(CNN) – El Blue Monday (Día Azul) es el día que se ha vuelto famoso por ser, aparentemente, el más depresivo del año para quienes viven en el Hemisferio Norte.
Se supone que este día tiene un clima espantoso, deudas que crecen, fatiga postvacaciones, aburrimiento por el regreso al trabajo y el fracaso de los propósitos de Año Nuevo.
Mientras la “ciencia” detrás del Blue Monday es un poco dudosa -sus orígenes se remontan a un comunicado de prensa de una compañía de viajes inglesa, en el 2005- es verdad que puede llegar a ser duro encontrar tu rayo de luz interior en este momento del año.
Si enero te está haciendo sentir deprimido, aquí te tenemos 15 experiencias alrededor del mundo que ofrecen sus propias, y muy particulares, raciones de felicidad.
Valle de Casablanca (Chile)
Justo afuera de Valparaíso, los Viñedos Orgánicos Emiliana producen vinos en una granja donde las flores y los cultivos alimenticios crecen al lado de las las uvas, las alpacas, los caballos y los gansos.
Es la típica imagen de infancia que conservamos de una granja, excepto porque esta produce un vino de primera calidad que ya ha sido premiado.
En el mundo de las granjas orgánicas, el método de Emiliana recibe el nombre de biodinámico, por la interacción entre diferentes especies de plantas y animales.
Es una bella manera de experimentar otras formas prácticas de trabajar con la tierra.
Temporada de florecimiento de los cerezos en Kyoto (Japón)
A principios de abril, los cerezos comienzan a florecer alrededor del canal Okazaki, de Kyoto (Japón).
La ciudad es famosa por sus cerezos y a lo largo del canal hay un sendero que pasa debajo de los árboles que están a lado y lado del agua, y que a su vez refleja las hermosas flores.
El paseo es como caminar por un túnel de flores rosadas, pero solo por un corto lapso de tiempo cada año. Esta es una felicidad que tiene que ser aprovechada en el momento preciso.
Mary (Bruselas, Bélgica)
Los científicos dicen que el chocolate activa unas sustancias químicas en el cerebro que hacen que la gente se sienta más feliz. Algunos estudios indican, además, que el chocolate negro es bueno para la memoria y para la función cardiaca.
Pero existe el chocolate, y luego existe el chocolate Mary: una casa chocolatera de casi un siglo de antigüedad en la Rue Royale de Bruselas (Bélgica).
Mary Delluc abrió su negocio en 1919. Su reputación de trabajar con estándares exactos la convirtió en la proveedora de chocolate de los reyes. Hoy, tiene varias marcas alrededor de Bélgica e incluso en Ohio (Estados Unidos), y cualquier persona puede disfrutar de pequeños mordiscos de felicidad con caramelo, pralinés, pasta de almendras o licores.
Montaña de la Mesa (Ciudad del Cabo, Sudáfrica)
No muchas ciudades tienen escapes naturales justo en medio de todo, o al menos no del tamaño de la Montaña de la Mesa, que define el paisaje de Ciudad del Cabo.
Autobuses llenos de turistas llegan allí para dejarlos en un teleférico, que lleva a las personas de arriba a abajo a lo largo de la montaña cada pocos minutos. Pero el ascenso no tiene que ser una preocupación, tranquilo.
Varios senderos que van hasta la cima de la montaña te permitirán alejarte de las multitudes y te llevarán a vivir una experiencia natural en medio de la ciudad. “Lo mejor de hacer caminatas en la Montaña de la Mesa es que no tienes que manejar mucho para escapar de la jungla de cemento”, dice la senderista sudafricana Lynette Bannatyne, quien ha recorrido su país haciendo distintos ascensos.
“La montaña está situada en medio de una gran ciudad. Desde cualquier ángulo resulta una escalada vertical y muy dura para llegar a la cima, pero cada paso que se da vale la pena por las magníficas vistas que se tienen desde la cumbre”.
Atolón Gaafu Dhaalu (Maldivas)
Pocos lugares permiten que uno se sienta realmente “desconectado del todo” como las Maldivas, una nación enclavada en el Océano Índico que se ha convertido en el paraíso de las playas tropicales.
