El comentario de Depp, interpretado como una referencia al asesinato del presidente Abraham Lincoln por John Wilkes hace más de 150 años, provocó una condena generalizada.

(CNN) – El actor Johnny Depp es la última celebridad en Estados Unidos en llamar a la controversia al hacer una poco velada alusión al asesinato del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuando le preguntó a la audiencia en el festival de artes de Glastonbury en Inglaterra “¿cuándo fue la última vez que un actor asesinó a un presidente?”.

El comentario, interpretado como una referencia al asesinato del presidente Abraham Lincoln por John Wilkes hace más de 150 años, provocó una condena generalizada.

Pero está claro que en Estados Unidos se ha abierto un nuevo capítulo en el debate sobre la expresión política, el arte y la incitación de la violencia contra figuras públicas, un capitulo que ha sido elevado durante años pero que ha aumentado desde que Trump asumió el cargo – y una gran cantidad de celebridades se ha alineado para oponerse a él con un lenguaje cada vez más provocativo.

Depp se disculpó en una declaración escrita, reportada primero por la revista People, en la que lamentaba el “mal chiste”, al que calificaba de “mal gusto”.

“No salió como pretendía, y lo pretendía sin malicia. Solo estaba intentando entretener, no dañar a nadie”, dijo en su declaración.

Los comentarios, horrendos y ofensivos en cualquier contexto, llegan en un momento sensible en términos de violencia y discurso político, a solo ocho días de que un atacante disparara contra miembros del Congreso en un campo de béisbol en Alexandria, Virginia, en el que practicaban para un juego de caridad. En ese tiroteo resultó herido el congresista republicano Steve Scalise, quien permanece en el hospital.

Como Depp predijo en Glastonbury, el comentario copó los titulares y a la Casa Blanca no le pareció gracioso.

El secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, sugirió que había un doble rasero respecto a las amenazas contra Trump.

“Es un poco problemático, la ausencia de molestia que hemos visto en algunas de estas instancias en las que las personas han dicho lo que han dicho respecto al presidente, y las acciones que deberían tomarse”, dijo Spicer a reporteros en una conferencia fuera de cámaras.

“El presidente ha dejado en claro que debemos denunciar la violencia en todas sus formas, y yo creo que nos vamos a sujetar a ese estándar y todos deberíamos estar de acuerdo en que ese estándar debería ser reclamado universalmente”.

Ronna Romney McDaniel, presidenta del Comité Nacional Republicano, dijo que “ninguna broma” sobre el asesinato del presidente es aceptable.

“Estoy harta de las celebridades que se escapan después de comentarios tan repugnantes”, escribió en Twitter.

Para respaldar el punto de McDaniel, Depp no es la primera celebridad que alude – ya sea en broma o en serio – al asesinato del presidente Trump. Él tampoco es el primero en ofrecer un mea culpa o una explicación posterior.

En mayo, la comediante Kathy Griffin estuvo bajo fuego luego de posar para fotografías con una máscara que lucía como la cabeza ensangrentada del presidente. Ella fue despedida por CNN y el propio Trump intervino diciendo que ella debería “avergonzarse de sí misma”.

Y durante la Marcha de las Mujeres en Washington en enero, la cantante Madonna dijo durante un discurso que “pensaba mucho en hacer volar la Casa Blanca”, una declaración que luego dijo que había sido sacada “extremadamente de contexto”.

Trump no es el único presidente que ha sido blanco de la furia de las celebridades – e incluso de comentarios amenazantes similares a los de Depp. En la carrera rumbo a las elecciones del 2012, el guitarrista conservador Ted Nugent dijo que si Obama era reelegido, él mismo “moriría o iría a la cárcel”, un comentario que le significó una visita del Servicio Secreto.

El propio Trump ha sido criticado por hacer comentarios que parecían favorecer la violencia contra otros, incluyendo aquellos en el otro lado del espectro político. Durante la campaña presidencial de 2016, Trump pareció incitar a los propietarios de armas a tomar algún tipo de acción si Hillary Clinton resultaba electa y señaló a los jueces que no apoyan el derecho a la posesión de armas.