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Vida 2016: ¿Te atreverías a entrenar para un maratón?
01:00 - Fuente: CNN

(CNN) – Una estudiante de periodismo de 20 años hizo historia en 1967 al convertirse en la primera mujer en correr oficialmente el Maratón de Boston.

50 años después, Kathrine Switzer regresará a la línea de partida de la famosa carrera llevando el mismo número que un funcionario le intentó arrancar de su ropa en 1967.

El incidente fue captado en una icónica foro que convirtió a Switzer en un modelo a seguir y lanzó su carrera como defensora de la igualdad para las mujeres en los deportes. Ahora, con 70 años y 39 maratones corridas, será la primera vez que correrá en Boston desde 1976 y su primer maratón desde 2011.

Switzer ha dicho que no intentó cruzar los límites al entrar a la carrera hace 50 años. Después de todo, otra mujer, Roberta Bingay Gibb, había completado el maratón el año anterior, pero sin inscribirse oficialmente.

Pero la foto mostró la cara más fea del sexismo en el deporte, impulsando a Switzer a la vida pública y alterando el curso de su vida.

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“Todo cambió”, le dijo a la afiliada de CNN, WBZ-TV, “dije, esto va a cambiar mi vida, podría cambiar los deportes femeninos y cambiar el mundo”.

“Ninguna dama ha corrido el Maratón de Boston”

A diferencia de Gibb, Switzer logró anotarse en el maratón con sus iniciales, K.V. Switzer. Como ella lo dice, no había reglas escritas oficiales que dijeran que sólo los hombres podrían entrar en la carrera. Tampoco había un lugar en el formulario de inscripción para seleccionar el género.

Pero en esos días las mujeres raramente participaban en deportes profesionales o competitivos. Incluso su entrenador en Syracuse, donde Switzer entrenó con el equipo masculino de cross country, le dijo que la distancia era demasiado larga para las “mujeres frágiles”.

“Ninguna dama ha corrido el Maratón de Boston”, le dijo el entrenador Arnie Briggs, según las memorias de Switzer, Marathon Woman (Mujer Maratón). Pero si ella podía correr la distancia en la práctica, él prometió llevarla a Boston.

Cuando Switzer completó el ensayo de 26 millas, Briggs insistió en que se inscribiera oficialmente. Dijo que usó sus iniciales porque su nombre de pila estaba mal escrito en su certificado de nacimiento, Kathrine, y estaba cansada de repetir el error. Además, dijo que quería ser escritora, y usando sus iniciales, como J.D. Salinger y E.E. Cummings, le parecía un algo que un escritor “genial” haría.

Su número se convertiría en el símbolo de la valentía frente a la adversidad para las mujeres corredoras desde entonces. El Maratón de Boston retirará el número 261 en honor a Switzer después de que ella corra la carrera este lunes.

“Dame esos números”

Switzer dijo que no intentó esconder que era mujer. Se puso labial, aretes y unos shorts color rojo, peo terminó usando pantalones anchos sobre su atuendo “femenino” pues hacía frío.

Estaba nevando para cuando ella y sus compañeros de carrera llegaron a la línea de partida en Hopkinton. Uno de ellos le dijo que se quitara el labial para que los organizadores no la vieran. Ella se negó y comenzó la carrera.

A las pocas millas vio a un hombre con sombrero y abrigo en la mitad de la vía sacudiendo la cabeza y señalándola. Luego, escuchó pisadas de zapatos de cuero, algo que se distingue claramente de las pisadas de zapatos de goma, y supo que algo estaba mal.

“Instintivamente giré mi cabeza hacia los lados y me encontré con la mirada más malvada que haya visto. Un hombre, un hombre enorme, mostraba los dientes, y antes de que pudiera reaccionar tomó mi hombro y me sacudió hacia atrás, gritando: ‘Sal de mi carrera ahora y dame esos números”, escribió la deportista en sus memorias.

Después de escapar de esta escena caminó durante unos minutos antes de que su ira se convirtiera en energía. Terminó la carrera en 4 horas y 20 minutos, pero luego sería descalificada y expulsada de la Unión Atlética de Amateurs.

Sin embargo, el apoyo que luego recibió eclipsó el escándalo, y se volvió una celebridad.

No la venció el miedo

Switzer usó su influencia para hacer campaña para que las mujeres entraran en el Maratón de Boston en 1972. Ella llegó a correr 39 maratones, ganando el de Nueva York en 1974 y logrando su mejor marca personal en 1975, 2:51:33, cuando terminó en segundo lugar en Boston.

Creó el Circuito Internacional de Avon de carreras femeninas en 27 países, preparando el camino para el primer maratón olímpico femenino en 1984. Se convirtió en autora y comentarista de televisión para los campeonatos olímpicos, mundiales y nacionales antes de regresar a los maratones a los 64 años.

A lo largo del camino, 261 se convirtió en un grito entre las corredoras femeninas. Switzer creó 261 Fearless, un club sin fines de lucro para mujeres. Algunos de sus miembros se unirán a Switzer para su vuelta de victoria este lunes, usando el número 261 para recaudar dinero para la caridad.

¿Por qué no abandonó la carrera de 1967? Sus preguntas frecuentes incluyen una respuesta preparada:

“Porque yo sabía que si lo hacía nadie creería que las mujeres podrían correr distancias y merecer estar en el Maratón de Boston, simplemente pensarían que yo era un payaso, y que las mujeres estaban invadiendo eventos donde no tenían habilidad. Yo iba en serio y no podía dejar que el miedo me detuviera” afirma.