Los pediatras e investigadores de salud pública saben que tienen que estar atentos a la exposición al plomo por las virutas de pintura y el agua potable contaminada. Pero un nuevo informe sugiere que los alimentos, en particular los que son para bebés, también podrían ser un problema.
En un análisis de 11 años de datos federales, el Environmental Defense Fund encontró niveles detectables de plomo en el 20% de 2.164 muestras de alimentos para bebés. El metal tóxico se encuentra más comúnmente en jugos de frutas como uva y manzana, vegetales de raíz como papas dulces (batatas) y zanahorias, y en galletas para bebés.
El foco principal de la organización fueron los alimentos para bebés por el daño que el plomo puede causar en el desarrollo del niño.
“El plomo puede tener una serie de efectos en los niños y es especialmente perjudicial durante los períodos críticos de desarrollo”, dijo la doctora Aparna Bole, pediatra del University Hospitals Rainbow Babies and Children’s Hospital en Cleveland, quien no participó en el informe. “La carga más grande que, pensamos, puede ocurrir a menudo es neurocognitiva, incluso con niveles bajos de exposición al plomo”.
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El plomo puede causar problemas de atención y comportamiento, afectar el desarrollo cognitivo, el sistema cardiovascular y el sistema inmunológico, dijo Bole.
Las muestras estudiadas no fueron identificadas por marca, y se cree que los niveles de plomo son relativamente bajos. Sin embargo, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), no se ha identificado un nivel seguro de plomo en la sangre en niños.
En un borrador de un informe publicado a principios de este año, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) estima que más del 5% de los niños consumen más de 6 microgramos por día de plomo en su dieta, el nivel máximo de ingesta diaria establecido por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) en 1993.
Esto sorprendió a Tom Neltner, director de política de productos químicos del Environmental Defense Fund, quien ha pasado 20 años investigando y trabajando para reducir la exposición al plomo. Su análisis posterior del informe de la EPA fue que los alimentos son la principal fuente de exposición al plomo en dos tercios de los niños pequeños. Esto estimuló a la organización a examinar los datos del Total Diet Study de la FDA para fuentes específicas de exposición en niños.
En el informe, publicado el jueves 15 de junio, Neltner encontró que las versiones para bebés de jugo de manzana, de uva y zanahorias tenían plomo detectable con más frecuencia que las versiones regulares. Los investigadores pudieron determinar con qué frecuencia se produjo la contaminación, pero no a qué niveles.
Según la FDA, el plomo se introduce en los alimentos a través del suelo contaminado, pero Neltner sospecha que el procesamiento también puede desempeñar un papel.
“No puedo explicarlo más que suponiendo que los alimentos para bebés se procesan más”, dijo Neltner.
El informe del Environmental Defense Fund señala que se necesita más investigación sobre las fuentes de contaminación. La FDA ha establecido una guía de niveles de 100 partes por billón (ppb) para dulces y frutos secos, y 50 ppb para jugos de frutas. El nivel permisible de plomo en el agua embotellada es de 5 ppb.
La preocupación por los jugos de frutas se disparó en 2012 cuando Consumer Reports encontró que 1 de cada 4 muestras de jugos de manzana y uva tenían niveles de plomo más altos que el límite de agua embotellada impuesto por la FDA de 5 ppb.
“La FDA continúa trabajando con la industria para limitar aún más la cantidad de plomo en los alimentos en la mayor medida factible, especialmente en alimentos que los niños consumen con frecuencia”, indica una declaración de la agencia en respuesta al informe. “La agencia está en proceso de reevaluar los métodos analíticos que utiliza para determinar cuándo debe tomar medidas con respecto a los niveles de plomo en determinados alimentos, incluidos los que consumen bebés y niños pequeños”.
Neltner dijo que está contento de que la FDA esté trabajando en el tema, pero quiere “que lo hagan. Que se muevan rápido”.
El Environmental Defense Fund no recomienda que los padres eviten ciertos alimentos o marcas, pero sí aconsejan que consulten a su pediatra sobre todos los medios de exposición al plomo.
“En muchas comunidades estadounidenses, la fuente más importante de exposición al plomo es la pintura y el suelo”, dijo Bole. “Evitar todas las fuentes de exposición al envenenamiento por plomo es increíblemente importante… pero lo último que quiero es que un padre restrinja la dieta de su hijo o limite el consumo de grupos de alimentos saludables”.
Agregó que los pediatras recomiendan limitar o eliminar los jugos de frutas de las dietas de los niños, de todos modos, por razones nutricionales. “Hay buenas razones para limitar el jugo, no solo por este informe en particular”, dijo Bole.
Pero agregó que no querría que los padres evitaran los vegetales de raíz por completo. “Los beneficios de esos alimentos nutritivos superan con mucho cualquier riesgo”, explicó Bole, especialmente en los medios en los que los niños están más expuestos al plomo. En respuesta a una solicitud de comentarios, Gerber dijo que las muestras de sus alimentos para bebés y jugos “consistentemente están dentro de los niveles de las guías disponibles y cumplen con nuestros estrictos estándares”. Y las muestras de jugos Gerber estuvieron todas por debajo del estándar de EPA para el agua potable.
“Sabemos que los padres pueden estar preocupados por un informe reciente sobre el plomo en los alimentos y queremos asegurarles que los alimentos y los jugos de Gerber son seguros”, dice el comunicado.
El informe del Environmental Defense Fund fue dirigido en última instancia a la industria alimentaria y a la FDA con la esperanza de obtener límites y estándares actualizados.
Pero el plomo en la pintura y el agua potable no se deben dejar de lado, dijo Neltner. “Tienes que lidiar con este tema en múltiples frentes”.