Washington (CNN) – Angustiado porque su decreto inmigratorio puede ser detenido definitivamente por el poder judicial, después de una puesta en marcha no tan brillante, el presidente Donald Trump se ha escudado en el miedo y está aumentando las preocupaciones sobre el terrorismo al decirle al público que ha aprendido mucho más sobre el terrorismo desde que asumió el cargo, el 20 de enero pasado.
Trump y sus principales asesores son muy conscientes de que el decreto inmigratorio se beneficiaría si recibe la aprobación de la gente, por lo que este miércoles Trump planteó que sabe más de terrorismo que casi todos los demás. Sugirió que los estadounidenses -al menos aquellos que no tienen acceso a informes clasificados- no entienden la amenaza terrorista que se cierne sobre Estados Unidos.
“El terrorismo es una tremenda amenaza”, dijo Trump en una reunión de alguaciles en un hotel de Washington. Y al referirse a información que aparentemente surge de sus reportes clasificados, añadió: “Créanme. He aprendido mucho en estas últimas dos semanas y el terrorismo es una amenaza mucho peor que lo que la gente de nuestro país entiende”.
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Ari Fleischer, quien fue secretario de Prensa de George W. Bush durante los ataques del 11 de septiembre del 2001, dice que todos los presidentes usan “los peores y más realistas escenarios” para impulsar sus agendas.
Pero advirtió que abusar de la táctica puede debilitar a un gobierno.
“Como todo, puedes ir muy lejos. Puedes exagerar, puedes presentar los hechos de forma equivocada, puedes exagerar hasta el punto de perder tu credibilidad”, afirma Fleischer. “Pero desde hace tiempo ha sido una tradición en la política estadounidense utilizar el peor escenario posible para impulsar una agenda”.
También es una táctica que le ha funcionado a Trump. Durante la campaña del 2016, instó a sus seguidores a preocuparse por el terrorismo y los llevó a hacerlo al dibujarles el mundo como un lugar cada vez más peligroso.
“La gente tiene miedo”, dijo Trump durante el discurso de aceptación de su candidatura en la Convención Nacional Republicana, a mediados del año pasado. “Los ataques a nuestros policías y el terrorismo en nuestras ciudades amenazan nuestra forma de vida. Cualquier político que no comprenda ese peligro no está en condiciones de gobernar nuestro país”, sostuvo el entonces candidato presidencial republicano.
Según una encuesta de CNN, dada a conocer a finales de junio del 2016, el 71% de los estadounidenses dijo que era muy probable o algo probable que se registraran ataques terroristas en Estados Unidos en las semanas siguientes, una cifra que no se veía desde marzo del 2003.
La estrategia
La estrategia de Trump como presidente se divide en dos.
El lenguaje alarmista puede ayudar a venderle a un público escéptico el decreto inmigratorio que prohíbe, por 90 días, la entrada a Estados Unidos de los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana.
Por otro lado, Trump también está sugiriendo que sabe más de la necesidad de establecer esa prohibición que los jueces que examinan los desafíos legales de la misma, quienes no están informados de los reportes confidenciales.
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Los estadounidenses están mayormente divididos sobre el decreto inmigratorio de Trump, que además prohíbe la entrada de todos los refugiados, durante 120 días, y que interrumpió, de manera indefinida, la llegada de refugiados de Siria.
Según una encuesta realizada por la Universidad Quinnipiac, que se dio a conocer este miércoles, en general los votantes desaprueban aspectos claves del decreto. El sondeo encontró que el 51% de los entrevistados se opone a prohibir por 90 días la entrada a Estados Unidos de ciudadanos de siete países, mientras el 60% se opone a suspender la inmigración de todos los refugiados por 120 días y el 70% se opone a la interrupción indefinida del programa de refugiados sirios.
El decreto llegó al Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito de San Francisco, donde este martes abogados del Departamento de Justicia de Trump presentaron sus argumentos contra los estados de Washington y Minnesota. Se espera que esa corte tome una decisión sobre el decreto inmigratorio de Trump para el final de esta semana.
Este miércoles, el presidente criticó los argumentos que se oponen al decreto, al decirles a los alguaciles con los que estaba reunido que “incluso un mal estudiante de secundaria” puede entender el lenguaje de su decreto y estar a su favor.
Palabras de tranquilidad
En contraste, tras los ataques terroristas en San Bernardino y París, el presidente Barack Obama dijo: “La amenaza del terrorismo es real, pero vamos a derrotarla”.
“Estemos alertas, pero no tengamos miedo”, dijo Obama en su último discurso como presidente. “(ISIS) tratará de matar a gente inocente. Pero no podrán derrotar a Estados Unidos a menos de que traicionemos nuestra Constitución y nuestros principios”.
Incluso George W. Bush, cuyo gobierno también recurrió a la estrategia de provocar miedo por la guerra de Iraq y alrededor del tema de la seguridad nacional, fue mesurado frente a los ataques del 11 de septiembre.
“Ahora los estadounidenses deben ocuparse de sus asuntos. No podemos dejar que los terroristas logren su objetivo de asustar a nuestra nación hasta el punto de que no hagan sus negocios, de que no compren”, dijo Bush entonces, tras los ataques terroristas más mortíferos en la historia de Estados Unidos.
En su último discurso como presidente, Bush dijo que Estados Unidos era una nación “que inspira a los inmigrantes a arriesgarlo todo para alcanzar el sueño de la libertad”.
“Esta es una nación donde los ciudadanos muestran calma en momentos de peligro y compasión para enfrentar el sufrimiento”, dijo.
Un buen ejemplo de Bush utilizando el miedo: presionó para crear el Departamento de Seguridad Nacional, en 2003.
En ese momento, según Fleischer, Bush solía leer su “matriz de amenazas” en las mañana (un documento elaborado por el Departamento de Seguridad Nacional sobre posibles amenazas) y a veces lo usaba públicamente para impulsar su plan de lucha contra el terrorismo.
“Con un país tan grande para defender, no podemos predecir ni prevenir todos los ataques”, afirmó Bush antes de crear la nueva agencia gubernamental. “Y en una sociedad libre y abierta, ningún departamento del gobierno puede garantizar una completa protección de los asesinos despiadados, que se mueven y actúan en las sombras. Sin embargo, nuestro gobierno tomará todas las medidas posibles para salvaguardar a nuestro país y nuestra gente”.