(CNN) – Un día después de que 188.000 personas fueron evacuadas de las ciudades que rodean la represa de Oroville, en California, las autoridades dieron un parte de optimismo cauteloso sobre la contención de la amenaza de inundación.
Sin embargo, la orden de evacuación obligatoria se mantuvo el lunes en los condados de Butte, Sutter y Yuba.
La evacuación fue ordenada inicialmente el domingo después de que se descubriera un agujero masivo de erosión en un aliviadero o vertedero de emergencia —que captura el exceso de agua cuando el nivel del agua del lago Oroville sube a nivel de desbordamiento— amenazando las comunidades abajo.
Algunas personas tuvieron solo unos minutos para prepararse, en lo que un residente de Oroville describió como “puro caos”.
Tiendas cerradas. Refugios abiertos. Controles de carretera de la policía. Los evacuados esperaban en el tráfico tratando de escapar de las zonas bajas. Los residentes llenaron las estaciones de gasolina cuando salían de la ciudad. El lunes temprano, muchas de esas estaciones tenían cinta amarilla, indicando que estaban sin combustible.
El alguacil Kony Honea del condado de Butte defendió la decisión de evacuar, diciendo que la situación “dinámica” requirió una respuesta rápida.
“Hicimos esto porque nuestro propósito principal es garantizar la seguridad pública”, dijo en una conferencia de prensa el lunes.
La situación va mejorando
La presa de Oroville ofrece control de inundaciones para la región. La presa tiene dos vertederos para liberar el agua del lago para evitar desbordamiento. Ambos tienen problemas.
En el vertedero principal, que está forrado o pavimentado, la erosión ha causado un agujero casi del tamaño de un campo de fútbol y al menos 12 metros de profundidad en la parte inferior del canal. No se puede arreglar de inmediato.
El vertedero de emergencia, que es un terraplén cubierto de árboles, es un último recurso y se utilizó por primera vez en la historia el sábado, cuando el lago superó 901 pies (274 metros), su capacidad máxima, y generó un ligero flujo de agua llegó al aliviadero.
Las tripulaciones trabajaron el lunes para restaurar los niveles de agua y reparar los controles de represas antes de las lluvias previstas para finales de la semana.
El agua ya no fluye por el aliviadero de emergencia y los niveles del lago continúan disminuyendo, dijo Honea. El objetivo es bajar los niveles del lago en 50 pies (15,24 metros) en previsión por la lluvia, que podría caer tan pronto como el miércoles.
Estos esfuerzos se producen en medio de preguntas cada vez mayores acerca de por qué no se había hecho más para prevenir la erosión del vertedero después de que las preocupaciones fueran planteadas hace más de 10 años. El director interino del Departamento de Recursos Hidráulicos de California, Bill Croyle, dijo que “no estaba familiarizado con la documentación o conversación de 2005” sobre las preocupaciones de los vertederos y enfatizó los esfuerzos en curso para entender la dinámica actual de la presa.
“Vamos a seguir trabajando en los desafíos que tenemos”, dijo.