Según Pisapia, el veneno empleado contra los alacranes sirve de poco o nada.

(CNN Español) – El caso de Tobías Núñez, un niño de 5 años que fue picado por un alacrán en plena Ciudad de Buenos Aires, puso en relieve la presencia de estos artrópodos y las maneras de prevención.

Es que Tobías, que ya fue dado de alta, fue picado en su cuello el 7 de enero en su casa del barrio de Palermo y estuvo internado en terapia intensiva durante diez días porque sufrió cuatro paros cardiorrespiratorios por el veneno recibido durante la picadura

A pesar de la creencia de que los alacranes o escorpiones no son habituales en la capital de Argentina, las autoridades afirman que no es tan rara su presencia y que, incluso, cada vez se los ve con más frecuencia.

“La mayoría de los alacranes que han ido apareciendo en la Ciudad son venenosos. ¿La gente trae más alacranes que antes? Sí. ¿Hay más picaduras y de más gravedad que antes? Sí”, sostuvo a los medios locales Gabriel Pisapia, subdirector del Instituto de Zoonosis Luis Pasteur. Pero desconocen las causas.

Según Pisapia, el veneno empleado contra los alacranes sirve de poco o nada.

A partir del caso de Tobías, varias personas comenzaron a alertar sobre la presencia de los escorpiones en distintos puntos de la ciudad. Incluso en una línea del metro, la D que circula por el norte de la capital, fueron vistos y los trabajadores compartieron las imágenes en redes sociales.

Desde la empresa concesionaria del metro, Metrovías, informaron que hay un esquema de fumigación y control de plagas en los trenes y estaciones de todas las líneas.

“En el caso específico de la Línea D, la última fumigación se hizo el jueves 12 de enero, mientras que la siguiente se encuentra prevista para el jueves 26”, explicaron voceros de la compañía.

Más allá de la capital, los alacranes también fueron encontrados en otros puntos del país: en Mar del Plata, el principal destino nacional en esta época de vacaciones de verano, una mujer de 59 años sufrió una picadura el domingo, pero no se trataba de un ejemplar venenoso.

En la norteña provincia de Santiago del Estero, en cambio, las autoridades del Ministerio de Salud informaron que las picaduras resultan habituales en la zona en esta época del año, aunque este verano hay más casos que en temporadas anteriores. Y en la provincia de Córdoba ya murieron dos niños en lo que va del 2017 por picaduras del alacranes.

Ante ese panorama la clave es la prevención, pero no es una tarea sencilla. “La fumigación no sirve”, advierte el médico. Es que los químicos que se utilizan en la fumigaciones hogareñas suelen ser efectivos contra las cucarachas -el alimento típico de estos arácnidos-, pero no afecta a los alacranes, que suelen moverse por la noche.

“Cuando el alacrán ya está en el hogar, el riesgo de fumigar es dejar al alacrán con hambre, lo que puede provocar un cambio de conducta y también de hábito, que aparezca de día. Por eso, antes de tomar una acción hay que evaluar el costo beneficio”, añadió el especialista.

Por eso, la recomendación es no juntar basura y tener los ambientes limpios, para evitar la presencia de las cucarachas. Según los especialistas, los alacranes tienen hábitos nocturnos que se esconde en las cercanías de los hogares donde hay maderas caídas, escombros, ladrillos, huecos de revestimientos de maderas o desagües que conectan cloacas.

Luego, lo que resta es hacer el “trabajo de exclusión” para evitar que los alacranes puedan ingresar al hogar: poner tapa rejillas anti cucarachas, tapar desagües de baños y cocinas y poner mosquiteros y burletes en puertas y ventanas.