(CNN Español) – Martín Parlato sufrió a los 7 años la muerte de su padre en sus brazos. Su madre cayó en depresión y la familia perdió todos sus recursos en tratamiento, hasta quedar en la calle. De esas situaciones de extrema necesidad cuenta él que nació su creatividad y su espíritu emprendedor. Un espíritu que lo llevó años más tarde a tener la posibilidad de crear su propia empresa, Posibl., con la que busca cumplir sueños de gente que tengan un impacto social. Para eso busca conectar a distintos actores de la sociedad, entre ellos, celebridades como la exmodelo Valeria Mazza, el futbolista Javier Mascherano o el cantante Axel, entre otros.
Posibl. trabaja desde Argentina en sociedad con unas 400 ONGs de todo el mundo, con empresas consumo masivo, con gobiernos, entre otros, y tiene distintas plataformas, todas basadas en Internet, que van desde un canal de noticias, a una agencia creativa in house y una división de conferencias, con el fin de generar cambios sociales siendo parte de la denominada “Economía naranja”.
Tú has dicho que quieres revolucionar conciencias…
Yo creo que estamos viviendo en una época en la que justamente lo que está por definirse es nuestra humanidad y nuestra capacidad de seguir siendo humanos, a pesar del avance de la tecnología. Creo que la revolución que hoy tenemos que vivir no es una revolución ni industrial, ni de la tecnología, sino de la conciencia. Las herramientas de tecnología son incapaces de transformar una realidad, si no van acompañados de una sociedad que los puede elevar con sus fines al máximo.
Argentina, y Buenos Aires en particular, tienen ya una reputación muy establecida por el empuje creativo. ¿Cómo lo describes tú?
Creo que el argentino es muy creativo. Su creatividad ha ido creciendo a partir de las necesidades y las crisis que ha vivido nuestro pueblo.
¿Cómo describes a POSIBL como empresa?
En una sentencia, y para el mercado, somos una compañía multimedia que produce y distribuye contenidos, iniciativas y eventos de impacto social alrededor del mundo. Yo lo que diría es que somos hacedores de cambio. Y contamos historias y reflejamos con pasión las historias de aquellos que están haciendo algo para cambiar la realidad que duele.
¿Y cómo llegó POSIBL a tu vida?
POSIBL Llegó en un momento muy especial de mi vida. Yo lo primero que había soñado, en el medio de todos estos problemas, cuando nos quedamos literalmente en la calle, era ser feliz. Y lo primero que anoté en un cuaderno fue: “Yo quiero ser feliz”. Y lo segundo que anoté era que quería conocer el mundo y entenderlo mejor, y entender cómo funciona. En el 2008 estaba en el medio de un viaje en Nueva York, en el Central Park, después de haber superado todas esas adversidades, y empecé a hacerme cuatro preguntas: Martín, ¿cómo es el mundo? ¿Cómo te ves en él? ¿Cómo te gustaría que fuera el mundo? ¿Cómo te ves vos en ese mundo ideal? Y el resultado de esas cuatro preguntas fue el nacimiento de Posibl. Porque soñé que desde el mundo Internet, teníamos la capacidad de hacer cambios más acelerados, más rápidos, y llegar a rincones del mundo en cuestión de segundos.
¿Cuánta gente trabaja contigo en POSIBL.?
Hoy de manera directa 15 personas y de manera indirecta hemos tenido distintas producciones que han involucrado hasta a 40 personas.
¿Cómo mantienes financieramente sano un proyecto que está abocado a muchas causas de organizaciones que no siempre tienen los recursos para defenderlas o para pagarlas?
Nosotros principalmente somos una compañía multimedia. Nacimos de esa manera y en nuestro comienzo hicimos una ronda de inversión inicial con la cual financiamos los comienzos de Posibl.
¿Quién creyó en tu proyecto en ese momento?
Dos amigos que me conocían de mi lucha en mi vida y que me conocían también de otros emprendimientos. Los dos Nachos que son un poco nuestros ángeles, porque fue en un café, sin ningún modelo de negocios, solamente con un dibujito que yo había. Muchas veces les hablo a emprendedores que están yendo a buscar capital, y lo que les digo es que apuesten por aquellas personas que no necesitan ver para creer. Yo quiero trabajar con aquellos que necesitan creer para ver.
¿Qué sigue en los próximos cinco años?
Queremos ser un medio que no solamente cuente la realidad, sino que la transforme. y por eso todas las historias nuestras tienen un “Call to action” con el que espectador puede ser parte de la historia y puede cambiar la historia a través de distintas formas que tiene de generar activismo.
¿Cómo describes la medida del éxito?
Ver que algo pasó. Hacer que las cosas pasen. Para nosotros esa es la medida del éxito. Lo demás es pura palabra. Haber hecho un documental contra el trabajo infantil esclavo en la yerba mate, que es una situación que hace 150 años que sobrevive en la Argentina, y que hayamos logrado más de 70 mil firmas trabajando para una ONG que es “Un sueño para Misiones”, que está impulsando un proyecto de ley para erradicar el trabajo infantil. Haber logrado que ese documental llegue a 60 millones de personas, a más de 150 artículos internacionales. Llegar al Vaticano para presentarlo con el Papa Francisco en una cumbre de jueces, poder presentarlo en el Congreso y que hoy efectivamente se esté trabajando en nuestros diputados en un proyecto de ley, gracias a este trabajo. En paralelo, trabajar con unos voluntarios argentinos que fueron a construir aulas a África y nosotros hicimos un documental y llevar adelante un proyecto que hoy permite que tenga 34 aulas construidas que le dan educación a miles de chicos en África a partir de mostrar el corazón y la voluntad de esos jóvenes. Trabajar en un proyecto con una compañía multinacional como es un documental que pronto vamos a estrenar llamado “Deja tu huella”, en el que mostramos cómo reforestamos los 10 millones de metros cuadrados de selva que se estaban deforestando y perdiendo y para proteger una especie en extinción como el yaguareté, gracias a la compra de los consumidores y gracias a una compañía que dijo “parte de mis ganancias las voy a destinar a esto”.
¿Cómo te haces diferente en la manera en la que empaquetas y construyes ese mensaje que hace posible esa movilización?
Nosotros somos activistas devenidos en mi idea, y no al revés. Y eso es lo que permite que nosotros nos adentremos en las historias y vivamos las historias de la misma manera que la gente que las está sufriendo y que las está viviendo las vive. Cuando nos fuimos a África, nosotros dormimos en el piso y comimos prácticamente nada, como comían los voluntarios y como comían en las comunidades rurales de África. Volví con una neumonía que me tiró 20 días en un hospital y me hizo bajar siete kilos en una semana. Realmente vivimos las causas y las sufrimos como propias y creo que eso es lo que nos hace diferentes. La capacidad de contar una historia con una tremenda dosis de empatía.