(CNNMoney) – El euro está a salvo por ahora.
Francia eligió al centrista independiente Emmanuel Macron como el próximo presidente de ese país, terminando una tumultuosa campaña que había socavado el euro y aumentado las dudas reales sobre su sobrevivencia.
Macron obtuvo más de 65% de los votos este domingo y derrotó fácilmente a la populista de ultraderecha Marine Le Pen, en cuya campaña prometió sacar a Francia de la zona euro y tal vez incluso de la Unión Europea.
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El euro ha estado bajo amenaza por el creciente populismo en Europa, donde está el símbolo más visible del largo experimento de integración económica de la región desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Los partidos nacionalistas y populistas envalentonados por la decisión del año pasado de Gran Bretaña de dejar la Unión Europea, presentaron argumentos contra la moneda en Países Bajos, Francia, Italia y Grecia, entre otros.
Los escépticos se irritaron con la idea de que países tan diferentes como Alemania, Italia y Grecia deban usar la misma moneda, mientras ceden el control de los tipos de interés al Banco Europeo Central. También argumentan que la moneda ha beneficiado a algunos países miembro, como Alemania, mientras ha obstaculizado a algunos y aumentado el desempleo en otros.
La elección del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien hizo campaña sobre una plataforma antiglobalización, alentó a los políticos europeos que querían deshacerse de la moneda compartida y traer de vuelta a la lira, la peseta y el franco francés.
El año pasado los inversionistas observaban ansiosamente a una serie de elecciones que pudieron haber cambiado el curso.
Desde entonces, el candidato de extrema derecha que expandió la idea de un referendo para dejar la Unión Europea perdió la carrera presidencial en Austria. Luego en marzo, el primer ministro holandés Mark Rutte ganó el desafío de la extrema derecha.
Ahora los electores franceses eliminaron el último gran riesgo político para el euro este año. E Italia parece haber esquivado las elecciones tempranas que pudieron haber favorecido al partido populista. El alivio es obvio. El euro se está negociando a su máximo nivel en seis meses.
Aún así hay razones para mantener la champaña en el hielo. Un tercio de los votantes en Francia prefirieron a Le Pen, la hija de un partido político anti Unión Europea que alguna vez estuvo al margen de la política francesa.
Macron es también un outsider político que formó su propio movimiento —En Marche!— hace menos de un año. Fue banquero de Rothschild y ministro de Economía de Francia pero nunca había ejercido un cargo de elección popular.
El establecimiento, entonces, también ha sido reprendido en Francia. Los candidatos que representaban los partidos que dominaron el sistema político del país durante años ni siquiera llegaron a la segunda vuelta electoral de la elección presidencial.
Macron ahora tendrá que probar que puede enfrentar el malestar económico de Francia impulsando la economía y el aumento del empleo; tendrá que hacerlo sin una gran mayoría en el parlamento, que tendrá sus propias elecciones el próximo mes.
Si Macron puede llevar a cabo sus reformas, estará en una posición más fuerte para trabajar con Alemania y otros países que usan el euro para seguir adelante con la recuperación de la región.
“Al impulsar una Unión Europea más fuerte … y revivir la relación franco-alemana, Macron debería dar un nuevo impulso a la zona euro y al proceso de integración europea”, dijo Marion Amiot, economista senior de Oxford Economics.
¿Cuál es el simbolo más reciente del compromiso de Macron? Durante la celebración de la victoria este domingo en la noche, salió con el himno europeo “Oda a la Alegría”, en vez de su equivalente francés, La Marseillaise.