NUEVA YORK (CNNMoney) – General Electric ha pasado una década desmantelando su imperio. Y ahora se hará aún más pequeña.
La compañía ha abandonado su gigante portafolio inmobiliario, su negocio de lavavajillas y electrodomésticos así como las legendarias propiedades de medios NBC y Universal Studios. Recientemente, desechó su negocio de agua y una unidad que hace equipo eléctrico para herramientas. Incluso su división de focos está a la venta.
Todo esto es parte de la misión de General Electric (GE) para convertirse en una empresa industrial que vende cosas como motores para jets, plantas de poder y máquinas de resonancia magnética.
Ahora GE está planeando reducirse aún más debido a las crecientes dificultades financieras que han aplastado sus acciones y derivado en miedos de que recortará su codiciado dividendo por segunda vez desde la Gran Depresión.
La empresa reveló planes de eliminar los negocios con un valor de al menos 20.000 millones de dólares en el próximo año o dos. Una unidad que podría estar en peligro de recorte es su problemático negocio ferroviario, y que GE ha tenido en su cartera por más de un siglo.
Sin embargo, una ronda más de recortes muestra qué tan desesperadamente necesita el efectivo la compañía.
“GE está en una crisis de liquidez”, dijo John Inch, un analista del Deutsche Bank que cubre a GE y tiene una calificación de “venta” sobre la acción. “No están generando suficiente flujo de efectivo este año para pagar el dividendo. Ese es un problema”.
Dada la escala de los problemas de GE, algunos analistas predicen que su nuevo equipo gerencial podría ser aún más agresivo al tratar de descargar sus negocios.
“Imaginaríamos algo mucho mayor una vez que se calmen las cosas”, dijo Scott Davis, CEO y analista líder de Melius Research, en un reciente reporte. Añadió que GE probablemente venderá cualquier cosa que “no esté fija”.
La fuerza laboral de GE también se ha reducido en años recientes, y los analistas esperan que la empresa anuncie despidos pronto. GE empleaba a 295.000 a finales del año pasado. Eso es menos de los 333,000 que tenía a finales de 2015.
General Electric está teniendo dificultades para resolver la seria preocupación de Wall Street sobre la compañía y su amado dividendo. Las acciones de GE cayeron 45% este año, volviendo a la icónica empresa la de peor desempeño en el índice Dow, por mucho. (La segunda es Verizon que cayó 8%).
A principios de este mes, GE reportó resultados terribles que el nuevo CEO, John Flannery, llamó “completamente inaceptables”. La semana pasada, las acciones de GE cayeron casi 13%, su peor semana desde enero de 2009. Y eso fue durante la crisis financiera, un momento en el que los inversionistas salieron de GE pues se preocupaban por su rama financiera masiva, llamada GE Capital.
GE desde entonces ha desenrollado la mayor parte de GE Capital, vendiendo al menos 150,000 millones de activos. Eso incluyó el negocio inmobiliario de GE Capital, adquirido en su mayoría por Blackstone y Wells Fargo.
El año pasado, GE también asoció su negocio de petróleo y gasolina con Baker Hughes. La empresa combinada es propiedad mayoritaria de GE y cotiza por separado en la Bolsa de Valores de Nueva York.
GE sí logró un revuelo reciente: en 2015 completó la adquisición del negocio de energía de Alstom. Fue la mayor compra industrial en la historia de GE.
Sin embargo, Flannery cree que GE es demasiado compleja. Mientras que GE cuenta con una serie de franquicias fuertes, otros negocios “drenan los recursos de inversión y gestión sin la posibilidad de una recompensa sustancial”.
A diferencia de las empresas que hacen productos simples como ropa, los motores de GE para aviones, locomotoras y sistemas de plantas de energías requieren de ingeniería costosa, fábricas, equipo y mano de obra para ser creados. Eso dificulta el ser ágil durante las crisis, tal como la que se enfrenta la división de energía de GE.
“Cuando los mercados caen, puedes quedar atrapado”, dijo Inch.
Otra división fuertemente golpeada es la unidad ferroviaria. GE planea salirse del negocio a través de una venta potencial, según reportó el Wall Street Journal la semana pasada. GE también podría deshacerse de parte o todo su negocio de tecnologías de la información para el cuidado de la salud, reportó el diario.
GE rechazó comentar sobre “rumores o especulaciones”.
Es muy pronto para determinar si los planes de GE de vender activos aligerarán las preocupaciones de Wall Street sobre el futuro de la compañía.
“Esto tomará mucho tiempo para arreglarlo”, dijo Inch. “Ellos tienen una crisis de confianza de los inversionistas”.