Dohuk, norte de Iraq (CNN) – ¿Podrá él ayudar al Kurdistán iraquí a ser grandioso de nuevo?
Algunas personas aquí están tan convencidas de que sí es capaz, que le muestran su amor a Donald Trump de formas un tanto extrañas.
Nadyar Zawiti, por ejemplo, se montó al tren de la victoria de Trump de manera particularmente entusiasta, bautizando su restaurante de pescados en la norteña ciudad iraquí de Dohuk con el nombre del presidente electo de Estados Unidos.
Zawiti oyó a Trump decir durante la campaña que era un gran seguidor de las fuerzas kurdas y hacer un llamado para que Estados Unidos las arme en su lucha contra ISIS.
El comerciante espera que el próximo presidente de Estados Unidos cumpla su promesa.
“Lo que admiro en la personalidad de Trump es que es resuelto, es fuerte, y ojalá que con esa tenacidad pueda acabar con ISIS”, dice Zawite.
El logo del restaurante -que en las cejas y el pelo de Trump utiliza el estilo de rayos de tormenta de los Chargers de San Diego- salió de una historia de Uproxx del 2015 que insertó el tema de Trump en un logo de cada equipo de la NFL.
El restaurante vende maskouf, el plato nacional iraquí de carpa aceitosa cocinada directamente sobre el fuego.
Nadyar se encoge de hombros cuando se le menciona la controversial promesa de Trump de prohibir la entrada de los musulmanes extranjeros a Estados Unidos y dice que es pura campaña retórica.
Incluso, espera abrir algún día una sede de Trump Fish cerca de la Casa Blanca; es decir, si Trump lo invita a entrar.
Pero no es el único fiel seguidor del presidente electo de Estados Unidos que se encuentra en esta región. Hassan Jamil, un combatiente peshmerga ahora en licencia, bautizó a su bebé recién nacido como Trump Hassan Jamil.
Sobre la inusual decisión de llamar así a su hijo de tres semanas, Jamil explicó: “Lo llamé Trump porque él es carismático y tiene políticas claras y esas son las razones por las cuales ganó la elección”.
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