(CNNMoney) – En el 2013, Vladimir Putin premió al director ejecutivo de ExxonMobil Rex Tillerson con la Orden de la Amistad, uno de los más altos honores que Rusia pueda otorgarles a ciudadanos extranjeros.
La placa de plata subraya los estrechos lazos que desde hace muchos años han unido a Rusia con Tillerson, escogido por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para ser el próximo secretario de Estado. Para llegar al cargo, Tillerson debe ser ratificado por el Senado.
Tillerson, de 64 años y quien toda la vida ha sido empleado de Exxon, logró ascender en la compañía gracias a que manejaba la cuenta de Rusia. De hecho, su estrecha relación con Rusia fue una de las mayores razones para ser elegido para reemplazar a Lee Raymond como CEO de Exxon en el 2006, de acuerdo con el libro Private Empire: ExxonMobil and American Power (Imperio privado: ExxonMobil y el poder americano), de Steve Coll.
Mientras Tillerson era el CEO de la compañía, Exxon apostó miles de millones de dólares en los enormes pero claramente esquivos recursos petroleros a través de una audaz sociedad con el gigante petrolero ruso Rosneft. El mismo Putin acudió en el 2011 a la ceremonia de firma del acuerdo con Rosneft, que en su mayoría pertenece a Moscú.
Rusia ya ha dicho que acoge el nombramiento de Tillerson como jefe de la diplomacia estadounidense.
“Trump sigue sorprendiendo”, aseguró en Twitter Alexey Pushkov, cabeza del comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja del Parlamento ruso. Según él, elegir a Tillerson sería una “sensación” y el CEO de ExxonMobil tiene “mucha experiencia trabajando con Rusia”.
Pero los cercanos lazos que unen a Tillerson con Rusia serán probablemente examinados por los legisladores estadounidenses que deben ratificarlo. Rusia enfrenta sanciones de Estados Unidos por la anexión que Moscú hizo de Crimea. Y el fin de semana pasado, un grupo bipartidista de senadores de Estados Unidos pidió una investigación sobre el papel de Rusia en las elecciones presidenciales de noviembre pasado, con el argumento de que los reportes sobre la injerencia de Rusia “deben alarmar a todos los estadounidenses”.
Este domingo, Trump elogió a Tillerson en Fox News y lo calificó como “mucho más que un ejecutivo de negocios” y un “jugador de clase mundial”. El presidente electo de Estados Unidos citó el hecho de que Tillerson “conoce a muchos de los jugadores” y hace “tratos masivos con Rusia” para Exxon.
El mayor acuerdo de Tillerson con Rusia fue el que se anunció en el 2011 con Rosneft. Las compañías se concentraron en la perforación del petróleo en tres regiones estratégicas de Rusia: el Ártico, las aguas profundas del Mar Negro y Siberia.
En el 2012, Igor Sechin, aliado cercano de Putin y presidente de Rosneft, aplaudió la sociedad como un “gran paso hacia adelante” y aseguró que es “más ambiciosa que la primera caminata del hombre en el espacio o que haber enviado al hombre a la Luna”.
El acuerdo con Exxon es un gran negocio para Rusia. Sechin, quien en ese momento también era el viceprimer ministro de Rusia, hizo alarde de que tras la firma del trato con Exxon la valorización de la compañía se disparó en 7.000 millones de dólares en solo cinco días.
El acuerdo también le da a Rosneft la oportunidad de participar en los proyectos de Exxon en América del Norte, incluyendo los del oeste de Texas y aquellos en las profundas aguas del Golfo de México.
El mismo Tillerson parecía esperanzado en que el trato también hiciera que se estrecharan aún más los lazos entre los dos países. “Ampliar la relación entre los ciudadanos estadounidenses y los ciudadanos rusos solo puede ser útil”, dijo Tillerson en ese entonces.
Luego, Putin premió a Tillerson con la Orden de la Amistad, que se les da a los extranjeros con “méritos especiales en fortalecer la paz, la amistad, la cooperación y el mutuo entendimiento entre los pueblos”. También se les entrega a aquellos que hacen una “gran contribución” a “proyectos económicos de gran escala” en Rusia.
En el 2014 Exxon fue duramente golpeada por una serie de sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea, dirigidas a Rusia por su intervención en Ucrania. Exxon dice que perdió hasta 1.000 millones de dólares por esas sanciones, según archivos regulatorios.
Exxon probablemente tenga mucho que ganar si el nuevo gobierno levanta las sanciones contra Rusia.
“Estamos muy ansiosos por regresar a trabajar allá”, les dijo Tillerson a analistas de la industria en marzo pasado, cuando le preguntaron si Exxon estaría interesado en restablecer su operación con Rosneft en Rusia.
Tillerson destacó entonces que tomará un tiempo reanudar las operaciones, especialmente en el Ártico, porque desmontaron “toda la capacidad e infraestructura” debido a las sanciones. Y dijo que está “agradecido” con los rusos porque no hicieron nada para “empeorar la situación”. Al contrario, según él, Rusia “ha hecho cosas para ayudarnos a conservar los derechos que tenemos” a raíz de las sanciones.