(CNN Español) – Durante su discurso en la Asamblea Mundial de la Salud, que se realiza esta semana en Ginebra, Suiza, el ministro de Salud de Colombia, Alejandro Gaviria, habló del futuro esperanzador de Colombia por, entre otros temas, los avances que ha hecho el país en torno a la salud pública y al problema de las drogas.
“Suspendimos hace dos años —y para siempre— las fumigaciones aéreas con glifosato”, dijo Gaviria en el encuentro con otros líderes mundiales de la salud este martes.
Sin embargo, un reciente fallo de la Corte Constitucional de Colombia ponen en duda las palabras del ministro de Salud, pues la decisión abre las puertas a que en el país se vuelva a utilizar glifosato para los cultivos ilícitos en el país.
En mayo de 2015, el Consejo Nacional de Estupefacientes suspendió la fumigación con ese herbicida a petición del presidente Juan Manuel Santos. Esto luego de que el ministro de Salud Alejandro Gaviria, recomendara suspender ese proceso pues, basado en estudios científicos, dijo que la sustancia es altamente cancerígena.
Pero ahora, en su más reciente fallo, la Corte fijó una serie de condiciones para que las fumigaciones con glifosato puedan volverse a realizar en territorio colombiano.
Entre ellas, le ordenó al Gobierno Nacional y a las entidades que determine el Consejo Nacional de Estupefacientes, “establecer el grado de afectación que el Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos mediante Aspersión Aérea con Glifosato (PECIG), mientras estuvo vigente, causó en la integridad física, cultural, social y económica de dichas comunidades”, dice la sentencia.
Otra de las condiciones para que se reanuden las aspersiones aéreas con este herbicida ese que haya una investigación científica “con condiciones de rigor, calidad e imparcialidad” sobre el riesgo que plantea el uso de esta sustancia.
En todo caso, dice la Corte, si el Consejo Nacional de Estupefacientes decide volver a fumigar con glifosato, la decisión debe “fundarse en evidencia objetiva y concluyente que demuestre ausencia de daño para la salud y el medio ambiente”.
Este fallo contradice a una sentencia previa del mismo tribunal —con fecha de febrero de 2017—, en la que el magistrado Jorge Iván Palacio aplicó el principio de precaución al prohibir que “en adelante… se use o se retome el uso del herbicida glifosato en el programa de erradicación de cultivos ilícitos en forma de aspersión aérea”.
En ese documento, Palacio planteó la utilización de “una forma alternativa de erradicación con otra sustancia química no tóxica” o que las aspersiones que se realicen con esta sustancia tengan “estrictos controles y minimizando los potenciales efectos negativos que esta pueda llegar a tener sobre las comunidades étnicas”.
Este nuevo fallo revisó una demanda de la comunidad de Nóvita, en el departamento de Chocó que denunció “afectaciones a los cultivos lícitos, a la salud y al medio ambiente como efecto de las aspersiones aéreas realizadas sobre cultivos ilícitos en el municipio”, según el documento de la Corte.
Aunque la Corte pida que la decisión de reanudar las aspersiones con glifosato basados en evidencia objetiva y concluyente que demuestre ausencia de daño para la salud y el medio ambiente, el Gobierno Nacional ya ha mostrado evidencia científica de los daños que provoca este herbicida.
Un herbicida ‘probablemente’ cancerígeno
En 2015, Gaviria, se basó en un estudio publicado porThe Lancet —una revista sobre asuntos de medicina y salud— donde la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer, IARC (por sus siglas en Inglés) clasificó esa sustancia dentro del grupo 2A como “probablemente cancerígeno para los humanos”.
El gobierno colombiano inició las fumigaciones con glifosato a comienzos de la década de 1980, cuando comenzó el auge de los cultivos ilícitos de marihuana y hoja de coca. Desde entonces, ambientalistas y defensores de los derechos humanos han denunciado supuestos efectos nocivos para la salud de las personas que viven en zonas donde se realizan fumigaciones aéreas y terrestres para combatir el narcotráfico.
En la carta que le envió Gaviria al Consejo Nacional de Estupefacientes en 2015, el ministro advirtió que “en lo que concierne directamente al glifosato, el informe de la IARC revela que la exposición a esta sustancia puede estar relacionada con la generación de linfoma no Hodgkin”, un tipo de cáncer que aparece en los linfocitos.
La sentencia coincide con la publicación de un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos que indica que de nuevo, Colombia es el principal productor mundial de cocaína.
Según el reporte publicado en marzo, los cultivos de hoja de coca aumentaron un 39 % en el 2014, y 42 % en 2015. Lo que significa que actualmente hay cerca de 160.000 hectáreas cultivadas, un aumento aproximado del 100 % desde 2013, según advierte el documento del Departamento de Estado. Todo esto incide directamente en el aumento del envío de cocaína a los Estados Unidos que, según el mismo documento, ha provocado que el número de muertes por sobredosis en ese país fuera en 2015 el más alto desde 2007.
Según un documento del Consejo Nacional de Estupefacientes, aunque el gobierno privilegia la sustitución voluntaria de cultivos ilícitos, no desconoce o renuncia a otros mecanismos coercitivos como la erradicación manual forzosa, que actualmente se encuentra bajo la dirección del Ministerio de Defensa Nacional.
Para algunos sectores políticos de oposición al Gobierno, como el senador del partido Centro Democrático José Obdulio Gaviria (que no está relacionado con el ministro de Salud ni con el expresidente de Colombia, César Gaviria), la suspensión de las fumigaciones obedece mas a “una concesión del presidente Santos a la guerrilla de las FARC en el acuerdo de paz logrado tras 4 años y medio de negociaciones en Cuba”.