(CNNMoney) – La agitadora de la extrema derecha Marine Le Pen y el candidato de centro Emmanuel Macron, quienes se enfrentarán el 7 de mayo en la segunda vuelta de una elección presidencial francesa con implicaciones mayores para el futuro de Europa, tienen muy distintos puntos de vista en cuanto a la economía.
Macron, un exbanquero que fue ministro de Economía, es un socialista liberal. Él ha dicho que la economía de Francia puede ser más competitiva si abraza la globalización y le apuesta al libre comercio. Macron es un fiel promotor del euro y la Unión Europea.
Le Pen, en tanto, representa un alejamiento radical del statu quo en Francia. Ella aboga a favor de una rama estridente del nacionalismo económico que significaría nuevas barreras comerciales y la salida del país de la eurozona.
Marine Le Pen
Le Pen ha propuesto abandonar el euro y cambiar a un “nuevo franco” de menor valor para ayudar a que las exportaciones francesas sean más competitivas. La deuda nacional existente se convertiría a la nueva moneda –una medida que probablemente sería considerada como un impago.
Además, quiere un referendo sobre la pertenencia de Francia a la Unión Europea.
Le Pen se opone firmemente a la globalización y ha prometido buscar políticas que ella describe como “proteccionismo inteligente”.
Eso significa no más nuevos acuerdos de libre comercio y dar a las compañías francesas prioridad en los contratos públicos. También implica un nuevo impuesto a las compañías que contratan trabajadores extranjeros, e impuestos adicionales a las importaciones.
Le Pen quiere recortar el impuesto sobre la renta para los más pobres. Ella reduciría la edad de retiro y mantendría la semana laboral de 35 horas.
Ella se ha opuesto a la privatización de las grandes compañías estatales incluyendo el servicio postal.
Emmanuel Macron
Macron ha prometido recortar el impuesto corporativo gradualmente del 33% actual al 25%. Él también quiere recortar los impuestos locales a la vivienda para la mayoría de los ciudadanos franceses.
El candidato ha prometido recortar el gasto público de 60.000 millones de euros (64.000 millones de dólares) al año, en parte haciendo más eficiente al gobierno. Dijo que eliminaría hasta 120.000 empleos públicos que ya no se ocuparían al retirarse los trabajadores que los ocupan actualmente.
Macron es un defensor del libre comercio y ha hecho campaña a favor de un acuerdo entre la Unión Europea y Canadá.
Dijo que consideraría cambios a la semana laboral de 35 horas.
También quiere gastar 50.000 millones de euros durante cinco años para entrenamiento, energía y medio ambiente, transporte, salud y agricultura.