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Miles de personas abandonan sus hogares en Texas
02:51 - Fuente: CNN

Richmond, Texas (CNN) – David y María Parks se sientan por horas en un sofá y con atención miran en las noticias imágenes de las inundaciones en Houston. Ese sofá es el único lugar que tienen para ir por ahora.

Los Parks y cerca de 300 familias evacuadas se exstán refugiando en la sala de exhibiciones de 14.864 metros cuadrados de la tienda Gallery Furniture justo a las afueras de Houston. La entrada de la tienda está llena de toallas bien dobladas, zapatos, ropa y juguetes donados por los lugareños.

El propietario Jim “Matress Mack” McIngvale es conocido en toda el área de Houston no solo por sus locos comerciales, sino también por su generosidad.

McIngvale le dijo a CNN que él y su equipo tomaron camiones de reparto “que puedieran llegar a través del agua muy fácilmente” para rescatar a las personas.

“El domingo durante todo el día estuvimos rescatando personas de las inundaciones que estaban varadas en pasos elevados”, dijo él. “Trajimos a unas 200 personas a la tienda de esa manera”.

La tienda Gallery Furniture de Grand Parkway está en la lista de los refugios oficiales. Los Parks llegaron a la tienda este martes a primeras horas de la mañana luego de que un bote conducido por buenos samaritanos los recogiera en su casa inundada. Amigos publicaron mensajes en sus redes sociales para que los rescataran.

David y María Parks sentados en un sofá de la tienda Gallery Furniture, miran las noticias locales del cubrimiento de las inundaciones.

El agua estaba llegando a la puerta cuando los Parks dejaron su casa. Durante todo el día y parte del miércoles vieron en vivo y en directo las noticias a través de sus celulares, esperando una toma aérea de su vecindario para saber si su casa se inundó después de todo.

“No queríamos pasar la noche aquí, preguntándonos qué iba a pasar”, dijo David Parks.

Durmiendo cómodamente

Los Parks y otros evacuados pueden escoger entre cientos de sofás nuevos para estar durante el tiempo que quieran.

Christa Girtmann, de 29 años, y Jacob Smith, de 25, dejaron su casa en Rosenberg, Texas, cuando esta se inundó el lunes en la noche. El martes en la tarde estaban acurrucados bajo las cobijas en una cama king en la sala de exhibición.

Gladys Dasi cuida a su bebé de dos meses de nacido y a su hija de 8 años.

No muy lejos de allí, Gladys Dasi, de 39 años, cuida a su hijo de 2 meses en un sofá cerca de ella. Su hija, Elsie, de 8 años, juega en un colchón con otros niños.

En un salón cerca de los evacuados duermen en colchones unos 60 integrantes de la Guardia Nacional. Ellos descansan entre turnos en los que rescatan a las personas de inundaciones peligrosas.

Aziz Shroff, de 23 años, integrante de la Guardia Nacional de Texas, descansa en un colchón de exhibición de la tienda.

Más allá de su generosidad —pues los refugiados no solamente reciben un lugar dónde dormir, sino ropa seca, cepillos de dientes, jabón y zapatos— McIngvale también está pagando duchas portables para que las víctimas de Harvey puedan bañarse después de varios días.

Dave Marchione, un empleado de la tienda, dice que su jefe abrió la tienda para los evacuados y les está dando la comida porque esa es su manera de devolverle a la comunidad que ha sido clave para su éxito durante los pasados 36 años.

“Esto es Houston”, agrega Marchione. “Así es como funciona Houston”.