(CNN) – Las listas comunes de cosas que hay que hacer antes de morir incluyen ver la Torre Eiffel, pasear en helicóptero, correr un maratón.
Un elemento no tan común: ser arrestado.
Pero eso es precisamente lo que estuvo sin cumplirse en la lista de Annie de 99 años de edad: “Experimentar cómo se vive dentro de una celda de prisión de la policía”.
La sobrina de Annie contactó a policías en la ciudad holandesa de Nijmegan-Zuid para contarles sobre el sueño de su tía.
Había un problema, sin embargo. “Los civiles no pueden estar dentro de un área con celdas de prisión”, dijo la policía en Facebook.
Pero, ¿cómo podrías decir no a una petición tan extraña? Un policía llamado Maarten decidió omitir un poco las reglas y “organizó una visita para Annie (muy excepcional) a un lugar de detención temporal”.
Annie consiguió la experiencia completa: la detuvo la Policía, la esposaron y la encerraron. Y ella la estaba pasando muy bien.
Aunque esta solicitud puede parecer poco común, no es la primera vez que alguien ha pedido ser lanzado a un calabozo para divertirse.
El año pasado, Edie Simms, una mujer de 102 años de edad en St. Louis, hizo su sueño realidad cuando -según lo pidió- los agentes de policía la arrestaron en el centro de ancianos donde entregó sus bufandas hechas a mano.
Annie y Edie saben divertirse, aunque de maneras inusuales.