Londres (CNN) – El príncipe Felipe, el esposo de 95 años de la Reina Isabel II, anunció su retiro de la vida pública este otoño luego de décadas al lado de la monarca británica.
Han pasado casi cinco años desde que el Palacio de Buckingham anunciara que el duque de Edimburgo —que se casó con la entonces princesa Isabel en 1947—se “desconectaría” gradualmente de su trabajo, aunque permaneció ansioso por completar muchos de sus deberes.
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Solo en 2016 el príncipe atendió 200 eventos mientras seguía representando a la familia real con su propio estilo distintivo.
Este miércoles, fue fotografiado durante un evento en el campo de críquet Lord en Londres. Pero el Palacio de Buckingham dijo que sus compromisos públicos programados para el verano serán los últimos, aunque atenderá a eventos púbicos si lo desea.
Ha estado casado con la reina Isabel II por 69 años, y es conocido por su ingenio, humor y sus controversial e improvisados comentarios.
En abril de 2016 causó sorpresa al tomar el timón para llevar al presidente de Estados Unidos Barack Obama y la primera dama Michelle Obama a un almuerzo durante su visita de Estado a Gran Bretaña. Esto ocurrió un mes antes de que anunciara que no asistiría a las conmemoraciones de la Batalla de Jutland en Orkney por recomendaciones de su doctor.
La salud del príncipe Felipe ha sido monitoreada por largo tiempo no solo por el palacio, sino por la prensa británica y el público.
Durante una entrevista con la BBC por su cumpleaños número 90 en 2011, Felipe dijo que era hora de alejarse de sus responsabilidades.
“Reconozco que he hecho mi parte, quiero disfrutar de mí mismo ahora… tener menos responsabilidades, menos preocupaciones, menos preparación para pensar qué decir”, dijo él.
Sin embargo, Felipe continuó apareciendo junto a la reina. En 2012, estaba con la reina Isabel mientras completaba su ocupado horario en eventos públicos en todo Gran Bretaña para celebrar sus 60 años en el trono.
‘Una guía y fuerza constantes’
En el discurso del jubileo de diamante ante el parlamento en marzo de 2012, la reina dijo que el apoyo de su propia familia había sido “más allá de toda medida” a lo largo de su reinado. Y rindió un tributo especial a la contribución de su esposo, quien la acompañó en muchas de sus visitas oficiales.
“El príncipe Felipe es, creo, bien conocido por declinar cumplidos de cualquier tipo. Pero en todo este tiempo ha sido una guía y fuerza constantes”, dijo ella.
Felipe se ha referido a él mismo, a manera de broma, como “el develador de placas más experimentado del mundo”, pero como niño nacido en Grecia en la confusión de las entreguerras, como oficial de la armada decorado por su heroísmo durante la Segunda Guerra Mundial, el duque de Edimburgo es todo menos eso.
Cuando llegó la paz, Felipe permaneció en la armada, pero reactivó la amistad anterior con Isabel, que rápidamente floreció como un romance público.
Felipe y la princesa Isabel se casaron en la Abadía de Westminster en noviembre de 1947, luego de que él fuera naturalizado como británico y poco después de que regresara a sus labores de la armada, ascendiendo al rango de teniente comandante.
El recién nombrado duque de Edimburgo, Felipe tuvo que abandonar su carrera naval por las labores reales luego de que el padre de la reina, el rey Jorge VI se enfermara. El rey murió el 6 de febrero de 1952, cuando Felipe y Elizabeth estaban en un viaje oficial en Kenia. Felipe fue el que le dio la noticia a su esposa.
‘Una pareja fantástica’
Durante los primeros años del matrimonio de la pareja el príncipe disfrutó de una alta popularidad. En su primera gran gira juntos —a Canadá y a Estados Unidos en 1951— grandes multitudes salieron a ver a la pareja. El mismo duque habló sobre sus problemas de hallar un propósito en la familia real, diciendo que eligió ciertos deberes —incluyendo el esquema del Premio Duque de Edimburgo— más por deber que por pasión.
“No quise ser presidente del Fondo Mundial para la Naturaleza”, dijo en una entrevista en 1992. “Me pudieron que lo hiciera. Preferiría estar en la Armada, francamente”.
Felipe no tiene roles constitucionales más que ser un consultor privado, pero la reina en 1952 declaró que él tenía “lugar, preeminencia y precedencia” cerca de ella “en todas las ocasiones y en todas las reuniones, salvo cuando el Parlamento así lo disponga”.
Él ha estado junto a la reina cuando ha hecho las visitas de Estado en todo el mundo, la ha ayudado a recibir a una cantidad de dignatarios.
Su relación fue discutida en un reciente documental de ITV sobre el príncipe Felipe en el jubileo de su tan valioso premio Duque de Edimburgo.
Sophie Wessex, esposa del hijo más joven de la pareja, el príncipe Eduardo, reveló cómo el par disfrutan de la compañía del otro tras 69 años de matrimonio.
“Él ha sido un fantástico compañero para ella. Creo que es un trabajo bastante solitario ser reina”, le dijo a ITV.
“Como un mujer en un puesto tan alto, creo que tener a alguien en quien puedas apoyarte, con quien puedas hablar, con quien pueda ser honesta a puertas cerradas… No creo que ella pudiera haber elegido a alguien mejor. Y ellos se hacen reír el uno al otro, que es la mitad de la batalla, ¿no?”, agregó.
Incluso ahora, Felipe continuará siendo patrón o miembro de cientos de organizaciones. Y permanecerá al lado de la reina para apoyarla y ser su mejor compañía.