciones.
El del ‘Pizzagate’ es un buen ejemplo de ello: mientras los detectives estaban todavía registrando la escena del crimen el domingo en la tarde, los creyentes del ‘Pizzagate’ ya estaban diciendo que el incidente era una “operación encubierta del gobierno” y una “noticia falsa”.
Sí, esos comentarios estaban en lo cierto sobre algo: que el crimen en la vida real era solo una parte de todo el encubrimiento.
Si te estás preguntando cómo puede alguien creer en esas cosas, nada más recuerda los días ‘calientes’ previos a la elección presidencial en Estados Unidos.
Caja de resonancia
El ‘Pizzagate’ voló a través de 4chan, Reddit, Twitter y otros sitios de internet en los días previos a la elección. Era una historia de ficción que incorporaba falsas filtraciones de “fuentes policiales” y malinterpretaba el caso de los correos electrónicos conocidos gracias a Wikileaks.
Los que se creyeron el cuento imaginaron un círculo de pedofilia que supuestamente tenía lugar afuera de la pizzería y que de alguna manera involucraba a la entonces candidata Hillary Clinton y a su jefe de campaña, John Podesta, entre otros demócratas.
Era una narrativa anti-Clinton -solo una de muchas- esparcida a través de comentaristas en la web que se describían a ellos mismos como seguidores de Trump. Pero el ‘Pizzagate’ no se detuvo con la elección, siguió evolucionando después de ese día.
Al parecer, la teoría de la conspiración motivó al sospechoso, Edgar Maddison Welch, para manejar desde su casa en Carolina del Norte hasta Washington. Supuestamente entró al Comet Ping Pong, apuntó una de sus armas y causó un pánico enorme. Y también supuestamente disparó al menos un tiro antes de ser arrestado.
Según una fuente policial de la capital estadounidense, “durante una entrevista luego del arresto el sospechoso reveló que llegó al establecimiento para investigar el ‘Pizzagate’ (una ficticia teoría de la conspiración creada en internet)”.
James Alefantis, el dueño del Comet, aseguró en un comunicado el domingo en la noche: “Déjenme decirles, de manera inequívoca, que estas historias son completamente falsas y que no tienen ninguna base en hechos reales. Lo que pasó hoy demuestra que promover noticias falsas y teorías de la conspiración irresponsables tiene serias consecuencias. Espero que aquellos involucrados en prender esas llamas se tomen un momento para contemplar lo que sucedió hoy y dejen de difundir esas mentiras de manera inmediata”.
Por supuesto, no todas las historias anti-Clinton que obviamente son falsas y han flotado por internet han sido construidas por teóricos de la conspiración. Algunas de ellas fueron escritas por spammers con el fin de engañar a usuarios de la web desprevenidos e ingenuos y recibir así ingresos publicitarios por cada click que hagan esos usuarios. Son estas últimas las que hoy se conocen como “noticias falsas”. Y Facebook y Twitter ayudaron a viralizar esos titulares falsos durante la campaña presidencial.
Pero la expresión “noticias falsas” -que suele señalar un artículo específico- no permite entender del todo la insidiosa narrativa de historias como la del ‘Pizzagate’. Esta se convirtió en una completa teoría de la conspiración con múltiples teorías indirectas.
“Estas cosas son fabricaciones absurdas”, dijo el analista de medios de CNN Bill Carter al programa de la mañana New Day el lunes pasado. Y añadió que “no están siendo repudiadas por las personas correctas”.
Michael T. Flynn, elegido por Trump como consejero de seguridad nacional, compartió en Twitter una teoría anti-Clinton relacionada con la del ‘Pizzagate’ antes de la elección y su hijo, Michael G. Flynn, quien tiene una dirección de correo electrónico del gobierno de transición, ha defendido en repetidas ocasiones el ‘Pizzagate’, incluso en un tuit enviado el domingo, después del incidente en el restaurante.
Al ser preguntado por Flynn, Earnest evitó responder de manera directa al hablar ante los medios este lunes en la Casa Blanca. Pero dijo: “Creo que todos tenemos una responsabilidad e independientemente de si nosotros o alguno de nuestros familiares planeamos o no servir en una posición en el gobierno, no deberíamos propagar cosas falsas que puedan motivar actos violentos”.
Kevin Liptak de CNN contribuyó con este artículo desde Washington.