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(CNN) – Los principales republicanos que investigan la interferencia de Rusia en las elecciones de Estados Unidos declinaron el martes respaldar las afirmaciones del presidente Donald Trump de que su antecesor, Barack Obama, intervino sus teléfonos en la Torre Trump de Nueva York durante la pasada campaña.

El jefe del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Devin Nunes, uno de los más fuertes partidarios de Trump en la Cámara y miembro de su equipo de transición, desestimó las acusaciones.

“Muchas de las cosas que dice (Trump) ustedes las toman demasiado en serio”,dijo Nunes a la prensa el martes. Más tarde, Nunes matizó su comentario y dijo que quizá las comunicaciones del exasesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn, pudieron haber sido intervenidas y que Trump había planteado “cuestiones válidas” sobre escuchas a sus colaboradores.

Al otro lado del Capitolio, el jefe de Inteligencia del Senado, Richard Burr, quien dirige una investigación simultánea sobre la interferencia de Rusia, dijo que no había visto ninguna evidencia de las reivindicaciones de Trump.

“Vamos a estar en cualquier parte donde haya Inteligencia o hechos que nos envían. Así que no voy a limitarlo a un modo u otro”, dijo Burr. “Pero a día de hoy no tenemos nada que nos encamine en esa dirección, lo que no quiere decir que no podamos encontrar algo”.

Preguntado por CNN sobre las acusaciones de Trump, el número dos de los republicanos en el Senado, John Cornyn, respondió: “No sé cuál es la base de su acusación”.

El secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, fue preguntado en repetidas ocasiones sobre el tema en la rueda de prensa el martes.

“Nada ha cambiado”, dijo Spicer, a Jim Acosta, de CNN, cuando le preguntó si había nuevas pruebas para apoyar las acusaciones. “No es una cuestión de nuevas pruebas o menos pruebas o lo que sea, la respuesta es la misma, y ​​es que… había una preocupación por lo sucedido en la elección de 2016. La Cámara y el Comité de Inteligencia del Senado tienen el personal y las capacidades y los procesos para revisar esto de una manera objetiva y es donde se debe hacer”.

A lo largo del Capitolio ha sido casi imposible encontrar a legisladores que tomaran la acusación del presidente literalmente o en serio. Trump hizo la afirmación contra Obama el sábado temprano en una cadena de tuits, sin ofrecer pruebas.

El senador Mark Warner, el demócrata de mayor rango en el Comité de Inteligencia del Senado, se rió durante unos segundos cuando se le preguntó si el Comité extendería su investigación para comprobar las acusaciones de Trump.

“Vamos a seguir los hechos dondequiera que nos lleven, pero él no nos ha mostrado ninguna prueba”, dijo Warner.

La acusación de Trump se produjo en un momento en que el presidente enfrentaba peticiones para que su segunda elección de gabinete renuncie, luego de que se revelara que el secretario de Justicia, Jeff Sessions, no había mencionado sus reuniones con el embajador ruso, Sergey Kislyak, en su audiencia de confirmación el mes pasado.

Además se dio a conocer que su yerno y asesor Jared Kushner, se reunió también -junto al exasesor Michael Flynn- con el embajador ruso.