E incluso dentro de las Maldivas, el atolón Gaafu Dhaalu está bastante lejos. Desde su capital, Male, hay que volar durante casi una hora hasta el aeropuerto más cercano y luego tomar una lancha para llegar a un hotel.
Pero una vez allí, las cabañas están levantadas sobre pilotes en el agua y brindan una experiencia de soledad, pero con servicio a la habitación incluido.
Health Land Spa & Massage (Bangkok, Tailandia)
Rodeado de torres de oficinas de vidrio y acero, típicas del paisaje corporativo de Tailandia, y a una distancia muy corta a pie del igualmente agitado y caótico epicentro de la vida nocturna de Bangkok se encuentra el spa Health Land Spa & Massage, de la marca Sathorn, uno de los pocos lugares de la ciudad que conservan las viejas casas señoriales.
El spa ofrece hoy un escape ideal a la energía incansable de la ciudad. Bello, simple y asequible, la gente puede buscarlo para un rápido masaje de pies o para una secuencia larga de tratamientos rejuvenecedores.
Todos sus terapistas son profesionales y han recibido entrenamiento extensivo en técnicas tradicionales de masajes tailandeses, que ayudan a liberar la energía que se queda atrapada en el cuerpo durante las pesadas jornadas de trabajo de cada día.
Moonlite Bar-B-Q (Owensboro, Kentucky, Estados Unidos)
La gente suele criticar su barbacoa, pero el Moonlite ha forjado un nicho que todo el mundo respeta. Lo que comenzó como un pequeño restaurante a la orilla de la carretera, ha crecido hasta convertirse en un punto de referencia, famoso por su cordero ahumado.
Las personas que recuerdan ese primer lugar de 30 sillas tal vez no reconozcan el Moonlite de hoy, con capacidad para 350 personas, pero todavía es un negocio culinario familiar y todavía ofrece platos con sabor casero.
Okavango (Botswana)
El delta del río Okavango es una de las más increíbles áreas naturales protegidas de África y es la estrella del famoso ecoturismo de Botswana.
La región cubre casi 15.000 kilómetros cuadrados y es donde el río Okavango vierte sus aguas en el desierto de Kalahari, lo que provoca inundaciones anuales que son la fuerza de vida de todas las plantas y los animales de la zona.
Viajar aquí, donde las vastas zonas húmedas y pantanosas están rodeadas de desierto, es muy caro, porque es necesario limitar el número de personas que visitan esta región del mundo para no afectar el ecosistema.
Hay varios operadores de safaris de lujo en la zona, que manejan distintos hoteles que incluyen hasta campamentos en una isla en el delta.
Wrigley Field (Chicago, Estados Unidos)
Uno de los últimos estadios de béisbol de la vieja escuela que siguen en pie en Estados Unidos es el Wrigley Field de Chicago. Allí se pueden experimentar, de cerca, las alegrías de ese deporte.
Durante años, la periodista Carrie Kaufman trabajó muy cerca y todavía ama la experiencia: “El Wrigley Field en una noche cálida de verano, cuando la brisa fresca del Lago Michigan hace ondear las banderas y te ruboriza las mejillas con calor húmedo. No importa dónde te sientes, estás cerca del campo, lo que te hace sentir la intimidad del juego y también su inmensidad. Los jugadores están a pocos pasos de donde tú estás y parecen gigantes. Y los vendedores ambulantes que ofrecen perros calientes, cervezas y helados italianos realmente son un caso de estudio entre las especies nativas y particulares de Chicago”.
Isla Ulva (Nueva Zelandia)
Nueva Zelandia no carece de bellezas naturales, pero la isla Ulva muestra lo que el país fue en un pasado lejano.
Los animales de ganadería nunca fueron introducidos aquí y en sus bosques viven animales no invasores y plagas. Las aves locales que a veces pelean en otros lugares del país, incluyendo al icónico kiwi, se desarrollan aquí.
