(CNN Español) – La Guardia Civil ha arrestado a 65 personas en España acusadas de conformar una red que comerciaba en Europa con carne de caballo no apta para el consumo.
La operación, en coordinación con Europol, la agencia policial europea, contó con la participación de otros ocho países europeos. Los 65 detenidos en España -en siete Comunidades Autónomas- fueron acusados de maltrato animal, falsedad documental, prevaricación, contra la salud pública, blanqueo de capital y organización criminal, según un comunicado de la Guardia Civil.
La investigación está relacionada con un escándalo de carne de caballo en 2013, cuando la Autoridad de Seguridad Alimentaria de Irlanda encontró que 10 de los 27 productos de hamburguesa que analizó en un estudio contenían ADN de caballo, iniciándose una investigación para determinar el origen.
La investigación de la Guardia Civil permitió comprobar la existencia de una trama que adquiría caballos en malas condiciones, viejos o, simplemente, bajo la calificación de “No aptos para consumo” y los sacrificaba en dos mataderos concretos.
Tras analizar muestras de la carne encontrada en los mataderos españoles, los investigadores concluyeron que la carne se vendía sobre todo en el extranjero.
En el transcurso de la investigación, las autoridades españolas lograron localizar a un empresario holandés, relacionado con el caso de las hamburguesas detectadas en Irlanda, en la provincia de Alicante. Desde allí, mantenía líneas de negocio que enlazaba con las actividades que ya controlaba en países del norte de Europa.
“Esta persona manejaba todo el complejo desde la sombra, interponiendo a sus hombres de confianza en cada uno de los territorios en los que estaba presente este entramado”, dijo la Guardia Civil.
Este empresario había consolidado una relación con quien sería su hombre de confianza en toda la trama española, que le abriría vínculos con ganaderos y gestionaría el sacrificio y posterior despiece poniendo a disposición del “cabecilla” el traslado de las piezas a Bélgica, y su posterior distribución a otros países. Este grupo criminal alteraba la identidad de los equinos sustituyendo sus microchips o falseando sus pasaportes.
Muestras de la carne de caballo examinadas por los investigadores de la Guardia Civil (Crédito: Europol)
Los investigadores concluyeron que la parte española de la trama era una pequeña porción de una estructura extendida por toda Europa bajo el control del empresario holandés.
Según la Guardia Civil, los beneficios obtenidos por la trama podrían superar los 20 millones de euros anuales.
El “cabecilla” de este grupo criminal fue arrestado en Bélgica, y se llevaron a cabo acciones policiales en todo el continente, incluyendo Francia, Portugal, Italia, Rumania, Suiza y Reino Unido.
Con información de Euan McKirdy