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(CNN) – Con dos matrimonios difíciles a cuestas y una deuda que llegó con ellos, Cara Brookins necesitaba un lugar para ella y sus cuatro hijos.

Pero Brookins, quien se gana la vida escribiendo novelas para adultos jóvenes, no tenía dinero para contratar obreros. Así que decidió construir una casa por sí sola: usando tutoriales de YouTube.

“Las cosas se vuelven bastante caras cuando estás escapando de una relación abusiva y tienes cuatro hijos”, explicó Brookins.

La intención inicial de esta mamá era comprar una casa, pero entonces descubrió que eran o demasiado caras o demasiado pequeñas. Fue cuando se dio cuenta que YouTube es una gran herramienta para los procesos y para explicar los “cómo”.

Así que después de una investigación cuidadosa, Brookins compró un terreno de 0,4 hectáreas en Bryant (Arkansas), a las afueras de Little Rock, y empezó a construir.

Brookins arrancó con su proyecto en 2008: miraba los videos en la tarde e iba haciendo una lista de las herramientas que necesitaba. Según su cálculo final, el costo de los suministros para la casa de sus sueños fue de 130.000 dólares.

Así que vendió una pequeña propiedad que tenía.

Sus hijos Hope, Drew, Jada y Roman, que en ese momento tenían entre 2 y 17 años, ayudaron durante todo el proceso.

“Drew, mi hijo mayor, me ayudó a dibujar el plan arquitectónico para que fuera aprobado por la ciudad”, aseguró Brookins.

Durante nueve meses, esta mamá y sus hijos trabajaron en la construcción de la casa. Jada llevaba el agua del estanque del vecino para hacer una mezcla que ayudó a sentar las bases. Drew colaboró con mover la madera. Hope cocinó para todos.

“El proceso entero acercó a nuestra familia y aprendimos que nada es imposible: encontramos una nueva esperanza”, añadió Brookins.

Sin embargo, todo el aprendizaje adquirido en YouTube no fue suficiente para llenar algunos vacíos de conocimiento. Así que Brookins sumó al proyecto la ayuda de un bombero, que tenía experiencia en construcción. Acordaron que ella le pagaría 25 dólares la hora, cuando pudiera costearlo, para que le ayudara con algunas tareas.

Por fin, el 31 de marzo de 2009, la familia se mudó a su casa de 325 metros cuadrados. La mamá decidió llamarlo Inkwell Manor porque, contó, quería un lugar en el que pudiera escribir y que también reflejara su pasión por los libros y la escritura.

La casa cuenta con cinco habitaciones y una biblioteca.

Ahora, esta experiencia es el tema de un libro: Rise: How a House Built a Family (Crecer: cómo una casa construyó a una familia), que se publicará el 24 de enero. Brookins explicó que con este libro espera a inspirar a los demás nunca pensar en un sentido pequeño.

“Yo nunca planeé escribir un libro. Tenía pena. Pero creo que es importante cambiar la perspectiva ante cualquier situación negativa y hacer algo grande”, insistió.

“Nunca pienses en tu situación como un viaje en solitario”, agregó Brookins. “Puedes sanar y crecer junto con tu familia”, concluyó.