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¿Somos los humanos racistas por naturaleza?
07:49 - Fuente: CNN

Nota del editor: Roxanne Jones, editora fundadora de ESPN Magazine y exvicepresidenta de ESPN, ha trabajado como productora, reportera y editora en el New York Daily News y The Philadelphia Inquirer. Jones es coautora de “Say it Loud: An Illustrated History of the Black Athlete”. Ella habla de política, deportes y de cultura semanalmente en 900AM WURD en Filadelfia. Las opiniones expresadas aquí son de su propia responsabilidad.

(CNN) – Teníamos miedo. Mamá lloraba, algo que rara vez la veíamos hacer cuando éramos niños. Pero mi hermanita estaba desaparecida y nuestra madre estaba aterrorizada. Sabía lo malo que podía ser el mundo para las pequeñas niñas negras. Mi hermana había ido a casa de un amigo más temprano ese día y no volvió. Estaba oscuro afuera y ella no había llamado. Nadie la había visto.

Todos nosotros (mamá, mi hermano menor y yo) estábamos amontonados en el coche que conducía por la ciudad para encontrarla, lo que hicimos, eventualmente. Fuimos bendecidos.
Esta escena se repitió más de una vez mientras yo crecía en el pequeño pueblo de Nueva Inglaterra. Uno de nosotros rompió el toque de queda, perdió la noción del tiempo, se escapó a una fiesta y no llamó a casa. Mamá buscaba a sus polluelos, tocaba puertas, llamaba a los vecinos, gritaba nuestros nombres, nos amenazaba si no entrábamos a la casa. Los chicos de la vecindad se burlaban de nosotros por nuestra arrogante madre. Fue embarazoso.

Roxanne Jones

Ella sabía demasiado sobre los depredadores que se aprovechan de los niños negros cuando nadie está mirando y protegernos lo mejor que pudo fue su misión solemne.

Pero nunca llamó a nuestro departamento de policía local para pedir ayuda. Era la década de 1980 y tal vez temía que la policía mirara a nuestro vecindario en su mayoría negro y la estereotiparan como otra irresponsable madre negra. No importaría que sus hijos estuvieran haciendo lo que todos los adolescentes sanos hacen, probando los límites de su libertad, desafiando a la autoridad. Comprendimos temprano la lección de que era mejor para los negros tratar de cuidar de los suyos, una actitud que no ha evolucionado mucho unos 30 años más tarde.

Hoy en día, el comité congresional sobre mujeres y niñas negras, dirigido por un grupo de congresistas negras, está tratando de hacer precisamente eso: cuidar de los suyos.

Según Black and Missing Foundation, 64.000 mujeres y niñas negras desaparecieron en todo el país durante el 2014. Y apenas bastó una atenta y cuidadosa mujer negra para hacer sonar la alarma. Hace dos meses, Chanel Dickerson, nueva comandante del Departamento de Policía Metropolitana de Washington, lanzó la etiqueta en Twitter #MissingDCGirls con fotos de las jóvenes desaparecidas. Las redes sociales respondieron con indignación que no se estaba haciendo lo suficiente para encontrar a las niñas por parte de los agentes de la ley o medios de comunicación, que a menudo cubren historias de niños blancos desaparecidos.

En respuesta al llamado de Dickerson, el grupo de mujeres del Congreso ha tomado la iniciativa en una conversación nacional sobre la crisis de los niños negros e hispanos desaparecidos en Estados Unidos, exigiendo que el FBI y el Departamento de Justicia asignen inmediatamente fondos y se comprometan con políticas que aborden el problema. El hashtag de Dickerson recalcó en una frustración que es real y una situación que es sombría.

Avisos como este muestran de pleno la panorámica del gran problema que enfrentan las adolescentes negras en el Distrito de Columbia.

En todo el país, alrededor del 35% de los niños desaparecidos son negros, y otro 20% son latinos, dijo Robert Lowery, vicepresidente de la División de Menores Desaparecidos del Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados.

Según el Centro Nacional de Información sobre Delitos (NCIC, por sus siglas en inglés), en el 2016 desaparecieron 170.899 niños negros en Estados Unidos, más que cualquier otra categoría excepto la de blanco/hispano, con un número combinado de 264.443. El comité pregunta: ¿son estos niños víctimas de los traficantes sexuales, o hay otros factores en el asunto? Buenas preguntas. El grupo organizará este mes un debate entre legisladores, funcionarios encargados del cumplimiento de la ley y del Departamento de Justicia, y grupos de defensores de los niños.
La importancia de esta conversación no puede ser exagerada, como ocurre desde hace mucho tiempo.

Este próximo debate es un buen comienzo, pero la conversación no puede terminar allí. La protección y la seguridad de los niños negros no es responsabilidad exclusiva de las fuerzas del orden o del gobierno, aunque se necesitan políticas y comunicaciones absolutamente más fuertes para asegurarse de que estos niños no sean ignorados y clasificados como “fugitivos con problemas” por los que difícilmente se lance una alerta cuando las familias en pánico informen que han desaparecido.

En nuestras propias comunidades, escuelas e iglesias, todos tenemos que enfrentar esta crisis. ¿Cuál es nuestro papel en mantener a nuestros hijos seguros, siendo realmente el guardián de nuestro hermano? Significa actuar cuando vemos niños que están en problemas, incluso cuando no son nuestros.
Felicitaciones a Dickerson, una mujer que no tenía miedo de actuar. Ella nos recuerda que ningún niño debe ser invisible a simple vista.

En nuestras propias comunidades, escuelas e iglesias, tenemos que enfrentar esta crisis. ¿Cuál es nuestro papel en mantener a nuestros hijos seguros, siendo realmente el guardián de nuestro hermano? Significa actuar cuando vemos niños que están en problemas, incluso cuando no son nuestros.

Felicitaciones a Dickerson, una mujer que no tenía miedo de actuar. Ella nos recuerda que ningún niño debe ser invisible a simple vista.