La isla Ulva está abierta al público, pero los visitantes deben seguir estrictos estándares de seguridad, que incluyen lavarse los zapatos para eliminar la suciedad que traen de afuera y un sistema especial para los insectos, hasta los más pequeños, que pueden representar una amenaza.
Ulva nos recuerda que la naturaleza puede manejarlo todo por sí misma.
Nyhavn (Copenhague, Dinamarca)
Para tener una mirada más científica de dónde encontrar la felicidad, el hoy exsecretario general de las Naciones Unidas, el surcoreano Ban Ki-moon, encargó el primer Informe sobre Felicidad Mundial en el 2012, con el cual esperaba ver cómo se sentían las personas con sus vidas.
El objetivo era usar esa información para ayudar a dirigir las políticas de la institución. Pues el informe del 2016 encontró, por tercera vez, que Dinamarca es el país más feliz del mundo.
Entre las razones citadas está el excelente equilibrio entre trabajo y vida personal de los daneses, con un promedio relativamente corto de trabajo semanal y cinco semanas de vacaciones al año.
Eso significa que tienen mucho tiempo para disfrutar de una comida con sus familiares y amigos, para pasear en bicicleta o, simplemente, para relajarse. Y el lugar en el que los daneses mejor experimentan la vida es Nyhavn, el viejo puerto de Copenhague, hoy rodeado de restaurantes y música.
Reserva de pandas gigantes de Chengdu (China)
Los pandas hacen más feliz a la gente. ¿Cómo no amarlos? Son tiernos, adorables, peludos y herbívoros. Esto último es muy importante porque en la reserva de pandas gigantes de Chengdu, en China, los visitantes pueden incluso cargar un bebé panda.
El centro investigativo opera el más exitoso programa de reproducción de osos panda en el mundo, con más de 80 pandas actualmente viviendo allí. Chengdu es una de las megaciudades de China, conocida tanto por fabricar iPhones como por su cultura tradicional.
Pero la provincia de Sichuan es también el hogar del 80% de los pandas gigantes del mundo, y jugar con uno de ellos es simplemente una gran alegría.
Cataratas de Iguazú (frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay)
En la triple frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay, las Cataratas de Iguazú son en realidad un conjunto de 275 caídas de agua que crean distintos niveles de cascadas en forma de herradura, y que están salpicadas por islas, cubiertas por bruma y conectadas por arcoiris.
Como en la escena de Avatar, o en una escena de Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, las cataratas son naturaleza en su estado más dramático y más puro.
Resort Internacional de Meditación Osho (Pune, India)
Osho fue un místico de los años 70 que se dio a conocer como “gurú del sexo” (solo para personas heterosexuales) y cuyos seguidores ganaron notoriedad por un ataque bioterrorista en Oregon (Estados Unidos), en 1984.
Esta tal vez no es la mejor introducción para hablar de un escapada para recargar la sexualidad, pero el resort de meditación en Pune ha existido desde 1974, con (costosos) roperos, actividades y meditaciones que miles de personas buscan para lograr cierto grado de toma de conciencia.
Este es el tipo de resort que exige una prueba de VIH en la entrada para ofrecer una experiencia que se describe como una “combinación única de las cualidades meditativas del Buda Gautama y las cualidades de un resort de Zorba el griego. ¡Zorba el Buda, de hecho!”.
Uluru (Ayers Rock), Australia
Esta formación rocosa en el centro de Australia es uno de los lugares que hace que uno ponga su vida en perspectiva.
Es sagrado para los indígenas australianos, incluso aunque se haya convertido en uno de los destinos turísticos más reconocidos de ese país.
La escritora Joanne Fedler dice que Uluru es “un lugar para contemplar de manera tranquila tu insignificancia”.
Afirma que es un lugar “que exuda paz y una tranquilidad ancestral, afectada solo por los turistas, que ignoran las solicitudes de no escalarla por su significado sagrado para los aborígenes”. Y dice que hay que asegurarse de estar allí “en un atardecer, cuando la roca se torna de un naranja luminiscente, por un corto periodo de tiempo”.